¡Pero qué vaina, pura mosca! El Poder Judicial sigue sin moverse del lugar con el salario base, quedándose clavado en los mismos ¢462.200 por sexto año corrido. Esto, claro, afecta a todas esas multas, penas y demás sanciones que usamos acá en el país. Parece que se les olvidó que el tiempo corre y los precios sí suben, ¿verdad?
Para los que no estén al tanto, este salario no es cualquier número al azar. Sirve como guía para calcular castigos en el ámbito penal, tributario e incluso laboral. Desde un aborto hasta causarle daño a alguien, pasando por meterle mano a la reputación de un vecino, todo se mide con base en esta cifra. ¡Imagínate la bronca para los abogados y jueces!
Y ni hablar de las propiedades intelectuales o si le estás dando codazos a alguien para conseguir una concesión. Ahí también entra en juego este salario base. Inclusive, si tienes que pagar pensión alimentaria y te vas al brete, la deuda se calcula tomando en cuenta este monto – ¡más salado aún para quien tiene que pagarla!
Lo curioso es que este salario base no tiene nada que ver con esos salarios mínimos que marca el Ministerio de Trabajo para el resto de nosotros, los mortales. Mientras algunos ganamos un poquito más cada año, estos se quedan quietecitos. Y hablando de eso, recuerden que en 2020 era apenas ¢450.200, así que ha ido subiendo poquito a poco, pero siempre a paso de tortuga. ¡De verdad que da para reflexionar!
Es como si vivieran en otra dimensión, donde el tiempo se detuvo. Lo ratificaron hace rato, lo pusieron en el Boletín Judicial pa’ que no haya excusas, y ahí sigue la cosa. Ya han pasado cinco años desde 2021 y todavía seguimos con la misma plata. ¡Qué desmadre!
Ahora bien, hay que darle crédito a que al menos lo mantienen constante. Pero bueno, mientras tanto, los que cometemos infracciones vamos pagando multas que se calculan con este monto que no se mueve. ¿Será que esperan a que la inflación nos coma vivos para actualizarlo?
Algunos dicen que esto es porque tienen un proceso administrativo largo y engorroso para hacer ajustes. Otros aseguran que simplemente no les importa mucho el tema. Como sea, el hecho es que el salario base judicial sigue siendo un símbolo de la lentitud burocrática en nuestro país. Y vaya que tenemos de sobra ejemplos de eso, diay.
En fin, todo esto me lleva a preguntarme: ¿Ustedes creen que el Poder Judicial debería priorizar la actualización del salario base, considerando el impacto que tiene en las sanciones y la economía de las personas? ¿O es que vale la pena mantenerlo igual para evitarse papeleo y demoras? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
Para los que no estén al tanto, este salario no es cualquier número al azar. Sirve como guía para calcular castigos en el ámbito penal, tributario e incluso laboral. Desde un aborto hasta causarle daño a alguien, pasando por meterle mano a la reputación de un vecino, todo se mide con base en esta cifra. ¡Imagínate la bronca para los abogados y jueces!
Y ni hablar de las propiedades intelectuales o si le estás dando codazos a alguien para conseguir una concesión. Ahí también entra en juego este salario base. Inclusive, si tienes que pagar pensión alimentaria y te vas al brete, la deuda se calcula tomando en cuenta este monto – ¡más salado aún para quien tiene que pagarla!
Lo curioso es que este salario base no tiene nada que ver con esos salarios mínimos que marca el Ministerio de Trabajo para el resto de nosotros, los mortales. Mientras algunos ganamos un poquito más cada año, estos se quedan quietecitos. Y hablando de eso, recuerden que en 2020 era apenas ¢450.200, así que ha ido subiendo poquito a poco, pero siempre a paso de tortuga. ¡De verdad que da para reflexionar!
Es como si vivieran en otra dimensión, donde el tiempo se detuvo. Lo ratificaron hace rato, lo pusieron en el Boletín Judicial pa’ que no haya excusas, y ahí sigue la cosa. Ya han pasado cinco años desde 2021 y todavía seguimos con la misma plata. ¡Qué desmadre!
Ahora bien, hay que darle crédito a que al menos lo mantienen constante. Pero bueno, mientras tanto, los que cometemos infracciones vamos pagando multas que se calculan con este monto que no se mueve. ¿Será que esperan a que la inflación nos coma vivos para actualizarlo?
Algunos dicen que esto es porque tienen un proceso administrativo largo y engorroso para hacer ajustes. Otros aseguran que simplemente no les importa mucho el tema. Como sea, el hecho es que el salario base judicial sigue siendo un símbolo de la lentitud burocrática en nuestro país. Y vaya que tenemos de sobra ejemplos de eso, diay.
En fin, todo esto me lleva a preguntarme: ¿Ustedes creen que el Poder Judicial debería priorizar la actualización del salario base, considerando el impacto que tiene en las sanciones y la economía de las personas? ¿O es que vale la pena mantenerlo igual para evitarse papeleo y demoras? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios!
