Mano, dígame, ¿quién de nosotros no empieza el día con un buen cafecito? Aquí en Costa Rica es casi una religión, ¿verdad? Lo llevamos pa'l trabajo, pa' la playa, pa' conversar con los amigos… ¡Es parte de nuestro ADN! Pero parece que hay un pequeño detalle que estamos pasando por alto y que nos está haciendo mucho daño a nuestros dientitos.
Resulta que unos tipos muy listos allá en España, del Consejo General de Dentistas, han soltado la bomba: cepillarse los dientes justo después de tomar café puede ser peor que no cepillarlos. Y ni me vengan con que eso es invento de marketing, porque tienen toda la explicación lógica. Verá, el café, además de ser ese shot de energía que necesitamos para aguantar el brete diario, tiene un pH ácido que debilita el esmalte dental. Imagínese, ¿eh? Es como si le estuvieran dando una paliza suave a sus dientes mientras disfrutan de ese aroma rico.
El presidente del consejo, don Óscar Castro Reino, fue claro: “El esmalte se debilita por la acidez del café, y si se cepillan los dientes de inmediato, se acelera su erosión”. ¡Qué sal! Pensándolo bien, ahora todo cuadra. Todos sabemos que el esmalte dental es súper importante y que una vez que se daña, cuesta horrores recuperarlo. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos quedamos sin nuestro café matutino?
¡Claro que no! La solución es sencilla, pero requiere un poquito de paciencia. Según los expertos, lo ideal es esperar entre 20 y 30 minutitos antes de sacar el cepillo. Ese tiempo es suficiente para que la saliva haga su magia, neutralizando esos ácidos rebeldes y devolviendo el equilibrio a la boquita. Además, durante esos minutos podemos enjuagarnos la boca con agua o mordisquear un chiclé sin azúcar, pa’ ayudar a quitarle el saborcito y mantener la boca fresca.
Y ojo, que la cosa no pinta muy pretty solo con el café. Don Óscar también nos recordó que otras cosas que consumimos en el desayuno, como los jugos naturales y las frutas cítricas (las mandarinas, las piñas...), también pueden jugar en contra de nuestro esmalte si los combinamos con un cepillado apresurado. ¡Menos mal que somos medio chivos en el desayuno!
Pero tranquilízate, que tampoco es tan grave. Los dentistas nos dan algunas recomendaciones para cuidar nuestras bocas. Sugieren cepillarse los dientes justo al levantarnos, antes de siquiera pensar en comer. Así eliminamos esas bacterias acumuladas durante la noche y creamos una barrera protectora antes de recibir el ataque de los ácidos. ¡Pa’ prevenir, dicen ellos!
Y hablando de cepillar, no vaya a ser que nos estemos fregando los dientes mal. Los profesionales insisten en dedicarle al menos dos minutos a este proceso, cubriendo todas las caras –la de afuera, la de adentro y la de arriba– y no olvidándose de darle un buen repaso a la lengua. ¡Que nadie escape de la limpieza!
Así que ya sabe, mi pana. Disfrute su café con calma, espere un ratito antes de cepillarse y cuide sus dientitos. Porque una sonrisa sana y bonita siempre será un plus. Ahora dime, ¿cuánto tiempo esperas tú antes de cepillarte después de tomar café? ¿Te animarás a probar este nuevo método y nos cuentas cómo te va?
Resulta que unos tipos muy listos allá en España, del Consejo General de Dentistas, han soltado la bomba: cepillarse los dientes justo después de tomar café puede ser peor que no cepillarlos. Y ni me vengan con que eso es invento de marketing, porque tienen toda la explicación lógica. Verá, el café, además de ser ese shot de energía que necesitamos para aguantar el brete diario, tiene un pH ácido que debilita el esmalte dental. Imagínese, ¿eh? Es como si le estuvieran dando una paliza suave a sus dientes mientras disfrutan de ese aroma rico.
El presidente del consejo, don Óscar Castro Reino, fue claro: “El esmalte se debilita por la acidez del café, y si se cepillan los dientes de inmediato, se acelera su erosión”. ¡Qué sal! Pensándolo bien, ahora todo cuadra. Todos sabemos que el esmalte dental es súper importante y que una vez que se daña, cuesta horrores recuperarlo. Entonces, ¿qué hacemos? ¿Nos quedamos sin nuestro café matutino?
¡Claro que no! La solución es sencilla, pero requiere un poquito de paciencia. Según los expertos, lo ideal es esperar entre 20 y 30 minutitos antes de sacar el cepillo. Ese tiempo es suficiente para que la saliva haga su magia, neutralizando esos ácidos rebeldes y devolviendo el equilibrio a la boquita. Además, durante esos minutos podemos enjuagarnos la boca con agua o mordisquear un chiclé sin azúcar, pa’ ayudar a quitarle el saborcito y mantener la boca fresca.
Y ojo, que la cosa no pinta muy pretty solo con el café. Don Óscar también nos recordó que otras cosas que consumimos en el desayuno, como los jugos naturales y las frutas cítricas (las mandarinas, las piñas...), también pueden jugar en contra de nuestro esmalte si los combinamos con un cepillado apresurado. ¡Menos mal que somos medio chivos en el desayuno!
Pero tranquilízate, que tampoco es tan grave. Los dentistas nos dan algunas recomendaciones para cuidar nuestras bocas. Sugieren cepillarse los dientes justo al levantarnos, antes de siquiera pensar en comer. Así eliminamos esas bacterias acumuladas durante la noche y creamos una barrera protectora antes de recibir el ataque de los ácidos. ¡Pa’ prevenir, dicen ellos!
Y hablando de cepillar, no vaya a ser que nos estemos fregando los dientes mal. Los profesionales insisten en dedicarle al menos dos minutos a este proceso, cubriendo todas las caras –la de afuera, la de adentro y la de arriba– y no olvidándose de darle un buen repaso a la lengua. ¡Que nadie escape de la limpieza!
Así que ya sabe, mi pana. Disfrute su café con calma, espere un ratito antes de cepillarse y cuide sus dientitos. Porque una sonrisa sana y bonita siempre será un plus. Ahora dime, ¿cuánto tiempo esperas tú antes de cepillarte después de tomar café? ¿Te animarás a probar este nuevo método y nos cuentas cómo te va?