Un grupo de balseros cubanos se escapan rumbo a Miami.
En la mitad del oceano un viejito empieza a gritar que se siente mal, que va a morir y que para despedirse de su Cuba natal, quiere una bandera cubana.
Todos se miran y no saben de donde sacar una bandera.
De pronto, una de las chicas conmovida le dice:
'Mire abuelo, bandera lo que se dice bandera no hay, pero yo tengo una tatuada en la nalga,
si la quiere ver y despedirse, se la puedo mostrar...
El viejo acepta, ella se baja los jeans y le muestra el tatuaje.
El hombre emocionado comienza a besarle la nalga en el lugar del tatuaje diciendo:
Adios mi Cuba querida, adios mi patria natal! y asi siguio besandole la nalga como 15 minutos... luego la mira y le dice:
No te podrias.... dar vuelta CHICA?, .... me dieron ganas de despedirme de Fidel!