¡Aguante, pueblo! Parece que el tipo de cambio sigue haciendo de las suyas y nos acaba de dejar un golpe bien duro. Este miércoles, el dólar cerró en unos escalofriantes ¢501 colones, ¡y eso duele, diay! No sé ustedes, pero yo ya estoy empezando a sentir el apretón en el bolsillo.
Según los números fríos del Banco Central, el promedio ponderado subió ¢4,28 con respecto al martes, cuando andaba en ¢496,72. Esto quiere decir que estamos hablando de cuatro sesiones consecutivas al alza. ¡Y eso no es precisamente una picada de fruta fresca, má!
Lo que preocupa es que esto no pinta nada bien para nadie. Las importaciones se van a hacer más caras, los precios de los productos básicos podrían seguir subiendo, y el mae trabajador común va a tener que apagar candelas con menos plata. Esto afecta desde el pan que compras para la familia hasta las piezas que le echas al carro, chunches que todos necesitamos pa' mantenernos moviéndonos por este país.
En la sesión de hoy se negociaron $29,29 millones, una cifra considerable que refleja la incertidumbre que hay en el mercado. Hay quien dice que la inflación global, la guerra en Europa y otros factores externos están presionando al alza, pero la verdad es que aquí tenemos nuestros propios bretes, como la deuda pública y la falta de confianza en algunos sectores económicos.
Ahora, recordemos que hace poquito estaban diciendo que el dólar había bajado a niveles de 2005, ¡qué chivato!, pensamos todos. Pero parece que fue solo un respiro antes de otro empujón hacia arriba. Hay quienes dicen que es una señal positiva a largo plazo porque atrae inversión extranjera, pero en el día a día, a nosotros nos toca sudar la gota gorda.
Las organizaciones empresariales, especialmente las del sector turístico, ya han levantado la voz alertando sobre la pérdida de competitividad. Con un tipo de cambio alto, los turistas pueden buscar destinos más baratos y nuestras empresas tienen dificultades para competir en el mercado internacional. Eso nos pega a todos, porque el turismo es una vara importantísima para nuestra economía. Esta situación genera incertidumbre y dificulta la planificación, lo cual puede llevar a decisiones difíciles en cuanto a inversiones y contratación de personal.
Algunos expertos sugieren que el Gobierno debería tomar medidas para estabilizar la moneda, como incentivar la producción nacional, controlar el gasto público y fortalecer la confianza de los inversionistas. Otros creen que la solución pasa por reformas estructurales que hagan nuestro país más atractivo para la inversión extranjera y generen empleos de calidad. Lo cierto es que no hay soluciones mágicas y que se necesita un esfuerzo conjunto de todos los actores de la sociedad para salir de esta encrucijada.
Así que ahí les va, mi gente, otra vez el tipo de cambio nos da un coscorrón. La situación económica no es fácil, pero tampoco debemos perder la esperanza. Tenemos que seguir trabajando duro, apoyándonos mutuamente y buscando alternativas para enfrentar estos desafíos. Ahora, les pregunto a ustedes: ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y las empresas para mitigar el impacto de este aumento del tipo de cambio en la economía familiar y empresarial costarricense?
Según los números fríos del Banco Central, el promedio ponderado subió ¢4,28 con respecto al martes, cuando andaba en ¢496,72. Esto quiere decir que estamos hablando de cuatro sesiones consecutivas al alza. ¡Y eso no es precisamente una picada de fruta fresca, má!
Lo que preocupa es que esto no pinta nada bien para nadie. Las importaciones se van a hacer más caras, los precios de los productos básicos podrían seguir subiendo, y el mae trabajador común va a tener que apagar candelas con menos plata. Esto afecta desde el pan que compras para la familia hasta las piezas que le echas al carro, chunches que todos necesitamos pa' mantenernos moviéndonos por este país.
En la sesión de hoy se negociaron $29,29 millones, una cifra considerable que refleja la incertidumbre que hay en el mercado. Hay quien dice que la inflación global, la guerra en Europa y otros factores externos están presionando al alza, pero la verdad es que aquí tenemos nuestros propios bretes, como la deuda pública y la falta de confianza en algunos sectores económicos.
Ahora, recordemos que hace poquito estaban diciendo que el dólar había bajado a niveles de 2005, ¡qué chivato!, pensamos todos. Pero parece que fue solo un respiro antes de otro empujón hacia arriba. Hay quienes dicen que es una señal positiva a largo plazo porque atrae inversión extranjera, pero en el día a día, a nosotros nos toca sudar la gota gorda.
Las organizaciones empresariales, especialmente las del sector turístico, ya han levantado la voz alertando sobre la pérdida de competitividad. Con un tipo de cambio alto, los turistas pueden buscar destinos más baratos y nuestras empresas tienen dificultades para competir en el mercado internacional. Eso nos pega a todos, porque el turismo es una vara importantísima para nuestra economía. Esta situación genera incertidumbre y dificulta la planificación, lo cual puede llevar a decisiones difíciles en cuanto a inversiones y contratación de personal.
Algunos expertos sugieren que el Gobierno debería tomar medidas para estabilizar la moneda, como incentivar la producción nacional, controlar el gasto público y fortalecer la confianza de los inversionistas. Otros creen que la solución pasa por reformas estructurales que hagan nuestro país más atractivo para la inversión extranjera y generen empleos de calidad. Lo cierto es que no hay soluciones mágicas y que se necesita un esfuerzo conjunto de todos los actores de la sociedad para salir de esta encrucijada.
Así que ahí les va, mi gente, otra vez el tipo de cambio nos da un coscorrón. La situación económica no es fácil, pero tampoco debemos perder la esperanza. Tenemos que seguir trabajando duro, apoyándonos mutuamente y buscando alternativas para enfrentar estos desafíos. Ahora, les pregunto a ustedes: ¿Qué medidas deberían tomar el gobierno y las empresas para mitigar el impacto de este aumento del tipo de cambio en la economía familiar y empresarial costarricense?
