¡Ay, comale! Esto sí que es motivo de chinchorreo y pura alegría. Una jovencita de nuestro querido Siquirres, Geovanna Astúa Taylor, se rifó como pocas en una feria científica internacional en Dubái. Imagínate, representando a Costa Rica frente a mentes brillantes de todo el planeta. ¡Qué crack!
Geovanna, quien estudia en el Colegio Científico Interamericano CATIE – Sede EARTH en Guácimo de Limón, llevó a casa más que recuerdos; demostró que el talento tico, cuando se le da la oportunidad, puede competir con cualquiera. Su papá, Don Geovanny Astúa Arce, nos contó que esto no es nuevo para ella. Desde chiquita ha mostrado una pasión descomunal por la ciencia, participando en ferias en México, Perú, Nueva York... ¡una currículum científico de lujo!
Y ni hablar de cómo se preparó. Junto a su tutora, la ingeniera Karla Sánchez, trabajó duro en su proyecto, que, hablando claro, trata sobre cómo transformar desechos orgánicos en abono y gas para cocinar. ¡Tremenda vara! Porque no solo va de ideas bonitas, sino que busca soluciones prácticas para problemas reales como la sostenibilidad y el medio ambiente.
Su mamá, Isela Taylor de la O, emocionada, destacó la disciplina y responsabilidad de Geovanna. Nos contó que incluso en plena pandemia, la neta se esforzó y participó en cuatro ferias científicas virtuales, ganando tres premios. ¡Así se hace, mae! Y lo mejor de todo, siempre poniendo a Dios primero, como dice ella. ¡Eso es tener los pies en la tierra y la mente en las estrellas!
Pero la cosa no termina ahí. Geovanna viene de una familia con mucho cerebro: tiene dos hermanos estudiando medicina y ciencias actuariales en la UCR, y una hermana más chiquita que quiere ser veterinaria. ¡Parece que la vocación académica corre por la sangre! Imagínatelo, una familia entera dedicada a buscar soluciones e impulsar el desarrollo del país. ¡Qué orgullo!
Durante la feria, Geovanna tuvo la oportunidad de intercambiar ideas con delegados de China, Paraguay, Argentina, México, Chile y varios países europeos y asiáticos. Pero el dato más emocionante es que la seleccionaron para participar en un conversatorio exclusivo con la NASA y otros expertos internacionales. ¡Pa’ qué decir! Ese tipo de reconocimiento habla por sí solo, demuestra que Geovanna tiene un potencial enorme para aportar a la ciencia mundial.
Las autoridades del Colegio Científico Interamericano CATIE – Sede EARTH están súper orgullosas de este logro, que no solo suma puntos a su prestigio, sino que reafirma el talento que existe en nuestras comunidades. Se celebra tanto que hasta huele a café recién hecho, ¡qué emoción!
En fin, la historia de Geovanna Astúa Taylor es un ejemplo inspirador de perseverancia, dedicación y, sobre todo, de fe en uno mismo. Ahora, dígame usted: ¿Cree que iniciativas como estas, que promueven la ciencia entre nuestros jóvenes, deberían recibir más apoyo del gobierno y el sector privado para seguir impulsando el desarrollo de Costa Rica?
Geovanna, quien estudia en el Colegio Científico Interamericano CATIE – Sede EARTH en Guácimo de Limón, llevó a casa más que recuerdos; demostró que el talento tico, cuando se le da la oportunidad, puede competir con cualquiera. Su papá, Don Geovanny Astúa Arce, nos contó que esto no es nuevo para ella. Desde chiquita ha mostrado una pasión descomunal por la ciencia, participando en ferias en México, Perú, Nueva York... ¡una currículum científico de lujo!
Y ni hablar de cómo se preparó. Junto a su tutora, la ingeniera Karla Sánchez, trabajó duro en su proyecto, que, hablando claro, trata sobre cómo transformar desechos orgánicos en abono y gas para cocinar. ¡Tremenda vara! Porque no solo va de ideas bonitas, sino que busca soluciones prácticas para problemas reales como la sostenibilidad y el medio ambiente.
Su mamá, Isela Taylor de la O, emocionada, destacó la disciplina y responsabilidad de Geovanna. Nos contó que incluso en plena pandemia, la neta se esforzó y participó en cuatro ferias científicas virtuales, ganando tres premios. ¡Así se hace, mae! Y lo mejor de todo, siempre poniendo a Dios primero, como dice ella. ¡Eso es tener los pies en la tierra y la mente en las estrellas!
Pero la cosa no termina ahí. Geovanna viene de una familia con mucho cerebro: tiene dos hermanos estudiando medicina y ciencias actuariales en la UCR, y una hermana más chiquita que quiere ser veterinaria. ¡Parece que la vocación académica corre por la sangre! Imagínatelo, una familia entera dedicada a buscar soluciones e impulsar el desarrollo del país. ¡Qué orgullo!
Durante la feria, Geovanna tuvo la oportunidad de intercambiar ideas con delegados de China, Paraguay, Argentina, México, Chile y varios países europeos y asiáticos. Pero el dato más emocionante es que la seleccionaron para participar en un conversatorio exclusivo con la NASA y otros expertos internacionales. ¡Pa’ qué decir! Ese tipo de reconocimiento habla por sí solo, demuestra que Geovanna tiene un potencial enorme para aportar a la ciencia mundial.
Las autoridades del Colegio Científico Interamericano CATIE – Sede EARTH están súper orgullosas de este logro, que no solo suma puntos a su prestigio, sino que reafirma el talento que existe en nuestras comunidades. Se celebra tanto que hasta huele a café recién hecho, ¡qué emoción!
En fin, la historia de Geovanna Astúa Taylor es un ejemplo inspirador de perseverancia, dedicación y, sobre todo, de fe en uno mismo. Ahora, dígame usted: ¿Cree que iniciativas como estas, que promueven la ciencia entre nuestros jóvenes, deberían recibir más apoyo del gobierno y el sector privado para seguir impulsando el desarrollo de Costa Rica?