¡Duro, bien duro! Resulta que el Seguro Obligatorio Automotor (SOA), ese que tanto nos cuesta engullir dentro del marchamo anual, va a subirle el precio. Sí, así como lo escuchas, prepárate porque para el 2026 vas a tener que aflojar más la chequera. La Sugese ya lanzó los números, y no son precisamente alentadores, máxime cuando todavía estamos digiriendo el aumento de la gasolina.
Para ponerlo en contexto, este seguro es uno de los componentes esenciales del marchamo, ese trámite anual que nos hace temblar a todos los que tenemos carro. La idea detrás de estos ajustes, según explican desde la Superintendencia, es reflejar el costo real de los accidentes que ocurren en nuestras carreteras. Básicamente, si hay más accidentes costosos, pues claro, el seguro también sube. Ya saben, ley de causa y efecto, pura lógica.
Según los datos oficiales, el aumento promedio general será de un 10,15%. Eso quiere decir que para los carros particulares, el golpe será de unos ₡30.238 más. Las cargas ligeras andarán en los ₡18.806, mientras que los camiones pesados tendrán que soltar ₡35.004. Pero ojo, porque lo que realmente duele es para los motoconductoristas, que verán cómo su seguro sube a la friolera de ₡99.623. ¡Un día como rey, un día como gorgo!
Y hablando de motos, parece que ahí es donde más se concentra el problema. Tomás Soley, el jefe de la Sugese, no se anda con rodeos y ha expresado su gran preocupación por el incremento alarmante en los accidentes de tráfico. En el 2024, lamentablemente, se contabilizaron 505 muertes en carretera, y de esas, solo 136 fueron cubiertas por el SOA. ¡Una cifra escalofriante! Imagínate cuántas familias quedaron devastadas por culpa de un accidente.
Pero eso no es todo, amigos. El 2024 batió récords negativos en cuanto a accidentes de motociclistas. Se reportaron ¡más de 40.000 siniestros!, y casi 28.000 de ellos involucraron motos. Esto es un verdadero panorama desalentador, que nos obliga a reflexionar sobre nuestras responsabilidades como conductores y usuarios de la vía pública. ¿Será que necesitamos campañas de concientización más agresivas?
Soley, visiblemente molesto por la situación, advierte que si no cambiamos la dinámica actual, las cosas podrían empeorar aún más. “Si por la víspera sacamos el día, y si no se hace nada diferente para detener esta masacre en las carreteras, este impulso seguirá creciendo,” afirmó, dejando caer la gravedad del asunto. Es hora de despertar, mi gente, y entender que la seguridad vial es responsabilidad de todos.
Ahora bien, la pregunta que queda flotando en el aire es la siguiente: ¿Quién debería cargar con la mayor parte de la responsabilidad en esta problemática? ¿Son los conductores por ir imprudentes, las autoridades por no fiscalizar adecuadamente, o tal vez la infraestructura vial necesita urgentemente mejoras? ¿Crees que el aumento en los seguros obligatorios es una medida justa y efectiva para incentivar un comportamiento más responsable en las carreteras, o simplemente castiga a los conductores cumplidores? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!
En fin, con esta novedad, toca apretarse el cinturón y prepararse para el próximo marchamo. Esperemos que estas medidas sirvan para mejorar la seguridad vial en nuestro país, aunque a costa de un esfuerzo económico extra. ¡Que Dios nos ampare en la carretera, porque con tanta imprudencia, necesitamos toda la ayuda posible!
Para ponerlo en contexto, este seguro es uno de los componentes esenciales del marchamo, ese trámite anual que nos hace temblar a todos los que tenemos carro. La idea detrás de estos ajustes, según explican desde la Superintendencia, es reflejar el costo real de los accidentes que ocurren en nuestras carreteras. Básicamente, si hay más accidentes costosos, pues claro, el seguro también sube. Ya saben, ley de causa y efecto, pura lógica.
Según los datos oficiales, el aumento promedio general será de un 10,15%. Eso quiere decir que para los carros particulares, el golpe será de unos ₡30.238 más. Las cargas ligeras andarán en los ₡18.806, mientras que los camiones pesados tendrán que soltar ₡35.004. Pero ojo, porque lo que realmente duele es para los motoconductoristas, que verán cómo su seguro sube a la friolera de ₡99.623. ¡Un día como rey, un día como gorgo!
Y hablando de motos, parece que ahí es donde más se concentra el problema. Tomás Soley, el jefe de la Sugese, no se anda con rodeos y ha expresado su gran preocupación por el incremento alarmante en los accidentes de tráfico. En el 2024, lamentablemente, se contabilizaron 505 muertes en carretera, y de esas, solo 136 fueron cubiertas por el SOA. ¡Una cifra escalofriante! Imagínate cuántas familias quedaron devastadas por culpa de un accidente.
Pero eso no es todo, amigos. El 2024 batió récords negativos en cuanto a accidentes de motociclistas. Se reportaron ¡más de 40.000 siniestros!, y casi 28.000 de ellos involucraron motos. Esto es un verdadero panorama desalentador, que nos obliga a reflexionar sobre nuestras responsabilidades como conductores y usuarios de la vía pública. ¿Será que necesitamos campañas de concientización más agresivas?
Soley, visiblemente molesto por la situación, advierte que si no cambiamos la dinámica actual, las cosas podrían empeorar aún más. “Si por la víspera sacamos el día, y si no se hace nada diferente para detener esta masacre en las carreteras, este impulso seguirá creciendo,” afirmó, dejando caer la gravedad del asunto. Es hora de despertar, mi gente, y entender que la seguridad vial es responsabilidad de todos.
Ahora bien, la pregunta que queda flotando en el aire es la siguiente: ¿Quién debería cargar con la mayor parte de la responsabilidad en esta problemática? ¿Son los conductores por ir imprudentes, las autoridades por no fiscalizar adecuadamente, o tal vez la infraestructura vial necesita urgentemente mejoras? ¿Crees que el aumento en los seguros obligatorios es una medida justa y efectiva para incentivar un comportamiento más responsable en las carreteras, o simplemente castiga a los conductores cumplidores? ¡Déjanos tus opiniones en el foro!
En fin, con esta novedad, toca apretarse el cinturón y prepararse para el próximo marchamo. Esperemos que estas medidas sirvan para mejorar la seguridad vial en nuestro país, aunque a costa de un esfuerzo económico extra. ¡Que Dios nos ampare en la carretera, porque con tanta imprudencia, necesitamos toda la ayuda posible!
