¡Ay, pata! Se acabó la vaina de los mismos adornos todos los años. Resulta que pa’ 2025, los árboles de Navidad en Costa Rica van a tener un cambio radical, mi pana. Olvídate de las bolitas brillantes, porque llegó la era de la naturaleza y las cosas hechas a mano. ¡Esto sí es revolucionario!
Dicen los diseñadores de modas, y claro que nos importa lo que dicen, que la gente anda buscando cosas más auténticas, más con onda. Ya nadie quiere lo mismo de siempre, quieren darle un toque personal a su casa, algo que huela a “yo hice esto”. Por eso, la onda ahora es traerle cositas de la selva, o al menos que parezcan de ahí, ¿me entiendes?
Así que, agárrate que te presento los tres elementos que van a estar causando sensación este diciembre. Primero, y con toda la razón, las flores de Nochebuena. Imagínate el árbol repleto de esas bellezas rojas, blancas, rosadas… ¡una verdadera postal navideña! Dicen que hasta le dan vida al árbol, como si fuera una planta gigante.
Pero no creas que es solo ponerle flores así nomás. Los expertos, esos que saben de estas cosas, recomiendan combinar diferentes tamaños y tonalidades. Unas florecitas más pequeñas aquí, unas grandotas allá, y listo, tienes un árbol digno de revista. Y si quieres ir más allá, puedes buscar opciones naturales, de tela o incluso de materiales reciclados. ¡Dale una segunda vida a esas cositas que tenías guardadas!
Luego viene la sorpresa número dos: las piñas naturales. Sí, como las que pelamos para comer, pero secas y convertidas en adornos. A ver, sé que suena raro, pero créeme, quedan súper bonitas. Además, tienen un aroma delicioso que te transporta directo a la montaña. Dale unos toquecitos de spray blanco, como si estuviera nevando, y tendrás un árbol con un aire rústico que enamora a cualquiera. ¡Un brete!
Y si piensas que ya habíamos terminado, todavía faltaba el tercer protagonista: los listones. Estos son pura versatilidad, mi pana. Puedes usarlos de mil maneras diferentes: enrollados, caídos, ondulados… Lo que quieras. Hay de yute, organza, terciopelo, satén… ¡para todos los gustos y presupuestos! Y lo bueno es que no pesan tanto, así que ni siquiera tienes que preocuparte de que el árbol se vaya al traste.
Pero ojo, que esto no es solo cuestión de moda. Aquí hay algo más profundo. La gente busca conectar con sus raíces, celebrar la naturaleza y darle un significado especial a la Navidad. En Costa Rica, con tanta belleza alrededor, es normal querer reflejarla en nuestro hogar. Así que, adiós a los adornos producidos en masa y hola a las creaciones artesanales y los materiales sustentables. ¡Es hora de hacer las cosas bien, diay!
En fin, parece que este 2025 vamos a vivir una Navidad diferente, más sensorial, más auténtica y mucho más tica. Un árbol con personalidad, que refleje quiénes somos y qué valoramos. ¿Será que estamos viendo el fin de las bolitas para siempre? ¿O volverán con fuerza el próximo año? ¡Dime tú, qué te pareció este cambio de rumbo en la decoración navideña tica?!
Dicen los diseñadores de modas, y claro que nos importa lo que dicen, que la gente anda buscando cosas más auténticas, más con onda. Ya nadie quiere lo mismo de siempre, quieren darle un toque personal a su casa, algo que huela a “yo hice esto”. Por eso, la onda ahora es traerle cositas de la selva, o al menos que parezcan de ahí, ¿me entiendes?
Así que, agárrate que te presento los tres elementos que van a estar causando sensación este diciembre. Primero, y con toda la razón, las flores de Nochebuena. Imagínate el árbol repleto de esas bellezas rojas, blancas, rosadas… ¡una verdadera postal navideña! Dicen que hasta le dan vida al árbol, como si fuera una planta gigante.
Pero no creas que es solo ponerle flores así nomás. Los expertos, esos que saben de estas cosas, recomiendan combinar diferentes tamaños y tonalidades. Unas florecitas más pequeñas aquí, unas grandotas allá, y listo, tienes un árbol digno de revista. Y si quieres ir más allá, puedes buscar opciones naturales, de tela o incluso de materiales reciclados. ¡Dale una segunda vida a esas cositas que tenías guardadas!
Luego viene la sorpresa número dos: las piñas naturales. Sí, como las que pelamos para comer, pero secas y convertidas en adornos. A ver, sé que suena raro, pero créeme, quedan súper bonitas. Además, tienen un aroma delicioso que te transporta directo a la montaña. Dale unos toquecitos de spray blanco, como si estuviera nevando, y tendrás un árbol con un aire rústico que enamora a cualquiera. ¡Un brete!
Y si piensas que ya habíamos terminado, todavía faltaba el tercer protagonista: los listones. Estos son pura versatilidad, mi pana. Puedes usarlos de mil maneras diferentes: enrollados, caídos, ondulados… Lo que quieras. Hay de yute, organza, terciopelo, satén… ¡para todos los gustos y presupuestos! Y lo bueno es que no pesan tanto, así que ni siquiera tienes que preocuparte de que el árbol se vaya al traste.
Pero ojo, que esto no es solo cuestión de moda. Aquí hay algo más profundo. La gente busca conectar con sus raíces, celebrar la naturaleza y darle un significado especial a la Navidad. En Costa Rica, con tanta belleza alrededor, es normal querer reflejarla en nuestro hogar. Así que, adiós a los adornos producidos en masa y hola a las creaciones artesanales y los materiales sustentables. ¡Es hora de hacer las cosas bien, diay!
En fin, parece que este 2025 vamos a vivir una Navidad diferente, más sensorial, más auténtica y mucho más tica. Un árbol con personalidad, que refleje quiénes somos y qué valoramos. ¿Será que estamos viendo el fin de las bolitas para siempre? ¿O volverán con fuerza el próximo año? ¡Dime tú, qué te pareció este cambio de rumbo en la decoración navideña tica?!