¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan el bronca que nos espera? El Mercado de Puntarenas, nuestro lugar icónico, el corazón del cantón donde vamos todos buscando la verdura fresquita y el pescado del día, está en peligro. Y no es porque llegó un huracán ni nada dramático así, sino por un lío administrativo que dejó a la Contraloría General de la República (CGR) con el ceño fruncido y con el bolsillo cerrado.
La cosa es que la planta de tratamiento de desechos, vitalísima para mantener la higiene y la sanidad del mercado, podría demorarse hasta el 2027. ¿Por qué? Pues porque la Contraloría le dijo 'no' al presupuesto municipal que iba destinado a esa obra clave. Parece que hubo algunos resabios en cómo aprobaron la plata en el Concejo, algo así como que no hicieron las cosas bien al pie de la letra, y eso es motivo suficiente para que la CGR frene cualquier trámite.
Y no es que esto sea un caso aislado, amigos. La Ministra de Salud, Mary Munive, está que trina, porque dice que esto es el colmo. Ya habían rechazado varios presupuestos extraordinarios en el 2024, y ahora este golpe al presupuesto ordinario del 2026. La señora no se anda con rodeos: desde su perspectiva, esto es un descuidito grave que pone en riesgo la salud pública y el medio ambiente. Imagínense, gente, el mercado lleno de basura, malos olores, insectos... ¡qué chinamanería!
Pero no todo es culpa de la CGR, aunque ellos también están recibiendo caña. El Alcalde Randall Chavarría, que pa’ defenderse de toda la crítica, dice que la Contraloría se metió donde no debía, alegando que no tenían potestad sobre los actos del Concejo. Según él, la CGR hizo algunas ‘consideraciones no apegadas a la ley’. ¡Uy, qué pelea! Parece que están echándose la bolita por todos lados.
La verdad es que este brete afecta directo a la vida de los puntarenenses. El alcalde reconoce que estaban planeando hacer otras obras importantes gracias a unos excedentes que tenía la municipalidad, incluyendo cumplir con sentencias judiciales. Ahora, con este revés, muchas cosas podrían quedar estancadas. ¿En qué quedamos entonces?
La Ministra Munive, sin pelos en la lengua, le echó la espinita al alcalde: “Hoy corresponde al alcalde y al Consejo Municipal dar la cara, dar explicaciones y asumir la responsabilidad política y administrativa por una pésima gestión que pone en riesgo la salud y el futuro de un cantón.” ¡Directazo, señores! Ella no anduvo con rodeos para decir que la pelota está en la cancha del ayuntamiento.
Mientras tanto, los comerciantes y vecinos de Puntarenas miran la cosa con preocupación. Saben que el mercado necesita urgentemente esas mejoras para seguir siendo un lugar seguro y agradable para todos. Se rumorea que el Ayuntamiento va a intentar reponer el presupuesto, pero mientras tanto, la incertidumbre sigue flotando en el aire. ¿Será que finalmente logran sacar adelante este proyecto tan importante?
Ahora dime, ¿crees que el Alcalde Chavarría debería disculparse públicamente por la situación actual y comprometerse a encontrar una solución rápida para garantizar que el Mercado de Puntarenas reciba la atención que necesita, o piensas que la Contraloría General de la República es la responsable de este retraso y debería replantear su decisión?
La cosa es que la planta de tratamiento de desechos, vitalísima para mantener la higiene y la sanidad del mercado, podría demorarse hasta el 2027. ¿Por qué? Pues porque la Contraloría le dijo 'no' al presupuesto municipal que iba destinado a esa obra clave. Parece que hubo algunos resabios en cómo aprobaron la plata en el Concejo, algo así como que no hicieron las cosas bien al pie de la letra, y eso es motivo suficiente para que la CGR frene cualquier trámite.
Y no es que esto sea un caso aislado, amigos. La Ministra de Salud, Mary Munive, está que trina, porque dice que esto es el colmo. Ya habían rechazado varios presupuestos extraordinarios en el 2024, y ahora este golpe al presupuesto ordinario del 2026. La señora no se anda con rodeos: desde su perspectiva, esto es un descuidito grave que pone en riesgo la salud pública y el medio ambiente. Imagínense, gente, el mercado lleno de basura, malos olores, insectos... ¡qué chinamanería!
Pero no todo es culpa de la CGR, aunque ellos también están recibiendo caña. El Alcalde Randall Chavarría, que pa’ defenderse de toda la crítica, dice que la Contraloría se metió donde no debía, alegando que no tenían potestad sobre los actos del Concejo. Según él, la CGR hizo algunas ‘consideraciones no apegadas a la ley’. ¡Uy, qué pelea! Parece que están echándose la bolita por todos lados.
La verdad es que este brete afecta directo a la vida de los puntarenenses. El alcalde reconoce que estaban planeando hacer otras obras importantes gracias a unos excedentes que tenía la municipalidad, incluyendo cumplir con sentencias judiciales. Ahora, con este revés, muchas cosas podrían quedar estancadas. ¿En qué quedamos entonces?
La Ministra Munive, sin pelos en la lengua, le echó la espinita al alcalde: “Hoy corresponde al alcalde y al Consejo Municipal dar la cara, dar explicaciones y asumir la responsabilidad política y administrativa por una pésima gestión que pone en riesgo la salud y el futuro de un cantón.” ¡Directazo, señores! Ella no anduvo con rodeos para decir que la pelota está en la cancha del ayuntamiento.
Mientras tanto, los comerciantes y vecinos de Puntarenas miran la cosa con preocupación. Saben que el mercado necesita urgentemente esas mejoras para seguir siendo un lugar seguro y agradable para todos. Se rumorea que el Ayuntamiento va a intentar reponer el presupuesto, pero mientras tanto, la incertidumbre sigue flotando en el aire. ¿Será que finalmente logran sacar adelante este proyecto tan importante?
Ahora dime, ¿crees que el Alcalde Chavarría debería disculparse públicamente por la situación actual y comprometerse a encontrar una solución rápida para garantizar que el Mercado de Puntarenas reciba la atención que necesita, o piensas que la Contraloría General de la República es la responsable de este retraso y debería replantear su decisión?