¡Buenas, pura vida, compas del Foro! Prepárense para ajustar el presupuesto porque parece que el bolsillo va a sentir un ligero alivio en la gasolina, pero el diésel quiere complicarle la existencia. La Aresep ya aprobó los nuevos precios de los combustibles y el gas, y bueno, ya saben cómo es esto, siempre hay quien gana y quien pierde, ¿verdad?
Según nos cuentan desde la Autoridad Reguladora, la variación entró en juego desde la semana pasada, pero tuvimos que esperar a que la publiquen en La Gaceta para que empiece a surtir efecto oficialmente. Ya saben, los trámites burocráticos nunca descansan, aunque nos estén sacando canas verdes.
Lo bueno, para empezar, es que la gasolina regular va a bajar ₡22, pasando de ₡659 a ₡637 por litro. ¡Un respiro, brete! Aunque no esperemos milagros, es algo pa’ alegrarnos un poquito la papaya. La súper también recibe un descuento, aunque más moderado: ₡12 menos, quedando en ₡662 el litro. Así que si andan pensando en llenar el tanque, este martes tienen una pequeña oportunidad de ahorrar unos colones.
Pero claro, nada es gratis en esta vida, y aquí viene la mala noticia para los que dependen del diésel. Este combustible va a subir ₡8, llegando a los ₡563 por litro. ¡Qué sal! Esto le pega duro a los taxistas, camioneros y todos aquellos que necesitan el diésel para trabajar. Uno se queda pensando qué estará pasando con el mercado internacional, porque estos precios varían más que mi abuela cambiando de opinión.
Y ni hablar del cilindro de gas, que tampoco quiso quedarse atrás y subió ₡44, alcanzando los ₡7.047. ¡Uy, qué carga! Con esto, ya podemos ir pensando en cocinar más frijoles con agua, porque el gas se está poniendo difícil de tragar. Más encima, con el calorazo que estamos teniendo, uno necesita refrescarse, pero con estos precios uno se piensa dos veces si prende la estufa para hacer un café bien rico.
Algunos analistas dicen que estas fluctuaciones son normales debido a la volatilidad de los mercados internacionales y las políticas de producción de los países productores de petróleo. Claro, fácil decirlo cuando uno no es el que paga la cuenta al final del mes. Lo cierto es que la economía familiar sigue siendo el talón de Aquiles, y cada cambio en los precios de los combustibles impacta directamente en nuestro día a día.
Y mientras tanto, seguimos escuchando promesas de soluciones mágicas y proyectos grandilocuentes que supuestamente van a solucionar el problema energético del país. Pero la verdad, compas, es que mientras sigamos dependiendo del petróleo importado, vamos a estar a merced de los caprichos del mercado internacional. Habrá que seguir buscando alternativas sostenibles y eficientes, porque así no vamos a poder salir adelante a largo plazo. Al final, todo se reduce a eso: buscar formas de aminorar el golpe y cuidarnos mutuamente.
En fin, les dejo reflexionar sobre esto. Con estos cambios en los precios, ¿creen que el gobierno debería implementar alguna medida para ayudar a las familias más vulnerables o sería mejor enfocarse en promover el uso de energías renovables? ¡Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan!
Según nos cuentan desde la Autoridad Reguladora, la variación entró en juego desde la semana pasada, pero tuvimos que esperar a que la publiquen en La Gaceta para que empiece a surtir efecto oficialmente. Ya saben, los trámites burocráticos nunca descansan, aunque nos estén sacando canas verdes.
Lo bueno, para empezar, es que la gasolina regular va a bajar ₡22, pasando de ₡659 a ₡637 por litro. ¡Un respiro, brete! Aunque no esperemos milagros, es algo pa’ alegrarnos un poquito la papaya. La súper también recibe un descuento, aunque más moderado: ₡12 menos, quedando en ₡662 el litro. Así que si andan pensando en llenar el tanque, este martes tienen una pequeña oportunidad de ahorrar unos colones.
Pero claro, nada es gratis en esta vida, y aquí viene la mala noticia para los que dependen del diésel. Este combustible va a subir ₡8, llegando a los ₡563 por litro. ¡Qué sal! Esto le pega duro a los taxistas, camioneros y todos aquellos que necesitan el diésel para trabajar. Uno se queda pensando qué estará pasando con el mercado internacional, porque estos precios varían más que mi abuela cambiando de opinión.
Y ni hablar del cilindro de gas, que tampoco quiso quedarse atrás y subió ₡44, alcanzando los ₡7.047. ¡Uy, qué carga! Con esto, ya podemos ir pensando en cocinar más frijoles con agua, porque el gas se está poniendo difícil de tragar. Más encima, con el calorazo que estamos teniendo, uno necesita refrescarse, pero con estos precios uno se piensa dos veces si prende la estufa para hacer un café bien rico.
Algunos analistas dicen que estas fluctuaciones son normales debido a la volatilidad de los mercados internacionales y las políticas de producción de los países productores de petróleo. Claro, fácil decirlo cuando uno no es el que paga la cuenta al final del mes. Lo cierto es que la economía familiar sigue siendo el talón de Aquiles, y cada cambio en los precios de los combustibles impacta directamente en nuestro día a día.
Y mientras tanto, seguimos escuchando promesas de soluciones mágicas y proyectos grandilocuentes que supuestamente van a solucionar el problema energético del país. Pero la verdad, compas, es que mientras sigamos dependiendo del petróleo importado, vamos a estar a merced de los caprichos del mercado internacional. Habrá que seguir buscando alternativas sostenibles y eficientes, porque así no vamos a poder salir adelante a largo plazo. Al final, todo se reduce a eso: buscar formas de aminorar el golpe y cuidarnos mutuamente.
En fin, les dejo reflexionar sobre esto. Con estos cambios en los precios, ¿creen que el gobierno debería implementar alguna medida para ayudar a las familias más vulnerables o sería mejor enfocarse en promover el uso de energías renovables? ¡Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensan!