¡Ay, Dios mío, qué ganga! Resulta que Tsunami Sushi en Escazú le metió mano al bolsillo y gastó unos buenos $120.000 para darle una renovadita a todo el lugar. Ya saben, esos restaurantes que siempre quieren estar a la última moda, compitiendo con Nueva York y Japón, ¡pero con sabor costarricense!
Parece que los dueños estaban hartitos del look anterior y decidieron meterle turbo al diseño. No vaya a ser que alguien dijera “¡Qué despiche!”, si iban a comer sushi ahí. Ahora dicen que buscan darle una onda más elegante, moderna y acorde con las tendencias gastronómicas de otros países. ¡Como si aquí no tuviéramos nuestras propias cosas chivas!
Lo primero que llamó la atención fue el bar central, que ahora parece sacado de revista. Lo rediseñaron completo, dijeron, pa' que se vean bien bonitos los licores premium que venden. Además, crearon un lounge más íntimo, pa’ esas parejas que quieren echarse unas risitas a cuatro manos mientras se zampan rollitos. ¡Romántico, eh!
Y ni hablar de la onda cultural japonesa que le metieron. Figuras de geishas y el arbolito de Sakura por todos lados. ¡Imagínate la foto perfecta para Instagram! Dicen que todo esto es pa' representar armonía, tradición y toda esa vaina. Pero bueno, al final del día, lo importante es que el sitio se vea lindo y la comida rica.
Pedro Soto, el mero mero del grupo, dice que querían que cada detalle contara una historia y que el espacio se sienta especial desde cualquier ángulo. Me imagino que quieren impresionar a la clientela, hacerles sentir que están en otro mundo… aunque estén en pleno Guachipelín. Él mismo comentó que el lounge es pa' vivir experiencias inolvidables. ¡A ver si no me duermo nomás de tanta sofisticación!
Pero no todo es lujo y glamour, mis panas. También le metieron tecnología y procesos más eficientes en la cocina, pa' que no tengamos que esperar una hora por un simple aguacate. Redujeron los tiempos de espera y aseguraron que la comida salga consistente. Eso sí es bueno, porque nadie quiere un sushi medio feo o con poco arroz.
Y hablando de comida, actualizaron el menú con nuevos rolls, ingredientes premium, opciones más saludables y cócteles creativos. Parece que aprendieron de lo que hacen allá en Estados Unidos, pero lo adaptaron al estilo más tranquilo y relajado que tienen por acá. Combinaron madera clara, cuero color camel y luces cálidas para crear un ambiente moderno y acogedor. ¡Yo digo que les quedó chuuuuulísimo!
En fin, Tsunami Sushi Escazú le puso ganas a la modernización y ahora promete ser un lugar aún más chévere para disfrutar de sushi y otras delicias. Dicen que este es solo el primer paso de un plan más grande que cubrirá todas sus sedes durante 2026 y 2027. Así que preparen sus tarjetas de crédito, porque este brete va a estar a full. ¿Será que después de tanto cambio, el sushi seguirá sabiendo igual de rico, o habrá perdido un poquito de su esencia tica?
Parece que los dueños estaban hartitos del look anterior y decidieron meterle turbo al diseño. No vaya a ser que alguien dijera “¡Qué despiche!”, si iban a comer sushi ahí. Ahora dicen que buscan darle una onda más elegante, moderna y acorde con las tendencias gastronómicas de otros países. ¡Como si aquí no tuviéramos nuestras propias cosas chivas!
Lo primero que llamó la atención fue el bar central, que ahora parece sacado de revista. Lo rediseñaron completo, dijeron, pa' que se vean bien bonitos los licores premium que venden. Además, crearon un lounge más íntimo, pa’ esas parejas que quieren echarse unas risitas a cuatro manos mientras se zampan rollitos. ¡Romántico, eh!
Y ni hablar de la onda cultural japonesa que le metieron. Figuras de geishas y el arbolito de Sakura por todos lados. ¡Imagínate la foto perfecta para Instagram! Dicen que todo esto es pa' representar armonía, tradición y toda esa vaina. Pero bueno, al final del día, lo importante es que el sitio se vea lindo y la comida rica.
Pedro Soto, el mero mero del grupo, dice que querían que cada detalle contara una historia y que el espacio se sienta especial desde cualquier ángulo. Me imagino que quieren impresionar a la clientela, hacerles sentir que están en otro mundo… aunque estén en pleno Guachipelín. Él mismo comentó que el lounge es pa' vivir experiencias inolvidables. ¡A ver si no me duermo nomás de tanta sofisticación!
Pero no todo es lujo y glamour, mis panas. También le metieron tecnología y procesos más eficientes en la cocina, pa' que no tengamos que esperar una hora por un simple aguacate. Redujeron los tiempos de espera y aseguraron que la comida salga consistente. Eso sí es bueno, porque nadie quiere un sushi medio feo o con poco arroz.
Y hablando de comida, actualizaron el menú con nuevos rolls, ingredientes premium, opciones más saludables y cócteles creativos. Parece que aprendieron de lo que hacen allá en Estados Unidos, pero lo adaptaron al estilo más tranquilo y relajado que tienen por acá. Combinaron madera clara, cuero color camel y luces cálidas para crear un ambiente moderno y acogedor. ¡Yo digo que les quedó chuuuuulísimo!
En fin, Tsunami Sushi Escazú le puso ganas a la modernización y ahora promete ser un lugar aún más chévere para disfrutar de sushi y otras delicias. Dicen que este es solo el primer paso de un plan más grande que cubrirá todas sus sedes durante 2026 y 2027. Así que preparen sus tarjetas de crédito, porque este brete va a estar a full. ¿Será que después de tanto cambio, el sushi seguirá sabiendo igual de rico, o habrá perdido un poquito de su esencia tica?