¡Ay, Dios mío! Después del jaleo de la semana pasada, parece que la UCR va volviendo a la normalidad. Este sábado, se levantaron todos los toques y ya podemos irnos a las facultades, aunque todavía huele a río mojado en algunos lugares. La verdad, qué susto nos llevamos con todo esto, pero bueno, ¡a darle!
Todo empezó el jueves con una amenaza de bomba que puso a temblar a toa’ la comunidad universitaria. Imagínate, la Gocasa corriendo por todos lados, evacuando sedes, ¡un quilombo! Resulta que alguien mandó un mail bien cabrón amenazando con atacar la U. El OIJ ya anda investigando, pero por el momento no hay muchos detalles, ni siquiera si agarraron al tipejo que mandó el mensaje. ¡Esperemos que lo agarren pronto y le metan hasta arriba!
Y como si fuera poco, justo después de la amenaza, llegaron las lluvias torrenciales que inundaron varios barrios de Montes de Oca. La Quebrada de Los Negritos se salió de madre y dejó varias zonas bajo agua, incluyendo cerca de la Facultad de Derecho. Fue un brete, la verdad, pero afortunadamente no hubo heridos, solo daños materiales. ¡Menos mal que no pasó a mayores!
Según Rosa Cerdas González, la coordinadora de emergencias de la UCR, se mantuvo contacto constante con las autoridades durante toda la crisis. “Se activaron los protocolos correspondientes y hemos trabajado coordinadamente con el OIJ y otras instituciones”, declaró. Dicen que reforzaron la seguridad en los lugares donde se van a hacer los exámenes de Física, porque eso sí era importante, ¡no podían suspenderlos así nomás!
Este lunes, 20 de octubre, la UCR volverá a funcionar normalmente en todas sus sedes. Las decanaturas andan checando si alguna facultad sufrió mucho daño por las inundaciones y avisándole a la comunidad. Lo importante es que la U está pidiendo mantener la calma, porque esos sobresaltos dan miedo, pero también confiar en que las cosas se van a solucionar. Como siempre, ¡pura vida!
Ahora bien, hablemos de lo que significa todo esto. Más allá de los sustos y los inconvenientes, este episodio nos recuerda lo vulnerable que somos ante situaciones inesperadas. Una amenaza anónima puede paralizar una universidad entera, y unas pocas horas de lluvia pueden causar estragos en nuestras comunidades. Tenemos que estar preparados, valorar lo que tenemos y trabajar juntos para construir un país más resiliente.
Muchos estudiantes se preguntan cómo vamos a recuperar el tiempo perdido. Algunos cursos podrían tener que extenderse, otros quizás tengan que cambiar horarios. Pero la clave está en adaptarse y seguir adelante. Recordemos que la UCR es una institución con mucha historia y tradición, y hemos superado muchas adversidades en el pasado. Esta vez tampoco será diferente. Es importante recordar que la educación es un derecho y un privilegio, ¡y nosotros tenemos que aprovecharlo al máximo!
Finalmente, ¿creen que la UCR debería invertir más en medidas de seguridad preventivas, o considerándonos un país relativamente tranquilo, estos incidentes son anomalías que no justifican gastos excesivos? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios! ¿Cómo creen que podemos fortalecer la seguridad en nuestras universidades y proteger a nuestros estudiantes?
Todo empezó el jueves con una amenaza de bomba que puso a temblar a toa’ la comunidad universitaria. Imagínate, la Gocasa corriendo por todos lados, evacuando sedes, ¡un quilombo! Resulta que alguien mandó un mail bien cabrón amenazando con atacar la U. El OIJ ya anda investigando, pero por el momento no hay muchos detalles, ni siquiera si agarraron al tipejo que mandó el mensaje. ¡Esperemos que lo agarren pronto y le metan hasta arriba!
Y como si fuera poco, justo después de la amenaza, llegaron las lluvias torrenciales que inundaron varios barrios de Montes de Oca. La Quebrada de Los Negritos se salió de madre y dejó varias zonas bajo agua, incluyendo cerca de la Facultad de Derecho. Fue un brete, la verdad, pero afortunadamente no hubo heridos, solo daños materiales. ¡Menos mal que no pasó a mayores!
Según Rosa Cerdas González, la coordinadora de emergencias de la UCR, se mantuvo contacto constante con las autoridades durante toda la crisis. “Se activaron los protocolos correspondientes y hemos trabajado coordinadamente con el OIJ y otras instituciones”, declaró. Dicen que reforzaron la seguridad en los lugares donde se van a hacer los exámenes de Física, porque eso sí era importante, ¡no podían suspenderlos así nomás!
Este lunes, 20 de octubre, la UCR volverá a funcionar normalmente en todas sus sedes. Las decanaturas andan checando si alguna facultad sufrió mucho daño por las inundaciones y avisándole a la comunidad. Lo importante es que la U está pidiendo mantener la calma, porque esos sobresaltos dan miedo, pero también confiar en que las cosas se van a solucionar. Como siempre, ¡pura vida!
Ahora bien, hablemos de lo que significa todo esto. Más allá de los sustos y los inconvenientes, este episodio nos recuerda lo vulnerable que somos ante situaciones inesperadas. Una amenaza anónima puede paralizar una universidad entera, y unas pocas horas de lluvia pueden causar estragos en nuestras comunidades. Tenemos que estar preparados, valorar lo que tenemos y trabajar juntos para construir un país más resiliente.
Muchos estudiantes se preguntan cómo vamos a recuperar el tiempo perdido. Algunos cursos podrían tener que extenderse, otros quizás tengan que cambiar horarios. Pero la clave está en adaptarse y seguir adelante. Recordemos que la UCR es una institución con mucha historia y tradición, y hemos superado muchas adversidades en el pasado. Esta vez tampoco será diferente. Es importante recordar que la educación es un derecho y un privilegio, ¡y nosotros tenemos que aprovecharlo al máximo!
Finalmente, ¿creen que la UCR debería invertir más en medidas de seguridad preventivas, o considerándonos un país relativamente tranquilo, estos incidentes son anomalías que no justifican gastos excesivos? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios! ¿Cómo creen que podemos fortalecer la seguridad en nuestras universidades y proteger a nuestros estudiantes?
