¡Ay, Dios mío, qué bronca! Resulta que el señor Trump, el mismo, anda amenazando con quitarle partidos al Mundial 2026 a unas ciudades gringas porque supuestamente no son seguras. Uno se queda pensando, ¿el fútbol ya llegó a ser política así de directa?
La FIFA, obviamente, no se quedó calladita. Fue el vicepresidente, Victor Montagliani, quien salió a defender el honor del deporte rey y le dio una pela tremenda a Trump, diciéndole que la FIFA es quien decide dónde se juegan los partidos y que los presidentes, aunque sean poderosos, tienen que respetar eso. Lo que dijo el señor Montagliani fue clarito: si tuviera que responder a cada opinión de un político, jamás terminaría su trabajo.
Según parece, Trump estaba molesto porque algunas ciudades, como Seattle y San Francisco, que están gobernadas por demócratas, no cumplen con sus estándares de seguridad. Hasta mandó a decir que podría aplicar medidas similares pa’ los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. ¡Imagínate, ni siquiera le da respeto a las Olimpiadas!
Desde el Despacho Oval, el señor Trump soltó que si creían que alguna ciudad no era segura, iban a cambiar las cosas. Pero advirtió que esperaba no tener que hacerlo, aunque no permitiría que nadie pusiera en riesgo el Mundial. También criticó a los alcaldes de esas ciudades, llamándolos “lunáticos de izquierda radical” – vaya palabrería, mae – y justificó el envío de la Guardia Nacional a esas urbes, aunque los gobernadores estatales estaban en contra.
Pero ahí es donde la FIFA puso los puntos. Dejó bien claro que ninguna autoridad gubernamental puede meterse en las decisiones deportivas del Mundial. Recordaron que la elección de las 16 sedes fue un proceso técnico y transparente, y que tanto Estados Unidos como Canadá y México estuvieron de acuerdo con ella. Pa’ que sepan, serán 11 ciudades en Estados Unidos las que alberguen los partidos, incluyendo Nueva York, Los Ángeles, Dallas y Miami. ¡Un buen brete pa' gastarnos todos los ahorros viajando!
Montagliani, además de poner a Trump en su lugar, buscaba proteger la independencia del fútbol frente a estas presiones políticas. No es la primera vez que pasa esto, ni será la última, pero la FIFA quiere demostrar que el fútbol está por encima de cualquier pelea partidista. Históricamente, han enfrentado situaciones parecidas en otros lados del mundo, desde Sudamérica hasta Europa.
Ahora, con 48 selecciones participando, el Mundial 2026 será histórico. Es la primera vez que se juega con tantos equipos y en tres países. Se supone que esto iba a ser motivo de celebración, pero ahora hay toda esta polémica con Trump echando humo. Parece que a algunos les cuesta entender que el fútbol es para unirnos, no para dividirnos.
En fin, la FIFA demostró quién manda en el Mundial: el fútbol, obvio. Pero me pregunto... ¿cree usted que realmente el señor Trump va a llegar a mover los partidos o es solo un show para ganar apoyo popular? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, estoy intrigadísimo!
La FIFA, obviamente, no se quedó calladita. Fue el vicepresidente, Victor Montagliani, quien salió a defender el honor del deporte rey y le dio una pela tremenda a Trump, diciéndole que la FIFA es quien decide dónde se juegan los partidos y que los presidentes, aunque sean poderosos, tienen que respetar eso. Lo que dijo el señor Montagliani fue clarito: si tuviera que responder a cada opinión de un político, jamás terminaría su trabajo.
Según parece, Trump estaba molesto porque algunas ciudades, como Seattle y San Francisco, que están gobernadas por demócratas, no cumplen con sus estándares de seguridad. Hasta mandó a decir que podría aplicar medidas similares pa’ los Juegos Olímpicos de Los Ángeles en 2028. ¡Imagínate, ni siquiera le da respeto a las Olimpiadas!
Desde el Despacho Oval, el señor Trump soltó que si creían que alguna ciudad no era segura, iban a cambiar las cosas. Pero advirtió que esperaba no tener que hacerlo, aunque no permitiría que nadie pusiera en riesgo el Mundial. También criticó a los alcaldes de esas ciudades, llamándolos “lunáticos de izquierda radical” – vaya palabrería, mae – y justificó el envío de la Guardia Nacional a esas urbes, aunque los gobernadores estatales estaban en contra.
Pero ahí es donde la FIFA puso los puntos. Dejó bien claro que ninguna autoridad gubernamental puede meterse en las decisiones deportivas del Mundial. Recordaron que la elección de las 16 sedes fue un proceso técnico y transparente, y que tanto Estados Unidos como Canadá y México estuvieron de acuerdo con ella. Pa’ que sepan, serán 11 ciudades en Estados Unidos las que alberguen los partidos, incluyendo Nueva York, Los Ángeles, Dallas y Miami. ¡Un buen brete pa' gastarnos todos los ahorros viajando!
Montagliani, además de poner a Trump en su lugar, buscaba proteger la independencia del fútbol frente a estas presiones políticas. No es la primera vez que pasa esto, ni será la última, pero la FIFA quiere demostrar que el fútbol está por encima de cualquier pelea partidista. Históricamente, han enfrentado situaciones parecidas en otros lados del mundo, desde Sudamérica hasta Europa.
Ahora, con 48 selecciones participando, el Mundial 2026 será histórico. Es la primera vez que se juega con tantos equipos y en tres países. Se supone que esto iba a ser motivo de celebración, pero ahora hay toda esta polémica con Trump echando humo. Parece que a algunos les cuesta entender que el fútbol es para unirnos, no para dividirnos.
En fin, la FIFA demostró quién manda en el Mundial: el fútbol, obvio. Pero me pregunto... ¿cree usted que realmente el señor Trump va a llegar a mover los partidos o es solo un show para ganar apoyo popular? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, estoy intrigadísimo!