¡Ay, Dios mío! Se nos fue Don Franklin... Un tipo que le dio la vida al cuerpo de bomberos, prácticamente desde que nacieron los chamacos. La noticia cayó como un balde de agua fría este viernes, y todos estamos tratando de procesar que ya no esté con nosotros. Más de setenta años sirviendo al país, ¡eso es más que una vida entera dedicada a salvar vidas!
Para ponerle pausa, el Benemérito Cuerpo de Bomberos anunció con profunda tristeza el fallecimiento de Franklin Meléndez Campos, un nombre que resuena con respeto y admiración en cada estación del país. Según el TSE, tenía 95 años, casi un siglo viendo pasar los cambios, y ahora se va dejando un vacío enorme. Imagínate, un tipo así, lleno de historias y sabiduría, apagando incendios, rescatando gente… ¡una verdadera leyenda tica!
Y no es cuento, el señor Franklin era pura fibra. Trabajó en el cuerpo de bomberos por más de 70 años, eso es un compromiso que no muchos pueden demostrar. Su historia es una inspiración pa’ los jóvenes, un recordatorio de que la vocación y el sacrificio tienen su recompensa. Recuerdo mi abuelo contándome historias de cómo Don Franklin era reconocido en todo Guanacaste por su valentía y entrega.
Lo que más me quedó grabado de la noticia, aparte del tiempo impresionante que le dedicó a esta profesión, es la reacción de la gente en las redes sociales. ¡Una avalancha de mensajes de cariño y agradecimiento! Decían “Gran hombre, gran profesional, gran ejemplo y gran bombero”, frases que resumen a la perfección lo que significaba Don Franklin para tanta gente. Incluso había viejos compañeros de promoción mandando saludos y anécdotas graciosas de su época de entrenamiento.
Ahora bien, las honras fúnebres empezaron temprano, desde las once de la mañana, en la estación Metropolitana Sur. Imagínate la escena, toda la comunidad bomberil reunida para darle el último adiós a su héroe. Aunque todavía no hay información sobre la misa ni el entierro, ya se siente una palpable sensación de pérdida y agradecimiento por todo lo que hizo por Costa Rica. Qué chimba ver cómo la gente se une en momentos así, ¿verdad?
Más allá de los reconocimientos y las alabanzas, lo importante es recordar el legado de Don Franklin. Él encarnó los valores fundamentales del cuerpo de bomberos: valentía, solidaridad, servicio y amor al prójimo. Su ejemplo debe servir de motivación para las nuevas generaciones de bomberos, para seguir luchando contra los peligros y proteger a la población, tal como él lo hacía con tanta pasión.
Pensándolo bien, este caso nos hace reflexionar sobre la importancia de valorar y reconocer a nuestros servidores públicos, esos que trabajan incansablemente detrás de cámaras para mantenernos seguros. No siempre les damos el crédito que merecen, pero personas como Don Franklin demuestran que aún existen profesionales comprometidos con su país, dispuestos a sacrificarlo todo por el bienestar ajeno. ¡Eso sí que es un mae de verdad!
Con el corazón pesado, despedimos a Don Franklin Meléndez, un ícono del Benemérito Cuerpo de Bomberos y un verdadero orgullo nacional. Ahora bien, pensando en todo esto, ¿creen ustedes que se debería crear algún monumento o plaza conmemorativa en honor a los bomberos que han dedicado su vida a servir al país? ¿Qué otras formas creen que podríamos mostrar nuestro agradecimiento a estos héroes anónimos?
Para ponerle pausa, el Benemérito Cuerpo de Bomberos anunció con profunda tristeza el fallecimiento de Franklin Meléndez Campos, un nombre que resuena con respeto y admiración en cada estación del país. Según el TSE, tenía 95 años, casi un siglo viendo pasar los cambios, y ahora se va dejando un vacío enorme. Imagínate, un tipo así, lleno de historias y sabiduría, apagando incendios, rescatando gente… ¡una verdadera leyenda tica!
Y no es cuento, el señor Franklin era pura fibra. Trabajó en el cuerpo de bomberos por más de 70 años, eso es un compromiso que no muchos pueden demostrar. Su historia es una inspiración pa’ los jóvenes, un recordatorio de que la vocación y el sacrificio tienen su recompensa. Recuerdo mi abuelo contándome historias de cómo Don Franklin era reconocido en todo Guanacaste por su valentía y entrega.
Lo que más me quedó grabado de la noticia, aparte del tiempo impresionante que le dedicó a esta profesión, es la reacción de la gente en las redes sociales. ¡Una avalancha de mensajes de cariño y agradecimiento! Decían “Gran hombre, gran profesional, gran ejemplo y gran bombero”, frases que resumen a la perfección lo que significaba Don Franklin para tanta gente. Incluso había viejos compañeros de promoción mandando saludos y anécdotas graciosas de su época de entrenamiento.
Ahora bien, las honras fúnebres empezaron temprano, desde las once de la mañana, en la estación Metropolitana Sur. Imagínate la escena, toda la comunidad bomberil reunida para darle el último adiós a su héroe. Aunque todavía no hay información sobre la misa ni el entierro, ya se siente una palpable sensación de pérdida y agradecimiento por todo lo que hizo por Costa Rica. Qué chimba ver cómo la gente se une en momentos así, ¿verdad?
Más allá de los reconocimientos y las alabanzas, lo importante es recordar el legado de Don Franklin. Él encarnó los valores fundamentales del cuerpo de bomberos: valentía, solidaridad, servicio y amor al prójimo. Su ejemplo debe servir de motivación para las nuevas generaciones de bomberos, para seguir luchando contra los peligros y proteger a la población, tal como él lo hacía con tanta pasión.
Pensándolo bien, este caso nos hace reflexionar sobre la importancia de valorar y reconocer a nuestros servidores públicos, esos que trabajan incansablemente detrás de cámaras para mantenernos seguros. No siempre les damos el crédito que merecen, pero personas como Don Franklin demuestran que aún existen profesionales comprometidos con su país, dispuestos a sacrificarlo todo por el bienestar ajeno. ¡Eso sí que es un mae de verdad!
Con el corazón pesado, despedimos a Don Franklin Meléndez, un ícono del Benemérito Cuerpo de Bomberos y un verdadero orgullo nacional. Ahora bien, pensando en todo esto, ¿creen ustedes que se debería crear algún monumento o plaza conmemorativa en honor a los bomberos que han dedicado su vida a servir al país? ¿Qué otras formas creen que podríamos mostrar nuestro agradecimiento a estos héroes anónimos?