¡Buenas, mi gente del Foro! Prepárense porque parece que San Pedro nos va a regalar un octubre bien mojado. El IMN ya soltó la bomba: este mes pinta para ser más lluvioso de lo normal, especialmente en el Pacífico, el Valle Central y otras zonas. Así que desempolven los impermeables, ¡que esto se va a poner resbaladizo!
Según los expertos del Instituto Meteorológico Nacional, estamos hablando de un aumento de hasta el 15% en las lluvias comparado con lo que usualmente vemos en octubre. Esto quiere decir que las aguaceras van a ser más frecuentes e intensas, con tormentas eléctricas que nos pueden agarrar desprevenidos. No es broma, ¡mejor ir preparado para cualquier cosa!
Y ni hablar del Caribe, que aunque tendrá un déficit de lluvia alrededor del 10%, la temperatura se va a subir unos grados. Entonces, un calorcito húmedo que te pegará como chinche. ¡Doble combinación para sufrir! La climaóloga Karina Hernández nos aclaró que ese déficit es ligero, pero igual hay que estar pendientes porque siempre puede cambiar.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ya puso toda la maquinaria en marcha y mantiene alerta amarilla en todo el país. Esto significa que debemos extremar precauciones ante posibles inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Las zonas más vulnerables, donde el suelo ya está saturado, tienen que redoblar esfuerzos y estar atentos a cualquier indicio de peligro. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Pero la sorpresa mayor viene ahora: parece que la época seca se demorará en llegar. Según el IMN, todavía no tenemos fecha exacta, pero anticipan que la transición podría extenderse por más tiempo de lo habitual. Esto significa que podríamos seguir teniendo estos “empujones” lluviosos hasta bien entrado noviembre, incluso diciembre. ¡Qué brete!
Hernández nos explica que este escenario favorece un prolongamiento de la época lluviosa. Nos dice que es muy probable que la salida de la época seca se retrase, lo cual podría traer consecuencias en la agricultura, la disponibilidad de agua y hasta en nuestros planes de fin de semana. A ver si podemos disfrutar de un asadito sin que nos agarre la nube, diay.
Ahora, lo bueno de todo esto es que quizás tengamos un poco más de agua para llenar nuestros reservorios y combatir la sequía que hemos estado sufriendo. Aunque eso sí, hay que tener cuidado con los riesgos que implica tanto lluvia como calor. Mantengan sus casas despejadas de ramas secas, aseguren sus pertenencias y estén informados de las alertas meteorológicas. ¡No queremos que nadie se vaya al traste por culpa de un descuido!
Con todo esto, me pregunto... ¿Ustedes creen que este retraso en la salida de la época seca va a afectar significativamente la producción agrícola nacional y cómo podemos prepararnos mejor como comunidad para enfrentar estos cambios climáticos inesperados?
Según los expertos del Instituto Meteorológico Nacional, estamos hablando de un aumento de hasta el 15% en las lluvias comparado con lo que usualmente vemos en octubre. Esto quiere decir que las aguaceras van a ser más frecuentes e intensas, con tormentas eléctricas que nos pueden agarrar desprevenidos. No es broma, ¡mejor ir preparado para cualquier cosa!
Y ni hablar del Caribe, que aunque tendrá un déficit de lluvia alrededor del 10%, la temperatura se va a subir unos grados. Entonces, un calorcito húmedo que te pegará como chinche. ¡Doble combinación para sufrir! La climaóloga Karina Hernández nos aclaró que ese déficit es ligero, pero igual hay que estar pendientes porque siempre puede cambiar.
La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) ya puso toda la maquinaria en marcha y mantiene alerta amarilla en todo el país. Esto significa que debemos extremar precauciones ante posibles inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra. Las zonas más vulnerables, donde el suelo ya está saturado, tienen que redoblar esfuerzos y estar atentos a cualquier indicio de peligro. Mejor prevenir que lamentar, ¿verdad?
Pero la sorpresa mayor viene ahora: parece que la época seca se demorará en llegar. Según el IMN, todavía no tenemos fecha exacta, pero anticipan que la transición podría extenderse por más tiempo de lo habitual. Esto significa que podríamos seguir teniendo estos “empujones” lluviosos hasta bien entrado noviembre, incluso diciembre. ¡Qué brete!
Hernández nos explica que este escenario favorece un prolongamiento de la época lluviosa. Nos dice que es muy probable que la salida de la época seca se retrase, lo cual podría traer consecuencias en la agricultura, la disponibilidad de agua y hasta en nuestros planes de fin de semana. A ver si podemos disfrutar de un asadito sin que nos agarre la nube, diay.
Ahora, lo bueno de todo esto es que quizás tengamos un poco más de agua para llenar nuestros reservorios y combatir la sequía que hemos estado sufriendo. Aunque eso sí, hay que tener cuidado con los riesgos que implica tanto lluvia como calor. Mantengan sus casas despejadas de ramas secas, aseguren sus pertenencias y estén informados de las alertas meteorológicas. ¡No queremos que nadie se vaya al traste por culpa de un descuido!
Con todo esto, me pregunto... ¿Ustedes creen que este retraso en la salida de la época seca va a afectar significativamente la producción agrícola nacional y cómo podemos prepararnos mejor como comunidad para enfrentar estos cambios climáticos inesperados?
