¡Aguántense!, parece que la Selección Costarricense va a romperla en serio. Después de unos añitos de chinchorreo futbolístico, se respira aire fresco y ganas de hacerle goles al mundo entero. Y todo gracias, en parte, a nuestro Kenneth Vargas, alias “Huevito” – que sí, suena raro, pero el mae tiene talento pa’ regalar.
La verdad es que muchos estábamos más que escépticos con el regreso de Vargas al fútbol nacional. Luego de su paso por Europa, donde no tuvo mucho tiempo de juego, algunos pensábamos que se había oxidado, que ya no era el mismo jugador que nos hizo vibrar. Pero ahí anda él, entrenando duro, poniéndole entretelas y demostrando que todavía tiene cuero en los pies y ganas de representar a nuestra patria con orgullo. Y vaya que lo ha demostrado, porque ahora el profe Miguel Herrera lo tiene como una pieza clave en la estrategia de la selección.
Y no es solo la confianza de Vargas; también es el apoyo de los veteranos. El mae dice que Joel Campbell, Celso Borges y Kendall Waston son sus mentores, esos que le dan los consejos correctos, le abren los ojos a las cosas que hay que mejorar y le recuerdan que jugar para la Selección es un privilegio que hay que valorar. Porque sí, señores, eso es lo que estos muchachos entienden. No ven la camiseta como una obligación, sino como un regalo.
Según Vargas, la vibra en la selección está a otro nivel. Dice que nunca antes había sentido tanta energía positiva, tanto deseo de clasificarse al Mundial. Y es que así es, diay, cuando uno quiere algo con todas sus fuerzas, el universo conspira a favor. Se nota que este grupo tiene convicción, tiene metas claras y está dispuesto a luchar hasta el final para alcanzarlas. Ese es el espíritu tico, ese es el fuego que nos caracteriza.
Ahora, claro, no todo es color de rosa. Sabemos que el camino hacia Qatar es largo y empedrado. Habrá rivales duros, partidos difíciles y momentos de tensión. Pero si seguimos trabajando así, con humildad, disciplina y fe, creo que podemos superar cualquier obstáculo. Y Vargas, con su juventud y su talento, será una pieza fundamental en este proceso. El chamo tiene rápido, sabe definir y tiene olfato goleador. Además, es trabajador, disciplinado y humilde. Una combinación perfecta para triunfar.
Hablando con varios periodistas deportivos, se comenta que el retorno de Vargas a Herediano no fue sencillo al principio. Le costó adaptarse al ritmo del torneo local y demostrar su valía. Pero el mae no se rindió, siguió esforzándose y poco a poco fue ganándose la confianza del técnico y de sus compañeros. Y ahora, mira vos, es una de las sensaciones agradables de la selección nacional. Una carta sorpresa que puede darle muchas alegrías a nuestros fanáticos.
Pero no olvidemos que el fútbol es impredecible. Un día estás arriba, al siguiente abajo. Por eso, es importante mantener los pies en la tierra, seguir trabajando duro y no confiarse. Vargas lo sabe, y por eso insiste en que aún le falta mucho por recorrer. Que este es solo el comienzo de un nuevo capítulo en su carrera deportiva. Él entiende que el éxito no llega por arte de magia, sino gracias al esfuerzo, la perseverancia y la dedicación. Ahí está el secreto, diay.
En fin, la llegada de Vargas a la selección pinta prometedor. Con la mezcla correcta de jóvenes talentosos y veteranos experimentados, podríamos estar viendo un renacer del fútbol costarricense. ¿Creen ustedes que Vargas podrá cumplir su sueño de debutar en un Mundial y llevar a la Tricolor a nuevas alturas, o creen que aún le falta madurar para asumir semejante responsabilidad? ¡Déjenme leer sus opiniones en los comentarios!
La verdad es que muchos estábamos más que escépticos con el regreso de Vargas al fútbol nacional. Luego de su paso por Europa, donde no tuvo mucho tiempo de juego, algunos pensábamos que se había oxidado, que ya no era el mismo jugador que nos hizo vibrar. Pero ahí anda él, entrenando duro, poniéndole entretelas y demostrando que todavía tiene cuero en los pies y ganas de representar a nuestra patria con orgullo. Y vaya que lo ha demostrado, porque ahora el profe Miguel Herrera lo tiene como una pieza clave en la estrategia de la selección.
Y no es solo la confianza de Vargas; también es el apoyo de los veteranos. El mae dice que Joel Campbell, Celso Borges y Kendall Waston son sus mentores, esos que le dan los consejos correctos, le abren los ojos a las cosas que hay que mejorar y le recuerdan que jugar para la Selección es un privilegio que hay que valorar. Porque sí, señores, eso es lo que estos muchachos entienden. No ven la camiseta como una obligación, sino como un regalo.
Según Vargas, la vibra en la selección está a otro nivel. Dice que nunca antes había sentido tanta energía positiva, tanto deseo de clasificarse al Mundial. Y es que así es, diay, cuando uno quiere algo con todas sus fuerzas, el universo conspira a favor. Se nota que este grupo tiene convicción, tiene metas claras y está dispuesto a luchar hasta el final para alcanzarlas. Ese es el espíritu tico, ese es el fuego que nos caracteriza.
Ahora, claro, no todo es color de rosa. Sabemos que el camino hacia Qatar es largo y empedrado. Habrá rivales duros, partidos difíciles y momentos de tensión. Pero si seguimos trabajando así, con humildad, disciplina y fe, creo que podemos superar cualquier obstáculo. Y Vargas, con su juventud y su talento, será una pieza fundamental en este proceso. El chamo tiene rápido, sabe definir y tiene olfato goleador. Además, es trabajador, disciplinado y humilde. Una combinación perfecta para triunfar.
Hablando con varios periodistas deportivos, se comenta que el retorno de Vargas a Herediano no fue sencillo al principio. Le costó adaptarse al ritmo del torneo local y demostrar su valía. Pero el mae no se rindió, siguió esforzándose y poco a poco fue ganándose la confianza del técnico y de sus compañeros. Y ahora, mira vos, es una de las sensaciones agradables de la selección nacional. Una carta sorpresa que puede darle muchas alegrías a nuestros fanáticos.
Pero no olvidemos que el fútbol es impredecible. Un día estás arriba, al siguiente abajo. Por eso, es importante mantener los pies en la tierra, seguir trabajando duro y no confiarse. Vargas lo sabe, y por eso insiste en que aún le falta mucho por recorrer. Que este es solo el comienzo de un nuevo capítulo en su carrera deportiva. Él entiende que el éxito no llega por arte de magia, sino gracias al esfuerzo, la perseverancia y la dedicación. Ahí está el secreto, diay.
En fin, la llegada de Vargas a la selección pinta prometedor. Con la mezcla correcta de jóvenes talentosos y veteranos experimentados, podríamos estar viendo un renacer del fútbol costarricense. ¿Creen ustedes que Vargas podrá cumplir su sueño de debutar en un Mundial y llevar a la Tricolor a nuevas alturas, o creen que aún le falta madurar para asumir semejante responsabilidad? ¡Déjenme leer sus opiniones en los comentarios!
