¡Ay, Dios mío! Resulta que el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (CNH) está echándole leña al fuego, porque ahora dicen que la temporada de huracanes 2025 pinta para ser bien cargada. De repente, un disturbio allá en el Atlántico saltó del 20% al 40% de probabilidad de convertirse en ciclón en solo unas horitas, ¡qué susto nos dio a todos!
Este fenomeno, que estaba paseándose tranquilamente frente a las costas africanas, parece que se dirige directo a las Antillas Menores, donde nuestros hermanos y hermanas de Antigua, Barbados, Dominica, Grenada, San Cristóbal, San Vicente y Santa Lucía están rezando para que todo salga bien. Y ni hablar de República Dominicana, Haití y Puerto Rico, ¡también andan con la mosca detrás de la oreja viendo qué pasa!
Lo bueno es que otro disturbo que había asustado un poco frente a las costas de Florida ya se disipó, así que podemos respirar tranquilos... por ahora. Pero el CNH advierte que esto no significa que estemos fuera de peligro; la cosa podría complicarse si no prestamos atención.
Según las proyecciones del CNH, hay un 50% de probabilidad de que esta temporada de huracanes sea más intensa de lo normal. Eso implica que podríamos estar recibiendo entre 13 y 18 tormentas con nombre, y de esas, entre 5 y 9 podrían llegar a ser huracanes de verdad, ¡y algunos incluso categoría 3 o superior! ¡Qué carga! Me da escalofríos pensar en todo el trabajo que tenemos por delante para prepararnos.
Y eso no es todo, amigos. El índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE), que mide la intensidad general de la temporada, podría estar entre el 90% y el 160% de lo que estamos acostumbrados. Hasta septiembre pasado, ya hemos tenido 4 tormentas con nombre en el Atlántico, incluyendo la tormenta tropical Andrea. Así que, dígale adiós a las vacaciones tranquilas, porque vamos a tener que estar pendientes.
Por el lado del Pacífico, la cosa también está moviéndose bastante. Ya tuvimos varios huracanes notables como Alvin, Bárbara, Erick, Flossie e Iona desde mayo hasta setiembre. ¡Imagínate la combinación! Dos frentes activos al mismo tiempo… necesitamos un buen brete de paciencia y preparación, diay.
Ahora, más allá de las estadísticas y los datos técnicos, la realidad es que estos fenómenos climáticos impactan directamente nuestras vidas. Piensen en las familias que tienen que evacuar sus hogares, en las comunidades que pierden todo, en los agricultores que ven sus cosechas destruidas. Esta vara nos recuerda que debemos tomar precauciones y estar unidos como país para enfrentar cualquier eventualidad. No nos dormimos en los laureles, ¡eso es clave!
Con toda esta información, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno y las instituciones están haciendo lo suficiente para preparar a la población ante la amenaza de una temporada de huracanes tan activa? ¿Qué medidas personales considera esenciales para proteger a su familia y comunidad?
Este fenomeno, que estaba paseándose tranquilamente frente a las costas africanas, parece que se dirige directo a las Antillas Menores, donde nuestros hermanos y hermanas de Antigua, Barbados, Dominica, Grenada, San Cristóbal, San Vicente y Santa Lucía están rezando para que todo salga bien. Y ni hablar de República Dominicana, Haití y Puerto Rico, ¡también andan con la mosca detrás de la oreja viendo qué pasa!
Lo bueno es que otro disturbo que había asustado un poco frente a las costas de Florida ya se disipó, así que podemos respirar tranquilos... por ahora. Pero el CNH advierte que esto no significa que estemos fuera de peligro; la cosa podría complicarse si no prestamos atención.
Según las proyecciones del CNH, hay un 50% de probabilidad de que esta temporada de huracanes sea más intensa de lo normal. Eso implica que podríamos estar recibiendo entre 13 y 18 tormentas con nombre, y de esas, entre 5 y 9 podrían llegar a ser huracanes de verdad, ¡y algunos incluso categoría 3 o superior! ¡Qué carga! Me da escalofríos pensar en todo el trabajo que tenemos por delante para prepararnos.
Y eso no es todo, amigos. El índice de Energía Ciclónica Acumulada (ACE), que mide la intensidad general de la temporada, podría estar entre el 90% y el 160% de lo que estamos acostumbrados. Hasta septiembre pasado, ya hemos tenido 4 tormentas con nombre en el Atlántico, incluyendo la tormenta tropical Andrea. Así que, dígale adiós a las vacaciones tranquilas, porque vamos a tener que estar pendientes.
Por el lado del Pacífico, la cosa también está moviéndose bastante. Ya tuvimos varios huracanes notables como Alvin, Bárbara, Erick, Flossie e Iona desde mayo hasta setiembre. ¡Imagínate la combinación! Dos frentes activos al mismo tiempo… necesitamos un buen brete de paciencia y preparación, diay.
Ahora, más allá de las estadísticas y los datos técnicos, la realidad es que estos fenómenos climáticos impactan directamente nuestras vidas. Piensen en las familias que tienen que evacuar sus hogares, en las comunidades que pierden todo, en los agricultores que ven sus cosechas destruidas. Esta vara nos recuerda que debemos tomar precauciones y estar unidos como país para enfrentar cualquier eventualidad. No nos dormimos en los laureles, ¡eso es clave!
Con toda esta información, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno y las instituciones están haciendo lo suficiente para preparar a la población ante la amenaza de una temporada de huracanes tan activa? ¿Qué medidas personales considera esenciales para proteger a su familia y comunidad?