¡Ay, Dios mío! Resulta que estamos dando brincos hacia la tercera edad, y con eso vienen cosas que ni nos queríamos imaginar. La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) acaba de soltarle la bomba a todos: casi un tercio de los adultos se cae al año. Sí, leíste bien, ¡medio millón de ticos se van al piso cada doce meses! Pero calma, no todo está perdido, porque parece que esto sí tiene solución… si nos movemos un poquito.
El doctor Carlos Roberto Cob Delgado, quien está a cargo del programa de atención a los adultos mayores de la CCSS, nos echó una mano explicando que esto va mucho más allá de un simple tropiezo. Dice que es un problema de salud pública que nos afecta a todos, porque cambiarle la vida a un adulto mayor significa cambiarle la vida a toda su familia. Imagínate el brete que les toca enfrentar, entre hospitales, terapias y preocupaciones constantes. No es mamey, es una realidad que hay que tomarla en serio.
Y ojo, porque la cosa no pinta linda. Cob explica que el riesgo de caerse aumenta con la edad, obvio, pero también con enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el temblor parkinsoniano. Además, esos medicamentos que tomamos para otras cositas a veces nos dan unos mareos que ni te imaginas, y sumarle ambientes peligrosos como pisos resbaladizos, poca luz o falta de barandas... ¡boom!, ahí vamos directo al suelo. Es una combinación peligrosa, chunches.
Pero no nos pongamos a llorar encima, porque la buena noticia es que la mayoría de estas caídas se pueden evitar. La CCSS está pidiendo a gritos que nos pongamos las pilas y empecemos a cuidarnos desde ya. Sugieren revisiones médicas regulares, hacer ejercicio (sí, aunque te duela el cuerpo), y adaptar nuestras casas para que sean más seguras. Dejar quitar alfombras sueltas, poner barandales donde haga falta, y arreglar esas baldosas que están medio desconchadas. Pequeños cambios que pueden hacer una gran diferencia.
Y hablando de ejercicio, olvídate de estar tirado en el sillón viendo tele. El doctor Cob recomienda actividades como el tai chi, la natación o incluso bailar. ¡Que le vamos a hacer! Si queremos movernos con libertad y sentirnos jóvenes, tenemos que esforzarnos un poquito. Una amiga mía empezó a hacer zumba hace poco y ahora está más llena de energía que nunca. ¡Quién lo diría!
Cob insistió en que este no es un problema individual, sino un esfuerzo conjunto de todas las partes. Familias, comunidades, instituciones de salud... todos debemos ponernos de acuerdo para crear un país más seguro para nuestros adultos mayores. Envejecer con dignidad es un derecho humano, y eso implica tener la tranquilidad de poder caminar por nuestra casa, salir a la calle y disfrutar de la vida sin miedo a irnos al traste con una caída. Que tengan la oportunidad de seguir siendo activos y productivos, porque tienen muchísimo que enseñarnos.
La CCSS recalca que prevenir las caídas es invertir en la salud y el bienestar de todos los costarricenses. No solo protegemos a nuestros abuelos y abuelas, sino que también fortalecemos a nuestras familias y construimos una sociedad más solidaria y humana. Después de todo, todos vamos camino a la adultez mayor, y nadie quiere terminar con una fractura de cadera o peor. ¡Así que manos a la obra, maes!
Ahora dime, ¿qué medidas crees tú que podemos implementar en nuestras comunidades para ayudar a prevenir las caídas y mejorar la calidad de vida de nuestros adultos mayores? ¿Alguna experiencia personal que quieras compartir?
	
		
			
		
		
	
				
			El doctor Carlos Roberto Cob Delgado, quien está a cargo del programa de atención a los adultos mayores de la CCSS, nos echó una mano explicando que esto va mucho más allá de un simple tropiezo. Dice que es un problema de salud pública que nos afecta a todos, porque cambiarle la vida a un adulto mayor significa cambiarle la vida a toda su familia. Imagínate el brete que les toca enfrentar, entre hospitales, terapias y preocupaciones constantes. No es mamey, es una realidad que hay que tomarla en serio.
Y ojo, porque la cosa no pinta linda. Cob explica que el riesgo de caerse aumenta con la edad, obvio, pero también con enfermedades como la hipertensión, la diabetes o el temblor parkinsoniano. Además, esos medicamentos que tomamos para otras cositas a veces nos dan unos mareos que ni te imaginas, y sumarle ambientes peligrosos como pisos resbaladizos, poca luz o falta de barandas... ¡boom!, ahí vamos directo al suelo. Es una combinación peligrosa, chunches.
Pero no nos pongamos a llorar encima, porque la buena noticia es que la mayoría de estas caídas se pueden evitar. La CCSS está pidiendo a gritos que nos pongamos las pilas y empecemos a cuidarnos desde ya. Sugieren revisiones médicas regulares, hacer ejercicio (sí, aunque te duela el cuerpo), y adaptar nuestras casas para que sean más seguras. Dejar quitar alfombras sueltas, poner barandales donde haga falta, y arreglar esas baldosas que están medio desconchadas. Pequeños cambios que pueden hacer una gran diferencia.
Y hablando de ejercicio, olvídate de estar tirado en el sillón viendo tele. El doctor Cob recomienda actividades como el tai chi, la natación o incluso bailar. ¡Que le vamos a hacer! Si queremos movernos con libertad y sentirnos jóvenes, tenemos que esforzarnos un poquito. Una amiga mía empezó a hacer zumba hace poco y ahora está más llena de energía que nunca. ¡Quién lo diría!
Cob insistió en que este no es un problema individual, sino un esfuerzo conjunto de todas las partes. Familias, comunidades, instituciones de salud... todos debemos ponernos de acuerdo para crear un país más seguro para nuestros adultos mayores. Envejecer con dignidad es un derecho humano, y eso implica tener la tranquilidad de poder caminar por nuestra casa, salir a la calle y disfrutar de la vida sin miedo a irnos al traste con una caída. Que tengan la oportunidad de seguir siendo activos y productivos, porque tienen muchísimo que enseñarnos.
La CCSS recalca que prevenir las caídas es invertir en la salud y el bienestar de todos los costarricenses. No solo protegemos a nuestros abuelos y abuelas, sino que también fortalecemos a nuestras familias y construimos una sociedad más solidaria y humana. Después de todo, todos vamos camino a la adultez mayor, y nadie quiere terminar con una fractura de cadera o peor. ¡Así que manos a la obra, maes!
Ahora dime, ¿qué medidas crees tú que podemos implementar en nuestras comunidades para ayudar a prevenir las caídas y mejorar la calidad de vida de nuestros adultos mayores? ¿Alguna experiencia personal que quieras compartir?
 
	 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		