¡Ay, Dios mío, qué rollo! El dólar anda dando brincos otra vez, subiendo casi diez colones en dos días. Ahora, pincha en ¢501, echándole agua fría a todos esos que esperaban que se estabilizara. Después de haber hecho un bajoncito importante desde mitad del 2022, parece que quiere recuperar terreno. Un buen respingo, eh.
Para ponerle pausa a este cafecito, recordemos que hace poquito el Banco Central estaba tranquilo, diciendo que la cosa iba bien. Pero ahora, con este aumento repentino, hay preocupación en el ambiente. No es pa’ echarle la culpa a nadie, pero la verdad es que la economía tica se siente como un chunche en medio del río, esperando a ver qué pasa.
Lo que más preocupa es que estamos justo entrando a la temporada alta de turismo, ¡la vara más importante del año! Y con el dólar así de arriba, los precios de todo se inflan, haciendo que Costa Rica pierda competitividad. Proimagen ya soltó el comunicado, advirtiendo que esto podría afectar seriamente la llegada de gringos y europeos, ¡qué pena!
Y ojo, porque no es solo el turismo el que se come el polvo. Sectores exportadores también sufren, porque sus productos se vuelven más caros en el extranjero. ¡Qué sal! Justo cuando necesitamos impulsar nuestras ventas afuera, nos sale este problemita con el tipo de cambio. Parece que la vida nos pone a prueba constantemente.
Vidal Villalobos, el asesor financiero de Grupo Financiero Prival, nos explica que normalmente, al final del año, vemos una oferta mayor de dólares. Los negocios necesitan colones para pagar aguinaldos, impuestos y demás gastos de fin de año. También, muchos cambian sus dólares por colones para tener efectivo a mano. Pero esta vez, el asunto se siente diferente, má's apremiante, ¿me entienden?
Según parece, el Banco Central está atento a la situación y ya estaría pensando en comprar dólares para frenar la caída del colón y rellenarle más las reservas internacionales. ¡Menos mal! Aunque algunos expertos dicen que eso puede crear dependencia, pero bueno, hay que apagar el incendio antes de que se vaya al traste toda la economía.
Ahora, señoras y señores, la pregunta es: ¿Estamos ante un ajuste temporal, como esos respiros que da el dólar de vez en cuando? ¿O será el principio de una tendencia al alza que afectará nuestros bolsillos y la competitividad de Costa Rica? Muchos creen que la inflación global y la incertidumbre económica mundial tienen mucho que ver en esta onda. Ya saben, el mundo anda complicado y nosotros no somos ajenos a eso.
En fin, vamos a estar pendientes a cómo sigue esta novela del dólar. El sector productivo pide hablar con el gobierno, buscando soluciones técnicas a este brete. Pero, díganme ustedes, ¿creen que el gobierno va a tomar cartas en el asunto y ayudar a estabilizar la situación, o seguiremos viendo cómo el dólar se pasea por encima de los ¢500? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, que quiero saber qué piensa la gente!
Para ponerle pausa a este cafecito, recordemos que hace poquito el Banco Central estaba tranquilo, diciendo que la cosa iba bien. Pero ahora, con este aumento repentino, hay preocupación en el ambiente. No es pa’ echarle la culpa a nadie, pero la verdad es que la economía tica se siente como un chunche en medio del río, esperando a ver qué pasa.
Lo que más preocupa es que estamos justo entrando a la temporada alta de turismo, ¡la vara más importante del año! Y con el dólar así de arriba, los precios de todo se inflan, haciendo que Costa Rica pierda competitividad. Proimagen ya soltó el comunicado, advirtiendo que esto podría afectar seriamente la llegada de gringos y europeos, ¡qué pena!
Y ojo, porque no es solo el turismo el que se come el polvo. Sectores exportadores también sufren, porque sus productos se vuelven más caros en el extranjero. ¡Qué sal! Justo cuando necesitamos impulsar nuestras ventas afuera, nos sale este problemita con el tipo de cambio. Parece que la vida nos pone a prueba constantemente.
Vidal Villalobos, el asesor financiero de Grupo Financiero Prival, nos explica que normalmente, al final del año, vemos una oferta mayor de dólares. Los negocios necesitan colones para pagar aguinaldos, impuestos y demás gastos de fin de año. También, muchos cambian sus dólares por colones para tener efectivo a mano. Pero esta vez, el asunto se siente diferente, má's apremiante, ¿me entienden?
Según parece, el Banco Central está atento a la situación y ya estaría pensando en comprar dólares para frenar la caída del colón y rellenarle más las reservas internacionales. ¡Menos mal! Aunque algunos expertos dicen que eso puede crear dependencia, pero bueno, hay que apagar el incendio antes de que se vaya al traste toda la economía.
Ahora, señoras y señores, la pregunta es: ¿Estamos ante un ajuste temporal, como esos respiros que da el dólar de vez en cuando? ¿O será el principio de una tendencia al alza que afectará nuestros bolsillos y la competitividad de Costa Rica? Muchos creen que la inflación global y la incertidumbre económica mundial tienen mucho que ver en esta onda. Ya saben, el mundo anda complicado y nosotros no somos ajenos a eso.
En fin, vamos a estar pendientes a cómo sigue esta novela del dólar. El sector productivo pide hablar con el gobierno, buscando soluciones técnicas a este brete. Pero, díganme ustedes, ¿creen que el gobierno va a tomar cartas en el asunto y ayudar a estabilizar la situación, o seguiremos viendo cómo el dólar se pasea por encima de los ¢500? ¡Déjenme sus opiniones en el foro, que quiero saber qué piensa la gente!