¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que casi cuatro mil estudiantes van a sudar la gota gorda este miércoles y jueves con una prueba piloto de escritura. Sí, así como lo escucharon, el Ministerio de Educación quiere saber si realmente le estamos enseñando a leer y escribir a los mocosos. Uno diría que eso debería ser automático, ¿verdad?
Según nos cuentan desde la DGEC (Directoría de Gestión y Evaluación de la Calidad, para los que no andamos siempre metidos en esas), se escogió una muestra “aleatoria” – entre comillas porque uno nunca sabe – de dos mil alumnos de primaria y dos mil de secundaria de todas las regiones del país. Públicos, privados, académicos, técnicos, diurnos, nocturnos… ¡la onda completa! Como para cubrirto’s, vaya.
Artavia Medrano, el jefe de la DGEC, soltó unas verdades que hacen doler. Dice que la lectura y la escritura son la base de todo aprendizaje, ¡como si no lo supiéramos nosotros! Pero bueno, parece que quieren ponerle especial atención ahora, luego de los resultados terribles que nos dieron en PISA. ¡Terribles!, digo, porque el resto del mundo sí aprendió cosas y nosotros seguimos rezagados.
Y hablando de PISA, ahí salió el hueso: nuestros estudiantes de 15 años (octavo, noveno y décimo) tienen la comprensión lectora equivalente a tercer grado de primaria. ¡Imagínate la vergüenza! Sacaron las cuentas y resulta que hemos perdido puntos en lectura, matemáticas y ciencias desde 2009. Estamos más abajo que pitón en carreta, pura pena.
Ahora, la prueba va a durar una hora en primaria y dos en secundaria. Les van a pasar una situación hipotética y tendrán que escribir un texto de 130 o 250 palabras, dependiendo del nivel. Esperan que apliquen todo lo que saben de ortografía, puntuación y gramática, para que no salga un mamotreto incoherente. ¡Que tengan agallas, eh!
Pero ojo, que esto no es para calificar a los estudiantes directamente. Esto es un “piloto”, dice el ministro Sánchez en un video que puso en sus redes sociales. Quiere sentar las bases para una aplicación masiva el año que viene. Un mini test para afinar toda la maquinaria, básicamente. Él mismo soltó que devolverán la escritura al lugar que le corresponde, “como base del conocimiento, la ciencia y el futuro”. ¡Un discurso bonitillo, vamos!
Jennyfer León Mena, una investigadora, nos recordó que necesitamos una meta clara para mejorar los resultados de PISA. Y razón tenía. No podemos seguir dando vueltas y esperar que las cosas mejoren solas. Hay que fijar objetivos, implementar estrategias y darle seguimiento constante. Lo otro es seguir esperando milagros, y esos no existen.
Así que ya ven, la cosa está seria. Esta prueba piloto es un llamado de atención a todos. Nos toca remanglar manga y esforzarnos para que nuestros hijos aprendan a leer y escribir bien. Después de todo, ¿qué futuro les podemos ofrecer si ni siquiera dominan lo básico? Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que esta prueba realmente servirá para algo o será otra iniciativa más que se irá al traste, perdiendo tiempo y dinero público? Déjennos sus opiniones en el foro, ¡vamos a echar pluma!
Según nos cuentan desde la DGEC (Directoría de Gestión y Evaluación de la Calidad, para los que no andamos siempre metidos en esas), se escogió una muestra “aleatoria” – entre comillas porque uno nunca sabe – de dos mil alumnos de primaria y dos mil de secundaria de todas las regiones del país. Públicos, privados, académicos, técnicos, diurnos, nocturnos… ¡la onda completa! Como para cubrirto’s, vaya.
Artavia Medrano, el jefe de la DGEC, soltó unas verdades que hacen doler. Dice que la lectura y la escritura son la base de todo aprendizaje, ¡como si no lo supiéramos nosotros! Pero bueno, parece que quieren ponerle especial atención ahora, luego de los resultados terribles que nos dieron en PISA. ¡Terribles!, digo, porque el resto del mundo sí aprendió cosas y nosotros seguimos rezagados.
Y hablando de PISA, ahí salió el hueso: nuestros estudiantes de 15 años (octavo, noveno y décimo) tienen la comprensión lectora equivalente a tercer grado de primaria. ¡Imagínate la vergüenza! Sacaron las cuentas y resulta que hemos perdido puntos en lectura, matemáticas y ciencias desde 2009. Estamos más abajo que pitón en carreta, pura pena.
Ahora, la prueba va a durar una hora en primaria y dos en secundaria. Les van a pasar una situación hipotética y tendrán que escribir un texto de 130 o 250 palabras, dependiendo del nivel. Esperan que apliquen todo lo que saben de ortografía, puntuación y gramática, para que no salga un mamotreto incoherente. ¡Que tengan agallas, eh!
Pero ojo, que esto no es para calificar a los estudiantes directamente. Esto es un “piloto”, dice el ministro Sánchez en un video que puso en sus redes sociales. Quiere sentar las bases para una aplicación masiva el año que viene. Un mini test para afinar toda la maquinaria, básicamente. Él mismo soltó que devolverán la escritura al lugar que le corresponde, “como base del conocimiento, la ciencia y el futuro”. ¡Un discurso bonitillo, vamos!
Jennyfer León Mena, una investigadora, nos recordó que necesitamos una meta clara para mejorar los resultados de PISA. Y razón tenía. No podemos seguir dando vueltas y esperar que las cosas mejoren solas. Hay que fijar objetivos, implementar estrategias y darle seguimiento constante. Lo otro es seguir esperando milagros, y esos no existen.
Así que ya ven, la cosa está seria. Esta prueba piloto es un llamado de atención a todos. Nos toca remanglar manga y esforzarnos para que nuestros hijos aprendan a leer y escribir bien. Después de todo, ¿qué futuro les podemos ofrecer si ni siquiera dominan lo básico? Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que esta prueba realmente servirá para algo o será otra iniciativa más que se irá al traste, perdiendo tiempo y dinero público? Déjennos sus opiniones en el foro, ¡vamos a echar pluma!
