¡Ay, Dios mío! Esto sí que fue de película, pura adrenalina. Resulta que un grupo de adultos mayores, luego de celebrar el cumple número sesenta de doña Víctora, tuvieron un susto de muerte en San Vito de Coto Brus. Un percance que, según los testigos, parecía sacado de una película de acción, pero afortunadamente, todos resultaron ilesos. ¡Imagínate el quite!
Todo empezó el miércoles pasado, alrededor de las tres de la tarde. Doña Víctora y su esposo, don Víctor Camareno, iban regresando contentos a casa después de la celebración familiar. Según nos contó don Víctor, estaban platicando y riendo cuando, de repente, ¡bum!, el carro empezó a comportarse raro. Parece que le jugó una mala pasada algún componente, porque la cosa se puso fea rápido.
“Primero, quiero darle gracias a Dios por habernos dado otra oportunidad”, compartió don Víctor en entrevista con nuestro compañero Wilson Quesada. “Mientras intentábamos salir de la calle, un vehículo de Palo Mango apareció de frente. Mi carro, de pronto, se aceleró sin control. ¡Temí que explotáramos ahí mismo!”, exclamó con evidente emoción. Don Víctor relata que trató de tomar el control, pero la velocidad era demasiada.
Para evitar una colisión frontal, don Víctor tomó una decisión arriesgada: apuntó hacia un camino lateral que lleva a un gimnasio y usó una rampa para intentar reducir la velocidad. Pero la cosa no terminó ahí. “El carro voló, pasando encima de otro carro, y finalmente se metió hasta adentro del gimnasio. Allí, el carro se paró con pérdida total, ¡una lástima por el bulto!”, agregó resignado. Esto sí que fue un brete, diay.
Las cámaras de seguridad del gimnasio captaron el momento exacto del incidente, mostrando imágenes impactantes del vehículo elevándose en el aire y aterrizando dentro del establecimiento. Según informan los Bomberos, llegaron al lugar rápidamente para rescatar a dos personas que quedaron atrapadas dentro del vehículo. La Cruz Roja también prestó auxilio inmediato, trasladando a los heridos a centros médicos cercanos. Por suerte, solo fueron algunos rasguños y golpes leves, nada grave, gracias a Dios.
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de mantener nuestros vehículos en óptimas condiciones y revisar periódicamente el estado técnico. Un simple desperfecto puede convertirse en una tragedia, como bien lo sabe don Víctor y su familia. Además, resalta la necesidad de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito, especialmente en zonas rurales donde las carreteras pueden presentar algunas irregularidades. ¡La prudencia nunca viene mal!
Don Víctor asegura que este incidente fue totalmente impredecible y que no pudo hacer nada para evitarlo. “Gracias a Dios estamos vivos. Es importante que la gente sepa que esto no se podía prever, fue algo que simplemente pasó”, sentenció. Doña Víctora, aunque aún visiblemente afectada por el shock, expresó su alivio por haber sobrevivido a este desafortunado episodio. Ambos reafirmaron su agradecimiento a Dios y a todas las personas que les brindaron apoyo y asistencia en esos momentos críticos. Una verdadera muestra de solidaridad tica, qué chiva.
Ahora, me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían implementarse para mejorar la seguridad vial en zonas rurales como Coto Brus y prevenir accidentes similares en el futuro? ¿Serían suficientes campañas de concientización, mejoras en las carreteras o controles técnicos vehicular más estrictos?
Todo empezó el miércoles pasado, alrededor de las tres de la tarde. Doña Víctora y su esposo, don Víctor Camareno, iban regresando contentos a casa después de la celebración familiar. Según nos contó don Víctor, estaban platicando y riendo cuando, de repente, ¡bum!, el carro empezó a comportarse raro. Parece que le jugó una mala pasada algún componente, porque la cosa se puso fea rápido.
“Primero, quiero darle gracias a Dios por habernos dado otra oportunidad”, compartió don Víctor en entrevista con nuestro compañero Wilson Quesada. “Mientras intentábamos salir de la calle, un vehículo de Palo Mango apareció de frente. Mi carro, de pronto, se aceleró sin control. ¡Temí que explotáramos ahí mismo!”, exclamó con evidente emoción. Don Víctor relata que trató de tomar el control, pero la velocidad era demasiada.
Para evitar una colisión frontal, don Víctor tomó una decisión arriesgada: apuntó hacia un camino lateral que lleva a un gimnasio y usó una rampa para intentar reducir la velocidad. Pero la cosa no terminó ahí. “El carro voló, pasando encima de otro carro, y finalmente se metió hasta adentro del gimnasio. Allí, el carro se paró con pérdida total, ¡una lástima por el bulto!”, agregó resignado. Esto sí que fue un brete, diay.
Las cámaras de seguridad del gimnasio captaron el momento exacto del incidente, mostrando imágenes impactantes del vehículo elevándose en el aire y aterrizando dentro del establecimiento. Según informan los Bomberos, llegaron al lugar rápidamente para rescatar a dos personas que quedaron atrapadas dentro del vehículo. La Cruz Roja también prestó auxilio inmediato, trasladando a los heridos a centros médicos cercanos. Por suerte, solo fueron algunos rasguños y golpes leves, nada grave, gracias a Dios.
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de mantener nuestros vehículos en óptimas condiciones y revisar periódicamente el estado técnico. Un simple desperfecto puede convertirse en una tragedia, como bien lo sabe don Víctor y su familia. Además, resalta la necesidad de conducir con precaución y respetar las normas de tránsito, especialmente en zonas rurales donde las carreteras pueden presentar algunas irregularidades. ¡La prudencia nunca viene mal!
Don Víctor asegura que este incidente fue totalmente impredecible y que no pudo hacer nada para evitarlo. “Gracias a Dios estamos vivos. Es importante que la gente sepa que esto no se podía prever, fue algo que simplemente pasó”, sentenció. Doña Víctora, aunque aún visiblemente afectada por el shock, expresó su alivio por haber sobrevivido a este desafortunado episodio. Ambos reafirmaron su agradecimiento a Dios y a todas las personas que les brindaron apoyo y asistencia en esos momentos críticos. Una verdadera muestra de solidaridad tica, qué chiva.
Ahora, me pregunto, ¿qué medidas creen ustedes que deberían implementarse para mejorar la seguridad vial en zonas rurales como Coto Brus y prevenir accidentes similares en el futuro? ¿Serían suficientes campañas de concientización, mejoras en las carreteras o controles técnicos vehicular más estrictos?
