¡Ay, Dios mío! Esto sí que está que arde, mi gente. Resulta que un congresista yankee, Mario Díaz-Balart, se metió en el brete de la inmunidad presidencial de nuestro querido Don Rodri, poniendo sus narices donde no les llaman. El TSE, con toda la calma del mundo, le respondió pa' ponerlo en cintura, defendiendo nuestra democracia y diciéndole al gringo que aquí tenemos nuestras reglas y sabemos cómo jugar el juego.
Todo empezó porque la embajadora Catalina Crespo tuvo que ir a explicarle a este señor qué onda con el proceso de levantamiento de la inmunidad. Parece que el tipo estaba preocupado por si podíamos estar haciendo algo 'ambiguo', como si nosotros fuéramos unos niños jugando con cerillas. ¡Pero bueno, nos han visto venir! Aquí somos tranquilos pero no tontos, y sabemos defender lo nuestro.
El Tribunal, pa’ no andarnos con rodeos, soltó un comunicado bien claro: Costa Rica es una democracia estable, reconocida mundialmente, y el TSE es autónomo. Eso significa que nadie, ni siquiera un congresista poderoso de Estados Unidos, va a andar dictándonos qué hacer. Además, recalcaron que levantar la inmunidad no es lo mismo que destituir al Presidente; es simplemente un paso legal dentro del Código Electoral. ¡Pa' que se enteren!
Este Díaz-Balart, con toda la pinta de querer meterse en nuestros asuntos internos, anda diciendo que esto de quitarle la inmunidad al Presidente con 'mecanismos ambiguos' podría afectar nuestra legitimidad democrática. ¡Qué sal! Como si él conociera mejor nuestra Constitución que nosotros mismos. Solicitó hasta una reunión con la embajadora Crespo para ‘informarse’, como si fuera un niño pequeño preguntándole a su mamá cómo funciona el mundo.
Y hablando de aliados estratégicos... Bueno, sí, somos aliados de Estados Unidos, pero eso no quiere decir que vayamos a dejar que nos digan qué hacer. Tenemos nuestra propia historia, nuestra propia soberanía y estamos orgullosos de ella. Aquí no nos vamos a dejar intimidar por amenazas o presiones externas. Somos como el dicho: 'el que no pelee, no come'.
El TSE cerró filas, dejando claro que respetarán la decisión final de la Asamblea Legislativa, pero que garantizarán que todo el proceso se haga cumpliendo con el debido proceso. Es decir, que haremos las cosas bien, transparente y conforme a la ley. Así de simple. No hay trucos ni ingredientes secretos, pura transparencia y respeto a las instituciones.
Lo interesante de todo esto es ver cómo un tema interno, como la inmunidad presidencial, termina atrayendo la atención internacional. Se demuestra que la estabilidad y la democracia de Costa Rica son valiosas para otros países, y que ellos quieren asegurarse de que sigamos siendo un ejemplo para la región. Pero también nos recuerda que debemos estar siempre alertas y defender nuestra independencia.
En fin, parece que este tema seguirá dando mucho de qué hablar. Ahora me pregunto, mi gente: ¿creen que la intervención de este congresista estadounidense es una muestra genuina de preocupación por nuestra democracia o es una forma encubierta de presión política? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios y a ver qué dicen ustedes!
Todo empezó porque la embajadora Catalina Crespo tuvo que ir a explicarle a este señor qué onda con el proceso de levantamiento de la inmunidad. Parece que el tipo estaba preocupado por si podíamos estar haciendo algo 'ambiguo', como si nosotros fuéramos unos niños jugando con cerillas. ¡Pero bueno, nos han visto venir! Aquí somos tranquilos pero no tontos, y sabemos defender lo nuestro.
El Tribunal, pa’ no andarnos con rodeos, soltó un comunicado bien claro: Costa Rica es una democracia estable, reconocida mundialmente, y el TSE es autónomo. Eso significa que nadie, ni siquiera un congresista poderoso de Estados Unidos, va a andar dictándonos qué hacer. Además, recalcaron que levantar la inmunidad no es lo mismo que destituir al Presidente; es simplemente un paso legal dentro del Código Electoral. ¡Pa' que se enteren!
Este Díaz-Balart, con toda la pinta de querer meterse en nuestros asuntos internos, anda diciendo que esto de quitarle la inmunidad al Presidente con 'mecanismos ambiguos' podría afectar nuestra legitimidad democrática. ¡Qué sal! Como si él conociera mejor nuestra Constitución que nosotros mismos. Solicitó hasta una reunión con la embajadora Crespo para ‘informarse’, como si fuera un niño pequeño preguntándole a su mamá cómo funciona el mundo.
Y hablando de aliados estratégicos... Bueno, sí, somos aliados de Estados Unidos, pero eso no quiere decir que vayamos a dejar que nos digan qué hacer. Tenemos nuestra propia historia, nuestra propia soberanía y estamos orgullosos de ella. Aquí no nos vamos a dejar intimidar por amenazas o presiones externas. Somos como el dicho: 'el que no pelee, no come'.
El TSE cerró filas, dejando claro que respetarán la decisión final de la Asamblea Legislativa, pero que garantizarán que todo el proceso se haga cumpliendo con el debido proceso. Es decir, que haremos las cosas bien, transparente y conforme a la ley. Así de simple. No hay trucos ni ingredientes secretos, pura transparencia y respeto a las instituciones.
Lo interesante de todo esto es ver cómo un tema interno, como la inmunidad presidencial, termina atrayendo la atención internacional. Se demuestra que la estabilidad y la democracia de Costa Rica son valiosas para otros países, y que ellos quieren asegurarse de que sigamos siendo un ejemplo para la región. Pero también nos recuerda que debemos estar siempre alertas y defender nuestra independencia.
En fin, parece que este tema seguirá dando mucho de qué hablar. Ahora me pregunto, mi gente: ¿creen que la intervención de este congresista estadounidense es una muestra genuina de preocupación por nuestra democracia o es una forma encubierta de presión política? ¡Dejen sus opiniones en los comentarios y a ver qué dicen ustedes!
