Interesante libro, pero si no está en digital al menos en español. Por algunos comentarios que leí y por lo que se explica aquí sus argumentos son indirectos, ejemplo es como la justificación de Dios por la ley de la entropía. Esta ultima dice que el universo y la naturaleza tiende al caos (segunda ley termodinámica). Si dejamos digamos un animal en una juguetería o una manzana por naturaleza se descompone, y va a salir un caos, por ende si en la naturaleza no hay caos, hay un orden y hay vida, es porque existe Dios. Sólo un argumento indirecto no conclusivo.
Lo que sí veo, y tal vez es lo que Flew nos trata de decir en el fondo, y que aquí en este foro se pasa por alto es como se endiosa a la razón por muchos, cuando ya desde el siglo XIX, Nietsche y otros habían dicho "Dios ha muerto", pero también los filósofos dijeron a la vez "La razón ha muerto". La razón vale pero es un instrumento limitado para entender el mundo. Por ello las ideologías, los sistemas de pensamiento fuerte, se desecharon hace años, aquí en CR vacilón porque hay politiquillos con ideologías, es decir con esquemas de pensamiento subjetivos que quieren hacer encajar la realidad dentro de sus marcos mentales todavía como hace 150 años.
El postmodernismo, el relativismo actual de las ideas y la idea de que la razón en sí misma puede justificarlo todo, son constantes, que nos dicen hoy que no hay verdades absolutas, sólo visiones parciales, por eso en moral y otros campos es ilógico los absolutismos, y menos los dogmáticos. Mucha prudencia con la razón, Hitler era un gran racionalista.
Esta lógica es una herencia que viene desde Aristóteles, útil en cierta forma pero ya descartada, y que influenció también las nociones cristiana del mal-el bien, el alma-el cuerpo, vida-muerte, dualismos negativos de la mente y otros conceptos parcializados del mundo.
"Es que la realidad con que se enfrenta el pensador no es digerible por el pensamiento racional (Nietzsche, Jung, Popper, etc.). Y más aún: el propio ser humano, sus sentimientos, su más íntima mismidad, no pueden ser expresados con palabras ni explicados con racionalidad.
“El pensamiento racional, el pensamiento lógico y metafísico, no puede comprender más que aquellos objetos que se hallan libres de contradicción y que poseen una verdad y naturaleza consistente. Pero esta homogeneidad es precisamente la que no encontramos jamás en el hombre.” Las trampas de Occidente, Carlos Monterroso