¡Ay, mi gente! Aquí les va una noticia que me levantó el ánimo. Resulta que el Ride Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud tuvo una actividad padrisima: un taller de yoga para los abuelitos y abuelitas de nuestro país. Una iniciativa súper bonita que nos recuerda que nunca es tarde para cuidarnos y encontrar momentos de tranquilidad, ¿verdad?
Este taller, organizado por Yoga Inclusivo Costa Rica, no es exclusivo para la tercera edad. Estos cracks trabajan con muchísimas poblaciones vulnerables – gente con discapacidad, privados de libertad e incluso comunidades en zonas de conflicto. Se rifan llevando bienestar a quienes más lo necesitan, qué carga de corazón tienen estos señores.
El evento se realizó en Sendero, un centro cultural chévere allá por Barrio Escalante, donde siempre hay cosas interesantes pasando. Desde exhibiciones hasta conciertos, Sendero es un hervidero de cultura. Imagínate, entre tanta bulla, un espacio dedicado a la calma y el equilibrio... ¡una maravilla!
Lo que más me gustó es que los instructores de Yoga Inclusivo no solo enseñan poses, sino que transmiten una filosofía de vida basada en la paz y el gozo. Dicen que se esfuerzan por crear una comunidad mejor a través de sus enseñanzas, trabajando con compromiso y dedicación. ¡Eso sí que es inspirador!
Y hablando de compromiso, también visitan comunidades desatendidas, esas que a veces olvidamos. Llegan a zonas en riesgo o a lugares donde hay conflictos, ofreciendo un respiro y herramientas para afrontar la vida. Nos damos cuenta de que el yoga es mucho más que estirarse; es una forma de fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu, especialmente para aquellos que enfrentan situaciones difíciles.
Si quieren saber más de esta linda iniciativa, pueden escribirlos al whatsapp 83905751 o visitar su página web www.yogainclusivocr.com. Ahí encontrarán información detallada sobre sus programas y cómo pueden colaborar. ¡Dale, apoya este brete tan positivo!
En fin, esta experiencia me hizo pensar en lo importante que es promover la inclusión social y brindar oportunidades para todas las personas, sin importar su edad o condición. A veces, necesitamos un pequeño empujón para reconectar con nosotros mismos y encontrar la paz interior, y esto demuestra que el yoga puede ser una herramienta poderosa para lograrlo. También me acordé de mi abuíta, que siempre dice “lo importante es estar bien a pesar de todo”.
Ahora, me pregunto: ¿Ustedes creen que deberíamos incorporar clases de yoga gratuitas en los centros comunitarios de nuestros barrios? ¿Sería una buena manera de mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y fomentar un ambiente más tranquilo y saludable en nuestras comunidades? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
Este taller, organizado por Yoga Inclusivo Costa Rica, no es exclusivo para la tercera edad. Estos cracks trabajan con muchísimas poblaciones vulnerables – gente con discapacidad, privados de libertad e incluso comunidades en zonas de conflicto. Se rifan llevando bienestar a quienes más lo necesitan, qué carga de corazón tienen estos señores.
El evento se realizó en Sendero, un centro cultural chévere allá por Barrio Escalante, donde siempre hay cosas interesantes pasando. Desde exhibiciones hasta conciertos, Sendero es un hervidero de cultura. Imagínate, entre tanta bulla, un espacio dedicado a la calma y el equilibrio... ¡una maravilla!
Lo que más me gustó es que los instructores de Yoga Inclusivo no solo enseñan poses, sino que transmiten una filosofía de vida basada en la paz y el gozo. Dicen que se esfuerzan por crear una comunidad mejor a través de sus enseñanzas, trabajando con compromiso y dedicación. ¡Eso sí que es inspirador!
Y hablando de compromiso, también visitan comunidades desatendidas, esas que a veces olvidamos. Llegan a zonas en riesgo o a lugares donde hay conflictos, ofreciendo un respiro y herramientas para afrontar la vida. Nos damos cuenta de que el yoga es mucho más que estirarse; es una forma de fortalecer el cuerpo, la mente y el espíritu, especialmente para aquellos que enfrentan situaciones difíciles.
Si quieren saber más de esta linda iniciativa, pueden escribirlos al whatsapp 83905751 o visitar su página web www.yogainclusivocr.com. Ahí encontrarán información detallada sobre sus programas y cómo pueden colaborar. ¡Dale, apoya este brete tan positivo!
En fin, esta experiencia me hizo pensar en lo importante que es promover la inclusión social y brindar oportunidades para todas las personas, sin importar su edad o condición. A veces, necesitamos un pequeño empujón para reconectar con nosotros mismos y encontrar la paz interior, y esto demuestra que el yoga puede ser una herramienta poderosa para lograrlo. También me acordé de mi abuíta, que siempre dice “lo importante es estar bien a pesar de todo”.
Ahora, me pregunto: ¿Ustedes creen que deberíamos incorporar clases de yoga gratuitas en los centros comunitarios de nuestros barrios? ¿Sería una buena manera de mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y fomentar un ambiente más tranquilo y saludable en nuestras comunidades? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
