¡Ay, Dios mío! Quién iba a decir que el redondel de Pedregal se iba a convertir en EL lugar para recibir el Año Nuevo. Se armó un movidazo tremendo, con gente de todas partes buscando un plan diferente para despedir el viejo y darle la bienvenida al 2025. La verdad, este pedegralito se ha ganado un respeto bien grande, se nota que le pusieronle ganas a la organización.
Para los que no estaban enterados, Toros a la Tica ya es una tradición guanacasteca que va creciendo cada año. No es solamente montar toros, sino un paquete completo de diversión para toda la familia. Desde hace tiempo, Pedregal se ha convertido en un imán para turistas nacionales e internacionales que quieren experimentar un poquito de nuestra cultura campera, y vaya que lo hacen con estilo. Este año no fue la excepción, aunque, díganlo en voz baja, algunos esperaban más espectáculo pirotécnico... ¡Pero bueno, cada quien!
Lo bacán de estos eventos es que tienen horarios para todos los gustos. Quien se levanta tempranito puede ir por la tarde, de 2:30 a 6:00, y quien prefiere salir hasta que oscurezca, puede disfrutar de las corridas nocturnas, que van de 7:00 p.m. a 10:00 p.m. Así nadie se pierde la onda, ni los abuelitos ni los chamacos. Además, para los más pequeños (y para los adultos también), hay un mundo de inflables y juegos mecánicos en las “Fiesticas” del Centro de Eventos Pedregal. ¡Un chivaton!
Dentro de la arena, la agenda taurina estuvo a todo motor. Campeonatos de monta donde los jinetes demostraron quién manda, toros de cacho que hacían temblar la tierra, dinámicas barrileras que mantenían al público al borde del asiento, carreras de mulas con sus patas cortitas dando vuelo… ¡Una locura! Y no nos olvidemos de las marching bands, las presentaciones circenses a cargo de Silbawalk (¡ese grupo siempre sorprende!), las cimarronas que te obligan a mover el pie, y comparsas llenas de color y alegría. Digamos que se respiraba un ambiente festivo pocas veces visto en estas zonas.
Hellen Camacho, la gerente comercial de Toros a la tica, estaba recontenta con la asistencia. Dijo que estaban emocionadísimos de recibir a tanta gente y ofrecerles “las mejores corridas del año y una fiesta completa”. Claramente, la inversión valió la pena porque el parque lucía espectacular. Se ve que se curraron mucho los organizadores para hacer de Pedregal el epicentro de la celebración de fin y principio de año. Claro que, con tanta gente, algunos se quejaron de la comida y los precios... ¡Pero qué vamos a querer!, eso siempre pasa en estos eventos masivos, ¿no?
Y hablando de temas prácticos, muchos se preguntan cómo llegar y cuánto cuesta. Bueno, Pedregal queda cerca de San José, así que es fácil acceder en carro o bus. Lo único es que te recomiendo salir con anticipación porque el tráfico se pone endemoniado, especialmente al caer la noche. En cuanto a los precios, varían dependiendo de la zona donde quieras sentarte, pero puedes encontrar opciones desde unos colonos hasta un buen par de plata. Al final, lo importante es pasarla bien, ¿verdad?
En resumen, Toros a la Tica logró consolidarse como uno de los eventos más populares para celebrar fin y principio de año en Costa Rica. Demostró que la tradición campera sigue viva y que hay espacio para combinar la adrenalina de las corridas con la alegría de la música y el entretenimiento familiar. Definitivamente, si buscas un plan diferente para recibir el 2025, ¡este era el lugar! Pero ojo, prepárate para aguantar un poquito de polvo y algarabía, ¡eso es parte del encanto!
Ahora, dime tú: ¿qué te pareció la propuesta de Toros a la Tica para este Año Nuevo? ¿Crees que deberían invertir más en fuegos artificiales o prefieres mantener el enfoque en la tradición campera y el espectáculo taurino?
Para los que no estaban enterados, Toros a la Tica ya es una tradición guanacasteca que va creciendo cada año. No es solamente montar toros, sino un paquete completo de diversión para toda la familia. Desde hace tiempo, Pedregal se ha convertido en un imán para turistas nacionales e internacionales que quieren experimentar un poquito de nuestra cultura campera, y vaya que lo hacen con estilo. Este año no fue la excepción, aunque, díganlo en voz baja, algunos esperaban más espectáculo pirotécnico... ¡Pero bueno, cada quien!
Lo bacán de estos eventos es que tienen horarios para todos los gustos. Quien se levanta tempranito puede ir por la tarde, de 2:30 a 6:00, y quien prefiere salir hasta que oscurezca, puede disfrutar de las corridas nocturnas, que van de 7:00 p.m. a 10:00 p.m. Así nadie se pierde la onda, ni los abuelitos ni los chamacos. Además, para los más pequeños (y para los adultos también), hay un mundo de inflables y juegos mecánicos en las “Fiesticas” del Centro de Eventos Pedregal. ¡Un chivaton!
Dentro de la arena, la agenda taurina estuvo a todo motor. Campeonatos de monta donde los jinetes demostraron quién manda, toros de cacho que hacían temblar la tierra, dinámicas barrileras que mantenían al público al borde del asiento, carreras de mulas con sus patas cortitas dando vuelo… ¡Una locura! Y no nos olvidemos de las marching bands, las presentaciones circenses a cargo de Silbawalk (¡ese grupo siempre sorprende!), las cimarronas que te obligan a mover el pie, y comparsas llenas de color y alegría. Digamos que se respiraba un ambiente festivo pocas veces visto en estas zonas.
Hellen Camacho, la gerente comercial de Toros a la tica, estaba recontenta con la asistencia. Dijo que estaban emocionadísimos de recibir a tanta gente y ofrecerles “las mejores corridas del año y una fiesta completa”. Claramente, la inversión valió la pena porque el parque lucía espectacular. Se ve que se curraron mucho los organizadores para hacer de Pedregal el epicentro de la celebración de fin y principio de año. Claro que, con tanta gente, algunos se quejaron de la comida y los precios... ¡Pero qué vamos a querer!, eso siempre pasa en estos eventos masivos, ¿no?
Y hablando de temas prácticos, muchos se preguntan cómo llegar y cuánto cuesta. Bueno, Pedregal queda cerca de San José, así que es fácil acceder en carro o bus. Lo único es que te recomiendo salir con anticipación porque el tráfico se pone endemoniado, especialmente al caer la noche. En cuanto a los precios, varían dependiendo de la zona donde quieras sentarte, pero puedes encontrar opciones desde unos colonos hasta un buen par de plata. Al final, lo importante es pasarla bien, ¿verdad?
En resumen, Toros a la Tica logró consolidarse como uno de los eventos más populares para celebrar fin y principio de año en Costa Rica. Demostró que la tradición campera sigue viva y que hay espacio para combinar la adrenalina de las corridas con la alegría de la música y el entretenimiento familiar. Definitivamente, si buscas un plan diferente para recibir el 2025, ¡este era el lugar! Pero ojo, prepárate para aguantar un poquito de polvo y algarabía, ¡eso es parte del encanto!
Ahora, dime tú: ¿qué te pareció la propuesta de Toros a la Tica para este Año Nuevo? ¿Crees que deberían invertir más en fuegos artificiales o prefieres mantener el enfoque en la tradición campera y el espectáculo taurino?