¡Echa, pura vida, mi gente! Este finde tenemos planes bien bacanes para disfrutar en familia y recordar por qué somos un país que apuesta por la paz. El Museo Nacional va a estar encendido este domingo 23 de noviembre con el Festival de la Abolición, un evento pa’ recordarnos que nos andamos por la onda de vivir tranquilos y sin guerras.
Si te acuerdas, hace rato que le damos gracias al cielo porque desde 1948, cuando el país decidió abolir el ejército, hemos apostado por la educación, la salud y un desarrollo sostenible. Y este festival es justo eso: una celebración de esa decisión histórica y una oportunidad pa' que todos nos juntemos y compartamos valores de convivencia y respeto. El museo siempre ha sido un espacio clave para entender nuestro pasado, y ahora, se convierte en escenario pa' celebrar nuestro presente y proyectar un futuro lleno de armonía, ¿me entiendes?
Desde las nueves de la mañana, la plaza del museo se llenará de ritmo y color. El Coro de Primaria del Conservatorio de Castella va a abrirle el camino con unas melodías típicas que nos van a poner los pelos de punta, ¡y encima son mañitas aprendiendo a valorar nuestra cultura! Después, el talentoso grupo de teatro Contraluz nos va a presentar una adaptación de “Caminito del Mar”, un cuentito de José Fernando Álvarez que te toca el corazón y te recuerda la importancia de la unión familiar y comunitaria. Así que llévate los niños, el abuelito... ¡todos van a disfrutar!
Y ni hablar de la Orquesta Sinfónica Infantil del Instituto Nacional de la Música, que a las once y media nos va a regalar un concierto espectacular dirigido por el maestro Alejandro Acuña Moreira. Imagínate el ambiente, con música de primera, arte vibrante y la brisa fresca de la tarde… ¡una combinación perfecta pa' recargar energías! A ver si luego no me andan pidiendo que toque el trombón, ¡yo me lavo!, jejeje.
Pero bueno, la vaina no se acaba ahí, chunches. También tendremos una feria artesanal bien chévere con más de diez emprendedores mostrando sus creaciones. Desde máscaras de Boruca hechas a mano por don Israel Leiva, hasta tejidos tradicionales de Quitirrisí, pasando por artículos hechos con materiales naturales por Burío de Mónica Gamboa. ¡Y a precios accesibles, eh! Así que ya sabes, si quieres apoyar el talento nacional y llevarte un recuerdito único, este es el lugar indicado. Y pa’ las damas, Tatiana Vargas trae su joyería en plata TATIVA, que está a full, ¡y Adriana Morales con sus obras de alambre y cristales que son pura magia visual! Además, el museo tendrá un stand con publicasiones interesantes para aprender aún más sobre nuestra historia.
El equipo del Museo Nacional está super contento de poder organizar este festival y dicen que buscan “acercar a las familias a nuestra historia y celebrar juntos los valores de paz”. Me parece una iniciativa padrisima, porque a veces uno se olvida de cuánto hemos avanzado como país y de lo importante que es mantener viva la llama de la armonía y la tolerancia. Que aprovechemos este día pa’ reflexionar sobre el papel de la paz en nuestras vidas y en el mundo entero, ¿no les parece?
En fin, mi consejo es que no se pierdan este evento. Pura diversión, cultura y buenas vibras en un mismo lugar. Anímate a invitar a tus amigos y familiares, prepara la cámara pa' capturar esos momentos especiales y prepárate pa' disfrutar de un domingo diferente. Pero dime, ¿crees que los jóvenes costarricenses realmente valoramos la importancia de la abolición del ejército y los beneficios que esto ha traído a nuestro país? ¿O estamos demasiado distraídos con la tecnología y olvidándonos de nuestra rica historia?
Y ahora, respondeme esto, mi raza: ¿qué otras formas podríamos impulsar la cultura de paz en nuestras comunidades y asegurarnos de que las nuevas generaciones entiendan el legado de la abolición del ejército en Costa Rica?
Si te acuerdas, hace rato que le damos gracias al cielo porque desde 1948, cuando el país decidió abolir el ejército, hemos apostado por la educación, la salud y un desarrollo sostenible. Y este festival es justo eso: una celebración de esa decisión histórica y una oportunidad pa' que todos nos juntemos y compartamos valores de convivencia y respeto. El museo siempre ha sido un espacio clave para entender nuestro pasado, y ahora, se convierte en escenario pa' celebrar nuestro presente y proyectar un futuro lleno de armonía, ¿me entiendes?
Desde las nueves de la mañana, la plaza del museo se llenará de ritmo y color. El Coro de Primaria del Conservatorio de Castella va a abrirle el camino con unas melodías típicas que nos van a poner los pelos de punta, ¡y encima son mañitas aprendiendo a valorar nuestra cultura! Después, el talentoso grupo de teatro Contraluz nos va a presentar una adaptación de “Caminito del Mar”, un cuentito de José Fernando Álvarez que te toca el corazón y te recuerda la importancia de la unión familiar y comunitaria. Así que llévate los niños, el abuelito... ¡todos van a disfrutar!
Y ni hablar de la Orquesta Sinfónica Infantil del Instituto Nacional de la Música, que a las once y media nos va a regalar un concierto espectacular dirigido por el maestro Alejandro Acuña Moreira. Imagínate el ambiente, con música de primera, arte vibrante y la brisa fresca de la tarde… ¡una combinación perfecta pa' recargar energías! A ver si luego no me andan pidiendo que toque el trombón, ¡yo me lavo!, jejeje.
Pero bueno, la vaina no se acaba ahí, chunches. También tendremos una feria artesanal bien chévere con más de diez emprendedores mostrando sus creaciones. Desde máscaras de Boruca hechas a mano por don Israel Leiva, hasta tejidos tradicionales de Quitirrisí, pasando por artículos hechos con materiales naturales por Burío de Mónica Gamboa. ¡Y a precios accesibles, eh! Así que ya sabes, si quieres apoyar el talento nacional y llevarte un recuerdito único, este es el lugar indicado. Y pa’ las damas, Tatiana Vargas trae su joyería en plata TATIVA, que está a full, ¡y Adriana Morales con sus obras de alambre y cristales que son pura magia visual! Además, el museo tendrá un stand con publicasiones interesantes para aprender aún más sobre nuestra historia.
El equipo del Museo Nacional está super contento de poder organizar este festival y dicen que buscan “acercar a las familias a nuestra historia y celebrar juntos los valores de paz”. Me parece una iniciativa padrisima, porque a veces uno se olvida de cuánto hemos avanzado como país y de lo importante que es mantener viva la llama de la armonía y la tolerancia. Que aprovechemos este día pa’ reflexionar sobre el papel de la paz en nuestras vidas y en el mundo entero, ¿no les parece?
En fin, mi consejo es que no se pierdan este evento. Pura diversión, cultura y buenas vibras en un mismo lugar. Anímate a invitar a tus amigos y familiares, prepara la cámara pa' capturar esos momentos especiales y prepárate pa' disfrutar de un domingo diferente. Pero dime, ¿crees que los jóvenes costarricenses realmente valoramos la importancia de la abolición del ejército y los beneficios que esto ha traído a nuestro país? ¿O estamos demasiado distraídos con la tecnología y olvidándonos de nuestra rica historia?
Y ahora, respondeme esto, mi raza: ¿qué otras formas podríamos impulsar la cultura de paz en nuestras comunidades y asegurarnos de que las nuevas generaciones entiendan el legado de la abolición del ejército en Costa Rica?
