Para meter más carbón, el último día que amanecimos me agarró y me pegó una clase de culiada, ella era así cuando quería se soltaba y se convertía en una especie de pantera, uno no podía jugar de culiador con ella, era demasiado buena en eso.
Por cierto después me di cuenta que unos chavales de mantenimiento del hotel, que andaban por ahí, se dieron cuenta o samuelearon por una ventana porque cuando hicimos el check out, se asomaron a verle el culote con gestos disimulados. Ah y otra vara, cuando se vestía bien guapa era un broncon andar con ella, los maes agarraban varas.