¡Ay, Dios mío! Esto se puso caliente, chango. Resulta que Donald Trump, sí, el mismísimo, tuvo una plática por teléfono con Nicolás Maduro justo cuando el Caribe está hirviendo. Parece sacado de una novela, ¿verdad?
La bronca entre Estados Unidos y Venezuela sigue escalando. Mientras hay operativos navales dejando un saldo de 83 muertos y Venezuela denuncia que Washington planea apoderarse de sus reservas de petróleo – ¡una olla bien grande, mae! –, Trump confirma el contacto telefónico, pero guarda más silencio que monje budista. Dice que no puede decir si la llamada fue buena o mala, solo que… bueno, fue una llamada.
Venezuela, por medio de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, lanzó una acusación tremenda en la reunión de la OPEP+. Aseguran que los barcos yanquis no andan cazando narcos como dicen, sino buscando excusas para invadir y quedarse con el petróleo. ¡Imagínate, pura sal! Lo que preocupa es cómo todo esto podría afectar la economía mundial, especialmente si se pone peor.
Y para rematar, Trump le mandó un ultimátum a las aerolíneas, recomendándoles que consideren el espacio aéreo venezolano como “cerrado”. Eso, claro, enfureció a Maduro, quien lo calificó de invasión de soberanía. Además, suspender las solicitudes de asilo en Estados Unidos se queda vigente “por mucho tiempo”, un golpe duro para muchos que buscan refugio y que pasan por nuestro país.
Ahora, la parte que nos toca a nosotros, los ticos. El gobierno de Trump está ofreciendo mil dólares a venezolanos que quieran regresar a su país voluntariamente, con la promesa de que no los deportarán. Están usando la app CBP Home para promover el programa, pero, ¿qué tan seguro es eso, mae? ¿Realmente pueden garantizar que no les volverán a perseguir?
Esta política de "puertas cerradas" y incentivos económicos me huele raro. Parece que prefieren deshacerse del problema migratorio a enfrentar las causas reales. Y ahí es donde entramos nosotros, pues somos un punto clave en el camino de muchas personas que huyen de la pobreza y la violencia.
Todo este panorama es denso, pura bruma. Tenemos la amenaza de conflictos internacionales, la incertidumbre económica y la difícil situación migratoria. Es un brete, te digo, porque da gusto ver cómo los países poderosos manipulan las situaciones a su antojo, sin pensar en las consecuencias para gente normal como nosotros.
Entonces, pensando en todo esto, mi pregunta para ustedes, amigos del Foro: ¿Creen que la llamada entre Trump y Maduro es solo un movimiento político estratégico, o hay algo más oscuro detrás? ¿Y qué medidas debería tomar Costa Rica para proteger a nuestros ciudadanos y a los migrantes que transitan por nuestro territorio?
La bronca entre Estados Unidos y Venezuela sigue escalando. Mientras hay operativos navales dejando un saldo de 83 muertos y Venezuela denuncia que Washington planea apoderarse de sus reservas de petróleo – ¡una olla bien grande, mae! –, Trump confirma el contacto telefónico, pero guarda más silencio que monje budista. Dice que no puede decir si la llamada fue buena o mala, solo que… bueno, fue una llamada.
Venezuela, por medio de la vicepresidenta Delcy Rodríguez, lanzó una acusación tremenda en la reunión de la OPEP+. Aseguran que los barcos yanquis no andan cazando narcos como dicen, sino buscando excusas para invadir y quedarse con el petróleo. ¡Imagínate, pura sal! Lo que preocupa es cómo todo esto podría afectar la economía mundial, especialmente si se pone peor.
Y para rematar, Trump le mandó un ultimátum a las aerolíneas, recomendándoles que consideren el espacio aéreo venezolano como “cerrado”. Eso, claro, enfureció a Maduro, quien lo calificó de invasión de soberanía. Además, suspender las solicitudes de asilo en Estados Unidos se queda vigente “por mucho tiempo”, un golpe duro para muchos que buscan refugio y que pasan por nuestro país.
Ahora, la parte que nos toca a nosotros, los ticos. El gobierno de Trump está ofreciendo mil dólares a venezolanos que quieran regresar a su país voluntariamente, con la promesa de que no los deportarán. Están usando la app CBP Home para promover el programa, pero, ¿qué tan seguro es eso, mae? ¿Realmente pueden garantizar que no les volverán a perseguir?
Esta política de "puertas cerradas" y incentivos económicos me huele raro. Parece que prefieren deshacerse del problema migratorio a enfrentar las causas reales. Y ahí es donde entramos nosotros, pues somos un punto clave en el camino de muchas personas que huyen de la pobreza y la violencia.
Todo este panorama es denso, pura bruma. Tenemos la amenaza de conflictos internacionales, la incertidumbre económica y la difícil situación migratoria. Es un brete, te digo, porque da gusto ver cómo los países poderosos manipulan las situaciones a su antojo, sin pensar en las consecuencias para gente normal como nosotros.
Entonces, pensando en todo esto, mi pregunta para ustedes, amigos del Foro: ¿Creen que la llamada entre Trump y Maduro es solo un movimiento político estratégico, o hay algo más oscuro detrás? ¿Y qué medidas debería tomar Costa Rica para proteger a nuestros ciudadanos y a los migrantes que transitan por nuestro territorio?
