Anilingus - Wikipedia, la enciclopedia libre
La práctica sexual del
anilingus es el contacto entre boca y ano. Esta práctica es también conocida como
beso negro.
[h=2]Riesgos para la salud y prevención[/h] Existen numerosos problemas de salud que podrían presentarse como consecuencia de una práctica inadecuada del anilingus, debido a la presencia de bacterias, virus o parásitos alrededor y/o dentro del ano o recto. Éstos incluyen
Hepatitis A,
Hepatitis C,
Hepatitis B,
lombriz intestinal,
Clamidia,
Papilomavirus humano (PVH),
Gonorrea,
herpes, entre otras
enfermedades de transmisión sexual. Aunque hay que recordar que no solamente por este tipo de práctica se pueden adquirir las enfermedades de transmisión sexual.[SUP]
1[/SUP] Aproximar la boca a los genitales inmediatamente después de haberla introducido en el ano puede provocar el ingreso accidental de
bacterias Escherichia coli ("
E. coli") en la uretra, causando una
infección del tracto urinario. El
VIH/SIDA no parece ser fácilmente transmisible a través de esta práctica, pero los expertos afirman que existe cierto riesgo de contagio.[SUP]
2[/SUP]
La práctica frecuente del anilingus con parejas casuales incrementa los riesgos de salud asociados a la práctica. Generalmente, las personas que padecen de infecciones transmitidas a través del anilingus pueden parecer saludables, como sucede con la mayoría de las personas contagiadas con una infección de transmisión sexual. Si ambos miembros de la pareja saben que poseen un historial saludable, hay un riesgo menor de contraer algún virus o parásito. Algunos
parásitos pueden encontrarse en las heces si se consume carne poco cocida. Rastros de
hepatitis A en las heces sólo son probables si la persona infectada ha comido alimentos contaminados. La
hepatitis C es rara pero posible si el receptor del acto presenta sangre en el ano o en las heces.
Si el receptor del acto tiene heridas o llagas abiertas en sus genitales, o si el ejecutor del acto tiene heridas o llagas en la boca, e incluso sangrado de encías, se incrementa el riesgo de transmisión de ETS. Cepillar los dientes, usar hilo dental, curaciones dentales recientes, o incluso ingerir comidas crocantes, como patatas fritas relativamente pronto antes o después de realizar el contacto, también elevan el riesgo de transmisión, porque todas estas actividades pueden causar pequeños cortes en los labios, mejillas y paladar. Estas heridas, aun cuando fueran
microscópicas, aumentan las posibilidades de contraer alguna
ETS que pueda ser transmitida oralmente bajo estas circunstancias. Un contacto de este tipo puede también conllevar a infecciones más comunes originadas por
bacterias y
virus que existen, rodean y son segregadas en la región anal.
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