¡Ey, pura vida, mi gente del Foro! Prepárense porque este diciembre va a estar diferente, muy diferente. Olvídate de esos árboles repletos de bolas rojas chillones y guirnaldas verdes estridentes; parece que la Navidad 2025 quiere un respiro y nos trae una onda más relajada, más orgánica… digamos que ahora la Navidad es pa' disfrutarla con calma, sin estresarnos buscando cosas que no necesitamos.
Dicen los diseñadores y gurús de la moda que estamos entrando en una época donde ‘menos es más’. Ya no queremos ese boom de cosas brillosas y artificiales. Ahora la onda es conectar con la naturaleza, sentirnos tranquilos en nuestras casas y celebrar con conciencia. Imagínate, decorar con cosas que puedes volver a usar el año siguiente, materiales reciclados… hasta los pinos artificiales van a tener que adaptarse a esta nueva onda, ¡qué carga!
Y hablando de adaptación, el Instituto Pantone ya lanzó la bomba: el Mocha Mousse es el color estrella del 2025. ¿Qué es eso?, se preguntarán. Pues imagínate un café con leche calentito, ese colorcito terroso que te da paz en el alma. Eso es el Mocha Mousse. Lo vamos a ver en adornos, en manteles, en cortinas… ¡hasta en la cerámica de Navidad! Y vaya que le queda chiva combinado con unos toques de dorado champán, ahí le pegamos a la sofisticación.
Pero no solo Pantone está dando el visto bueno a los tonos tierra. Agencias como WGSN – que saben mucho de estas vainas – dicen que la gente está buscando reconectar con lo esencial. Queremos espacios que inviten a descansar, a platicar con la familia, a echarnos una siesta después de la cena de gallina india. Se acabó el morbo de tener la casa más llena que Santa Claus en víspera. Ahora, la onda es la comodidad y el buen ambiente, chunches que te hagan sentir en casa.
Entonces, qué colores van a dominar nuestras fiestas navideñas? Marrones, terracotas, chocolate… todos esos colores que nos recuerdan a la tierra. Combinarlos con metales cálidos como el cobre o el bronce le da un toque chic, pero sin caer en lo ostentoso. Es como mezclar lo rústico con lo elegante, diay, qué combinación más tuanis. Incluso los decoradores de renombre internacional están diciendo que estos colores funcionan perfecto tanto en casas modernas como en esas casitas coloniales que todavía tienen ese encanto antiguo.
Ahora, no piensen que el rojo y el verde desaparecieron por completo. ¡Para nada! Simplemente evolucionaron. El rojo burdeos y el verde salvia son sus versiones más maduras, más sofisticadas. Conservan el espíritu festivo, pero con un aire más tranquilo y moderno. Y si quieres darle un toque de lujo, combina esos tonos con detalles dorados o plateados. ¡Ya estamos viendo cómo le hacen brete a la navidad!
Si te gustan los colores más frescos, prepárate porque los pasteles también van a tener su momento. Rosas empolvados, azules hielo, verdes menta… Son como un soplo de aire fresco, ideales para quienes quieren una Navidad más luminosa y moderna. Y claro, el blanco perlado siempre es una apuesta segura, combina con todo y le da un toque de limpieza y serenidad a cualquier ambiente. Es el comodín número uno para no equivocarte, mae.
Esta Navidad 2025 va más allá de la decoración. Refleja un cambio de mentalidad: consumir menos, valorar más. Buscamos objetos que duren, que tengan historia, que nos conecten con nuestros seres queridos. En resumen, queremos crear espacios llenos de paz, amor y belleza sencilla. Y me pregunto, ¿ustedes creen que esta tendencia hacia una Navidad más minimalista y sostenible llegará para quedarse, o simplemente es otra moda pasajera que veremos desaparecer tan rápido como las galletas de jengibre?
Dicen los diseñadores y gurús de la moda que estamos entrando en una época donde ‘menos es más’. Ya no queremos ese boom de cosas brillosas y artificiales. Ahora la onda es conectar con la naturaleza, sentirnos tranquilos en nuestras casas y celebrar con conciencia. Imagínate, decorar con cosas que puedes volver a usar el año siguiente, materiales reciclados… hasta los pinos artificiales van a tener que adaptarse a esta nueva onda, ¡qué carga!
Y hablando de adaptación, el Instituto Pantone ya lanzó la bomba: el Mocha Mousse es el color estrella del 2025. ¿Qué es eso?, se preguntarán. Pues imagínate un café con leche calentito, ese colorcito terroso que te da paz en el alma. Eso es el Mocha Mousse. Lo vamos a ver en adornos, en manteles, en cortinas… ¡hasta en la cerámica de Navidad! Y vaya que le queda chiva combinado con unos toques de dorado champán, ahí le pegamos a la sofisticación.
Pero no solo Pantone está dando el visto bueno a los tonos tierra. Agencias como WGSN – que saben mucho de estas vainas – dicen que la gente está buscando reconectar con lo esencial. Queremos espacios que inviten a descansar, a platicar con la familia, a echarnos una siesta después de la cena de gallina india. Se acabó el morbo de tener la casa más llena que Santa Claus en víspera. Ahora, la onda es la comodidad y el buen ambiente, chunches que te hagan sentir en casa.
Entonces, qué colores van a dominar nuestras fiestas navideñas? Marrones, terracotas, chocolate… todos esos colores que nos recuerdan a la tierra. Combinarlos con metales cálidos como el cobre o el bronce le da un toque chic, pero sin caer en lo ostentoso. Es como mezclar lo rústico con lo elegante, diay, qué combinación más tuanis. Incluso los decoradores de renombre internacional están diciendo que estos colores funcionan perfecto tanto en casas modernas como en esas casitas coloniales que todavía tienen ese encanto antiguo.
Ahora, no piensen que el rojo y el verde desaparecieron por completo. ¡Para nada! Simplemente evolucionaron. El rojo burdeos y el verde salvia son sus versiones más maduras, más sofisticadas. Conservan el espíritu festivo, pero con un aire más tranquilo y moderno. Y si quieres darle un toque de lujo, combina esos tonos con detalles dorados o plateados. ¡Ya estamos viendo cómo le hacen brete a la navidad!
Si te gustan los colores más frescos, prepárate porque los pasteles también van a tener su momento. Rosas empolvados, azules hielo, verdes menta… Son como un soplo de aire fresco, ideales para quienes quieren una Navidad más luminosa y moderna. Y claro, el blanco perlado siempre es una apuesta segura, combina con todo y le da un toque de limpieza y serenidad a cualquier ambiente. Es el comodín número uno para no equivocarte, mae.
Esta Navidad 2025 va más allá de la decoración. Refleja un cambio de mentalidad: consumir menos, valorar más. Buscamos objetos que duren, que tengan historia, que nos conecten con nuestros seres queridos. En resumen, queremos crear espacios llenos de paz, amor y belleza sencilla. Y me pregunto, ¿ustedes creen que esta tendencia hacia una Navidad más minimalista y sostenible llegará para quedarse, o simplemente es otra moda pasajera que veremos desaparecer tan rápido como las galletas de jengibre?
