El Ministerio de Salud de Costa Rica ha confirmado recientemente dos nuevos casos de miasis por gusano barrenador en humanos, elevando el total a 17 personas afectadas por esta grave enfermedad parasitaria. La creciente incidencia de esta infección ha encendido las alarmas en el país, que enfrenta un desafío significativo en el control y prevención de la enfermedad.
La miasis es causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, conocidas comúnmente como gusano barrenador. Estas larvas infestan tejidos vivos, provocando daños severos que pueden llevar a la pérdida de la función de órganos y, en casos extremos, la muerte. La transmisión ocurre cuando la mosca deposita sus huevos en heridas abiertas o en mucosas, y las larvas luego penetran y se alimentan del tejido, causando lesiones graves.
Desde el primer caso registrado en humanos en febrero de 2024 en Pavones de Golfito, la enfermedad se ha extendido a diversas regiones del país, incluyendo Coto Brus, Golfito, Corredores, Los Chiles y Santa Ana. Este aumento de casos ha llevado a las autoridades a declarar una emergencia sanitaria en febrero, tras la detección de más de 200 casos en ganado, caballos, cerdos, ovejas y perros.
Los síntomas de la miasis en humanos incluyen la presencia de larvas visibles en heridas abiertas, dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento y un olor fétido debido a la descomposición del tejido. La infección puede generar secreción de pus o sangre, indicando una infección secundaria además de la infestación parasitaria.
Para combatir esta plaga, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) ha implementado medidas innovadoras, como la liberación de moscas estériles que compiten con las moscas portadoras del gusano barrenador. Esta técnica busca reducir la reproducción de la mosca portadora y, en consecuencia, disminuir la incidencia de la enfermedad. SENASA ha dispersado en Costa Rica 30 millones de moscas por semana, adaptando estas moscas en un laboratorio para mejorar su eficacia.
A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo crítica. El Ministerio de Salud ha instado a la población a mantener una vigilancia estricta, especialmente en el cuidado de heridas y úlceras, que pueden ser puntos de entrada para las larvas. Se recomienda mantener una higiene adecuada y buscar atención médica inmediata ante cualquier signo de infestación.
El aumento en los casos de miasis subraya la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva para proteger tanto a la población humana como a los animales. Las autoridades sanitarias continúan monitoreando la situación y trabajando en la implementación de estrategias de control y prevención para evitar un mayor número de infecciones y muertes.
La miasis es causada por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, conocidas comúnmente como gusano barrenador. Estas larvas infestan tejidos vivos, provocando daños severos que pueden llevar a la pérdida de la función de órganos y, en casos extremos, la muerte. La transmisión ocurre cuando la mosca deposita sus huevos en heridas abiertas o en mucosas, y las larvas luego penetran y se alimentan del tejido, causando lesiones graves.
Desde el primer caso registrado en humanos en febrero de 2024 en Pavones de Golfito, la enfermedad se ha extendido a diversas regiones del país, incluyendo Coto Brus, Golfito, Corredores, Los Chiles y Santa Ana. Este aumento de casos ha llevado a las autoridades a declarar una emergencia sanitaria en febrero, tras la detección de más de 200 casos en ganado, caballos, cerdos, ovejas y perros.
Los síntomas de la miasis en humanos incluyen la presencia de larvas visibles en heridas abiertas, dolor intenso, hinchazón, enrojecimiento y un olor fétido debido a la descomposición del tejido. La infección puede generar secreción de pus o sangre, indicando una infección secundaria además de la infestación parasitaria.
Para combatir esta plaga, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) ha implementado medidas innovadoras, como la liberación de moscas estériles que compiten con las moscas portadoras del gusano barrenador. Esta técnica busca reducir la reproducción de la mosca portadora y, en consecuencia, disminuir la incidencia de la enfermedad. SENASA ha dispersado en Costa Rica 30 millones de moscas por semana, adaptando estas moscas en un laboratorio para mejorar su eficacia.
A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue siendo crítica. El Ministerio de Salud ha instado a la población a mantener una vigilancia estricta, especialmente en el cuidado de heridas y úlceras, que pueden ser puntos de entrada para las larvas. Se recomienda mantener una higiene adecuada y buscar atención médica inmediata ante cualquier signo de infestación.
El aumento en los casos de miasis subraya la necesidad de una respuesta coordinada y efectiva para proteger tanto a la población humana como a los animales. Las autoridades sanitarias continúan monitoreando la situación y trabajando en la implementación de estrategias de control y prevención para evitar un mayor número de infecciones y muertes.
