Yo me considero un voyerista de primera.
Desde que tengo memoria, desde cuando yo era un cachorrito, siempre me dio curiosidad el observar a las chicas por debajo de sus faldas, y desde que lo hice por primera vez "ME QUEDÓ GUSTANDO", hasta tal punto que no puedo ver a una chica en faldas o en ropas que se transparentan, porque trato, a más no poder, de intentar poder verles su tanga o ropa interior, deseando poder tener rayos "X" para poder desnudarlas con mi vista.
Y ni qué decir, cuando estoy en mi casa o en la casa de cualquiera y una chica se mete a bañar, y más cuando escucho el agua caer, lo que me indica que dicha chica ya se encuentra encuerada y que el agua está acariciando su delicado cuerpo, lo que me provoca un gran morbo y me impulsa a observar, con lujo de detalles, la puerta y paredes del baño, con la intención de poder encontrar algún tipo de agujero y así poder lograr el "espiar" o "samuelear" a tan sabrosa dama.
Mi enfermedad a llegado a tal punto que, en mi casa o en la de mis familiares, e logrado hacer algún tipo de agujero, camuflándolo de alguna forma, para que no lo puedan encontrar tan fácilmente y así "ariscar" a mi anfitriona, o que aún peor, me tapen el huequito y no pueda lograr mi objetivo.
Creo que eso me viene de herencia, ya que, desde niño, le hice algunos agujeritos un poco camuflados, al baño de mi casa y así poder samuelear a mi hermana, pero dichos huequitos los hice muy pequeños para que no fueran ser descubiertos tan fácilmente, y me los fueran a tapar, por lo que, cuando me asomaba por ellos, para tratar de ver desnuda a mi hermana, solamente podía observar una leve silueta, pero no era mucha cosa lo que se lograba ver, por lo que siempre quedaba con la intriga y deseo de poder ver un cuerpo femenino desnudo, cosa que no había podido lograr hacer hasta ese momento, aunque lo intenté de todas las formas posibles.
Pero, una tarde de tantas, mi mamá salió a realizar unas diligencias al centro de la cuidad y en mi casa quedamos solamente mi papá, mi hermana y yo. Al estar mi papá en casa, supe que yo no podría intentar hacer ninguna maniobra para espiar. Mi hermana, quien es mucho mayor que yo, decidió meterse a bañar, lo que me molestó mucho, por no poder hacer nada, pero me entró una gran curiosidad, ya que dicho baño se encuentra pegado al cuarto de mis padres y al momento de que mi hermana entró a ducharse, mi papá entró a su cuarto y corrió la cortina, aprovechando que yo me encontraba jugando en el fondo del patio; lo que él no analizó, es que yo estaba atento para ver en qué momento él se descuidaba para yo intentar poder ver algo de piel, por lo que me encontraba atento a todos los movimiento que él hacía, esperando un descuido de su parte.
Al ver la maniobra que él hizo, al meterse al cuarto y cerrar la cortina, en el preciso momento en que mi hermana se metió a la ducha, aproveché para irme de forma sigilosa, por la parte de atrás del cuarto y lograr verlo por uno de los orificios que permitían observar parte del interior de dicho cuarto, lo que pude observar que él había quitado un pequeño estante que él tenía colgado en la pared y se encontraba samueleando a mi hermana a través de un agujero que él había hecho en la pared y tenía oculto. Eso me dio mucho morbo y me excitó en gran sobremanera, donde mi cerebro empezó a revolotear y con el deseo de que, en otra ocasión, en que me encontrara solo con mi hermana cuando ella se metiera al baño, ir a apartar ese estante y así poder saber cual era la vista que tuvo mi padre en ese preciso momento.
Esa oportunidad se me dio a no tan largo plazo, puesto que casi siempre nos quedábamos mi solos mi hermana y yo, por lo que me encontraba desesperado y con unas fuertes ansias de que mi hermana deseara darse una ducha, pero como que las horas, los minutos y los segundos de espera, me parecían siglos, hasta que ella me pidió que le hiciera un favor, ya que íbamos a ir donde mi abuela y ella necesitaba llevar unas cosas allá, por lo que me indicó, que para no atrasarnos y mientras ella se metía a bañarse, yo buscara las cosas y las echara en una bolsa; esa observación de mi hermana hizo que mi corazón estallara y se acelerara en gran magnitud, por lo que era el momento que yo tanto estaba esperando.
Cuando ella se metió al baño, yo corrí a buscar las cosas que ella me pidió y así estar libre para poder intentar mi maniobra, claro, estando al tanto de escuchar el agua caer, eso para poder ir a quitar e estante colgado en la pared y que cualquier ruido que yo hiciera en dicha maniobra, fuera camuflado por el ruido del agua.
Ese momento llegó, y cuando escuché el primer sonido del agua caer, me fui sigilosamente al lugar deseado, aparté el estante y pude ver un agujero bastante amplio en la pared, el cual se disimulaba, por otro estante colgado por dentro del baño, el cual tapaba en su totalidad dicho hueco, solo que ese otro estante se encontraba no pegado a la pared, pues mi papá se las ingenió para ponerle como una especie de calza, para que ese estante estuviera como a un centímetro de distancia de la pared y dicho hueco estaba en el borde inferior del estante, lo que permitía un panorama perfecto de toda la parte genital, hasta un poco más arribita de su ombligo.
Esa fue la primera vez que conocí los genitales femeninos, y les puedo decir, que quedé encantado de eso, a tal punto que, de eso ya han pasado como 43 años y lo recuerdo como el primer día, y me excito también "como el primer día".
Después de ese día, puedo decir que he logrado espiar cualquier cantidad de chicas desnudas, sea cuando se están cambiando de ropa o cuando se encuentran duchándose, camuflando muy bien los agujeritos que yo mismo he confeccionado o que la naturaleza pone a mi favor.
