¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que la señora Flores, mamá de nuestro bombero Fabián, se convertiría en la heroína del día en San Rafael de Cerros, Quepos. Resulta que, a las seis y pico de la mañana, se prendió un chuche en la casa de unos vecinos y, mientras llegaban los carros rojos, ¡doña Ángela entró en acción!
La cosa empezó cuando un pequeño incendio se declaró en una residencia de unos 200 metros cuadrados. Según los reportes, todo comenzó con un descuido en la cocina y, rapidito, las llames empezaron a crecer. Tres unidades de bomberos se movilizaron a toda prisa, pensando que iban a encontrar un brete importante, pero se llevaron una sorpresa monumental.
Al llegar al lugar, los bomberos se encontraron con que el fuego ya estaba bajo control. Al parecer, antes de que siquiera pudieran desenrollar las mangueras, doña Ángela, con una calma admirable, había tomado cartas en el asunto. Un vecino nos contó que la vio corriendo con un extintor, como si fuera un deporte olímpico, junto con otros moradores tratando de sofocar las llamas. ¡Un espectáculo digno de ver!
“Ella le comentó a su hijo que apenas se dio la alerta, salió corriendo a ayudar”, nos dijeron desde el cuerpo de bomberos. Lo que muchos no saben es que esta no es la primera vez que doña Ángela demuestra sus habilidades contra el fuego. Parece que tiene un don especial para apagar cositas que empiezan a quemar. ¡Quién sabe, quizás deberían darle un curso rápido de extinción de incendios!
Recordemos que, allá por el año 2023, doña Ángela ya había salvado la olla de otra vecina, evitando que un pequeño fuego en la cocina se convirtiera en un problema mayor. Esto demuestra que no solo es una excelente madre de bombero, sino que también es una vecina ejemplar, siempre dispuesta a echarle ganas y a poner su grano de arena cuando alguien lo necesita. ¡Es pura bendición!
Lo bueno de esta historia es que, a pesar del susto, los daños fueron mínimos. Solo alrededor de 20 metros cuadrados de la propiedad sufrieron algún tipo de afectación. Imagínense el desastre que podría haber sido si no hubiera aparecido doña Ángela con su extintor a mano. ¡Definitivamente evitó un tremendo problemón!
Y hablando de problemones, esto nos hace pensar en la importancia de tener extintores en nuestras casas y saber cómo usarlos. No cuesta mucho invertir en seguridad, especialmente si tenemos en mente evitar que una simple distracción termine en una torta grande. Además, estar informados sobre qué hacer en caso de emergencia puede salvar vidas. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
En fin, la historia de doña Ángela es un ejemplo inspirador de cómo el valor y la solidaridad pueden marcar la diferencia. Una mujer común y corriente que, ante una situación de riesgo, no dudó en actuar y proteger a sus vecinos. Ahora me pregunto, ¿ustedes tienen un plan de emergencia familiar y saben cómo utilizar un extintor en caso de incendio?
La cosa empezó cuando un pequeño incendio se declaró en una residencia de unos 200 metros cuadrados. Según los reportes, todo comenzó con un descuido en la cocina y, rapidito, las llames empezaron a crecer. Tres unidades de bomberos se movilizaron a toda prisa, pensando que iban a encontrar un brete importante, pero se llevaron una sorpresa monumental.
Al llegar al lugar, los bomberos se encontraron con que el fuego ya estaba bajo control. Al parecer, antes de que siquiera pudieran desenrollar las mangueras, doña Ángela, con una calma admirable, había tomado cartas en el asunto. Un vecino nos contó que la vio corriendo con un extintor, como si fuera un deporte olímpico, junto con otros moradores tratando de sofocar las llamas. ¡Un espectáculo digno de ver!
“Ella le comentó a su hijo que apenas se dio la alerta, salió corriendo a ayudar”, nos dijeron desde el cuerpo de bomberos. Lo que muchos no saben es que esta no es la primera vez que doña Ángela demuestra sus habilidades contra el fuego. Parece que tiene un don especial para apagar cositas que empiezan a quemar. ¡Quién sabe, quizás deberían darle un curso rápido de extinción de incendios!
Recordemos que, allá por el año 2023, doña Ángela ya había salvado la olla de otra vecina, evitando que un pequeño fuego en la cocina se convirtiera en un problema mayor. Esto demuestra que no solo es una excelente madre de bombero, sino que también es una vecina ejemplar, siempre dispuesta a echarle ganas y a poner su grano de arena cuando alguien lo necesita. ¡Es pura bendición!
Lo bueno de esta historia es que, a pesar del susto, los daños fueron mínimos. Solo alrededor de 20 metros cuadrados de la propiedad sufrieron algún tipo de afectación. Imagínense el desastre que podría haber sido si no hubiera aparecido doña Ángela con su extintor a mano. ¡Definitivamente evitó un tremendo problemón!
Y hablando de problemones, esto nos hace pensar en la importancia de tener extintores en nuestras casas y saber cómo usarlos. No cuesta mucho invertir en seguridad, especialmente si tenemos en mente evitar que una simple distracción termine en una torta grande. Además, estar informados sobre qué hacer en caso de emergencia puede salvar vidas. ¡Más vale prevenir que lamentar, diay!
En fin, la historia de doña Ángela es un ejemplo inspirador de cómo el valor y la solidaridad pueden marcar la diferencia. Una mujer común y corriente que, ante una situación de riesgo, no dudó en actuar y proteger a sus vecinos. Ahora me pregunto, ¿ustedes tienen un plan de emergencia familiar y saben cómo utilizar un extintor en caso de incendio?