Yo vengo a dar mi testimonio (hehehe) sobre un pandereta como dominicano que se sube o subía en los buses de Santa Ana. La trama del mae comienza desde la parada de la Coca-Cola antes de que la gente se suba al bus, normalmente busca conversación con alguien o lleva ya a alguien para hacer la pantomima.
Se pone a hablar de todos los trabajos "buenísimos" que ha tenido en hoteles y varas relacionadas al turismo y blah blah blah. Obviamente, después viene la hablada del por qué lo dejó, diciendo que las fiestas con licores finos, drogas, mujeres (y uno que otro hombre) lo estaban llevando a las garras del demonio... pero... OH MY GOD! (como diría Jill Paer), el mae vió la luz! alabado-sea-jebus! y se alejó de esa vida de perdición, fornicación y lujuria para dedicarse a salvar a los demás de caer en lo mismo y ZAZ! que se suelta con un rap arrata'o pandereta, eso si de creación propia.
Luego de un rato de rappear, echarse habladas de testimonios de "conocidos" y una que otra cita bíblica... y volver a rappear, a alguien lo inunda el espíritu santo o Distemper o El Willawaw o saber que y tiene una epifanía por lo que el mae se le acerca y comienza a rezar con el mae y a montar quilombo.
(Nota: Recuerden que todo esto está pasando en un bus mientras yo estoy con cara de "WTF" con la música a full para no tener que aguantarme el rap pandereta).
Cuando ya me toca bajarme, evito acercármele al mae y huir por la derecha. A lo lejos se ve el bus andando y el mae ahí de pie sigue en el pasillo en el ride ese. Nunca he visto cuando termina el teatro, al rato y al final hay magia o aunque sea juego de pólvora.
Fast forward al fin de semana: Me pego una de esas fiestas monumentales (con su respectiva y no menos monumental goma al día siguiente) y me convencen los compas de ir a Chepe a algún chinchorro de mala muerte que siga abierto y que tenga Karaoke... Lonche...etc-me-agüevás!. Llegamos ahí, pedimos las birras, los compas se van a revisar el catálogo de canciones (que generalmente consiste en música no posterior a 1960) y oigo una voz que se me hace conocida... Si... El Dominicano rapero del bus, bien hasta las chanclas y más trabado que tuerca de muelle ahí cantando, con un grupo de maes que daban miedo y con una pinta de dealers y pimps que nadie podía negar.
No he vuelto a viajar en bus así que no sé si el mae seguirá con la misma vara, pero si alguien lo ha visto, de fijo va a saber de lo que hablo.
Lo que se termina ganando esta gente es que uno le pierda confianza a todos por parejo, sin importar si están verdaderamente necesitados, puesto que no hay forma de diferenciarlos. Yo lo que hago es basarme en la actuación, si montaron bien el espectáculo y se oye al menos un poco creíble, original o entretenido les doy algo, sino no.