¡Ay, Dios mío! El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) anda echándole ganas para meterle mano al Presidente, asegurando que tienen el derecho de destituirlo e inhabilitarlo por unos dos a cuatro años si encuentran algo raro en sus movimientos políticos, especialmente por andar hablando de apoyar candidatos durante la veda electoral. ¡Imagínate la bronca!
Juan Luis Rivera, el coordinador de los letrados del TSE, nos explica que ellos se ven como jueces electorales súper poderosos, capaces de interpretar y aplicar todas las reglas del juego. Dice que desde el lejano año 96, han estado viendo las cosas así, obligando a levantar la inmunidad de cualquier alto funcionario antes de llevarlo a juicio. Porque, díganle a alguien, aquí en Costa Rica las leyes tienen sus propios ritmos.
Y ojo, porque el artículo 270 del Código Electoral pone todo en manos del TSE después de que la Asamblea Legislativa apruebe el levantamiento de inmunidad. ¡Un verdadero laberinto legal! Según el artículo 269, el Tribunal tiene que saber exactamente qué hacer con estas sanciones, como si fuera un manual de instrucciones muy complicado.
Pa' hacerlo sonar más serio, Rivera también menciona que esto va respaldado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dice que un juez debe ser quien imponga castigos. ¡Ahí lo tienen! Ellos se consideran esos jueces imparciales, listos para poner orden en el gallinero político. “En nuestro sistema, el juez electoral es el TSE, y por tanto, está facultado para pronunciarse,” afirma con toda la seguridad del mundo.
Pero, bueno, recordemos que esto no es nuevo. El TSE ya ha metido varitas a otros personajes importantes. En el 2003, Fernando Ferraro, exgerente de la CCSS, recibió dos años de inhabilitación. Y más reciente, Patricia Mora, exdirectora del Inamu, tuvo que aguantar cuatro años sin poder tocarle a nada relacionado con el gobierno, por meterse en actividades políticas mientras estaba en el puesto. ¡Menuda vara!
Ahora viene la controversia, porque Mario Quirós, un analista político bastante conocido, dice que el TSE se está pasando de rango. Él asegura que la Constitución Política le da al Tribunal solo el poder de imponer sanciones, pero no de destituir al Presidente. Dice que para eso, la Asamblea Legislativa es la que tiene que tomar cartas en el asunto, evaluando todo el panorama político y jurídico. ¡Y vaya que hay mucho pa’ evaluar!
Rivera, como buen defensor del TSE, insiste en que sí pueden actuar y que están ahí para hacer cumplir la ley. Dice que ellos son los jueces electorales y que su trabajo es aplicar las sanciones cuando se demuestra que alguien hizo algo malo. Pero la diputada Pilar Cisneros, con toda la razón del mundo, cuestiona si realmente existe una prueba sólida de que el Presidente Chaves haya andado haciendo campaña proselitista por Pueblo Soberano. Además, recuerda que el Presidente ni siquiera llevaba corbata turquesa, ¡un detalle importante pa’ algunos!
Todo este drama se intensificó porque el TSE pidió a la Asamblea Legislativa levantarle la inmunidad al Presidente Chaves para investigar unos 24 procesos que podrían considerarse beligerancia política. Después de rechazar la petición para acusarlo por concusión, ahora quieren echarle otra vez encima. Ahora, si la Asamblea cede, el TSE iniciará un proceso formal, lo cual generará un gran revuelo nacional. ¡Veremos cómo termina esta telenovela! Entonces, ¿creen que el TSE se está extralimitando en sus funciones, o simplemente está haciendo su trabajo para defender la integridad del proceso electoral?
Juan Luis Rivera, el coordinador de los letrados del TSE, nos explica que ellos se ven como jueces electorales súper poderosos, capaces de interpretar y aplicar todas las reglas del juego. Dice que desde el lejano año 96, han estado viendo las cosas así, obligando a levantar la inmunidad de cualquier alto funcionario antes de llevarlo a juicio. Porque, díganle a alguien, aquí en Costa Rica las leyes tienen sus propios ritmos.
Y ojo, porque el artículo 270 del Código Electoral pone todo en manos del TSE después de que la Asamblea Legislativa apruebe el levantamiento de inmunidad. ¡Un verdadero laberinto legal! Según el artículo 269, el Tribunal tiene que saber exactamente qué hacer con estas sanciones, como si fuera un manual de instrucciones muy complicado.
Pa' hacerlo sonar más serio, Rivera también menciona que esto va respaldado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que dice que un juez debe ser quien imponga castigos. ¡Ahí lo tienen! Ellos se consideran esos jueces imparciales, listos para poner orden en el gallinero político. “En nuestro sistema, el juez electoral es el TSE, y por tanto, está facultado para pronunciarse,” afirma con toda la seguridad del mundo.
Pero, bueno, recordemos que esto no es nuevo. El TSE ya ha metido varitas a otros personajes importantes. En el 2003, Fernando Ferraro, exgerente de la CCSS, recibió dos años de inhabilitación. Y más reciente, Patricia Mora, exdirectora del Inamu, tuvo que aguantar cuatro años sin poder tocarle a nada relacionado con el gobierno, por meterse en actividades políticas mientras estaba en el puesto. ¡Menuda vara!
Ahora viene la controversia, porque Mario Quirós, un analista político bastante conocido, dice que el TSE se está pasando de rango. Él asegura que la Constitución Política le da al Tribunal solo el poder de imponer sanciones, pero no de destituir al Presidente. Dice que para eso, la Asamblea Legislativa es la que tiene que tomar cartas en el asunto, evaluando todo el panorama político y jurídico. ¡Y vaya que hay mucho pa’ evaluar!
Rivera, como buen defensor del TSE, insiste en que sí pueden actuar y que están ahí para hacer cumplir la ley. Dice que ellos son los jueces electorales y que su trabajo es aplicar las sanciones cuando se demuestra que alguien hizo algo malo. Pero la diputada Pilar Cisneros, con toda la razón del mundo, cuestiona si realmente existe una prueba sólida de que el Presidente Chaves haya andado haciendo campaña proselitista por Pueblo Soberano. Además, recuerda que el Presidente ni siquiera llevaba corbata turquesa, ¡un detalle importante pa’ algunos!
Todo este drama se intensificó porque el TSE pidió a la Asamblea Legislativa levantarle la inmunidad al Presidente Chaves para investigar unos 24 procesos que podrían considerarse beligerancia política. Después de rechazar la petición para acusarlo por concusión, ahora quieren echarle otra vez encima. Ahora, si la Asamblea cede, el TSE iniciará un proceso formal, lo cual generará un gran revuelo nacional. ¡Veremos cómo termina esta telenovela! Entonces, ¿creen que el TSE se está extralimitando en sus funciones, o simplemente está haciendo su trabajo para defender la integridad del proceso electoral?