¡Ay, Dios mío, qué bronca! Este miércoles el centro de San José se convirtió en un verdadero hormiguero y el tráfico, pues ni hablar. Trabajadores del sector público decidieron salir a las calles para protestar por el congelamiento salarial, que ya va pa' sexto año corrido, y vaya que se les sintió. Si tenías planes de moverte por la zona, prepárate porque te tocó buscar ruta alternativa, ¡y rápido!
La movilización, que comenzó puntualmente a las 9:00 a.m. frente al Parque de La Merced, tuvo como destino final la sede del Ministerio de Hacienda, ubicada justo a un tiro de piedra del Teatro Nacional. Pero claro, para llegar ahí, los manifestantes tuvieron que recorrer casi 750 metros bloqueando la Avenida Segunda, generando atascos kilométricos desde tempranas horas.
Desde las 8:00 a.m., ya empezaron a formarse algunas “presas” –como decimos nosotros– en los alrededores, especialmente en el Paseo Colón entre las calles 10 y 14. Los hospitales San Juan de Dios y de Niños, ubicados cerca, también fueron afectados. ¡Imagínate la molestia para quienes tenían citas médicas o necesitaban atención urgente! Varios usuarios comentaron que perdieron tiempo valioso tratando de acceder a esos centros.
A medida que avanzaba la marcha, más calles quedaron atrapadas en el embotellamiento. Las avenidas 0, 1, 2, 4, 6 y 8 se vieron obligadas a ceder paso a la protesta, complicando aún más el panorama. Si venías del norte buscando pasar al sur, o viceversa, la recomendación era clara: ¡busca otra vía, mael! Porque ahí no había cómo moverse.
Las avenidas 10 y 14, arterias principales para quienes se desplazan hacia el este, sufrieron las peores consecuencias. Lo mismo ocurrió con las avenidas 1, 3, 8 y 12, rutas clave para salir hacia el oeste. Todo estaba saturado, gente pitando, bocinas sonando… un concierto de frustraciones, diay. Teníamos que estar bien atentos a las indicaciones de los oficiales de tránsito.
Pero no solo los carros se vieron afectados; el transporte público también recibió una buena dosis de complicaciones. Rutas provenientes de Alajuela, La Carpio, San Joaquín de Flores, incluso desde tan lejos como La Guácima, tuvieron que modificar sus recorridos o esperar largas filas para poder avanzar. Se reportaron retrasos considerables y algunos pasajeros optaron por bajar y tomar taxis, aunque eso implicaba un gasto extra.
Según información proporcionada por la Dirección General de Tránsito, los efectos del bloqueo se extendieron incluso a zonas aledañas, como Alajuelita, Lagunilla de Heredia, Desamparados, Aserrí, Curridabat, Zapote, Guadalupe y Moravia, todas ellas interconectadas a través de las vías principales. Muchos conductores denunciaron haber perdido más de una hora en sus trayectos habituales, una verdadera torta.
En fin, un día complicado para todos aquellos que tuvimos que transitar por el centro de San José. Ahora nos queda preguntarnos: ¿Será que el gobierno escuchará las demandas de los trabajadores públicos y ofrecerá una solución viable a este conflicto, o seguiremos viendo manifestaciones similares en el futuro?
La movilización, que comenzó puntualmente a las 9:00 a.m. frente al Parque de La Merced, tuvo como destino final la sede del Ministerio de Hacienda, ubicada justo a un tiro de piedra del Teatro Nacional. Pero claro, para llegar ahí, los manifestantes tuvieron que recorrer casi 750 metros bloqueando la Avenida Segunda, generando atascos kilométricos desde tempranas horas.
Desde las 8:00 a.m., ya empezaron a formarse algunas “presas” –como decimos nosotros– en los alrededores, especialmente en el Paseo Colón entre las calles 10 y 14. Los hospitales San Juan de Dios y de Niños, ubicados cerca, también fueron afectados. ¡Imagínate la molestia para quienes tenían citas médicas o necesitaban atención urgente! Varios usuarios comentaron que perdieron tiempo valioso tratando de acceder a esos centros.
A medida que avanzaba la marcha, más calles quedaron atrapadas en el embotellamiento. Las avenidas 0, 1, 2, 4, 6 y 8 se vieron obligadas a ceder paso a la protesta, complicando aún más el panorama. Si venías del norte buscando pasar al sur, o viceversa, la recomendación era clara: ¡busca otra vía, mael! Porque ahí no había cómo moverse.
Las avenidas 10 y 14, arterias principales para quienes se desplazan hacia el este, sufrieron las peores consecuencias. Lo mismo ocurrió con las avenidas 1, 3, 8 y 12, rutas clave para salir hacia el oeste. Todo estaba saturado, gente pitando, bocinas sonando… un concierto de frustraciones, diay. Teníamos que estar bien atentos a las indicaciones de los oficiales de tránsito.
Pero no solo los carros se vieron afectados; el transporte público también recibió una buena dosis de complicaciones. Rutas provenientes de Alajuela, La Carpio, San Joaquín de Flores, incluso desde tan lejos como La Guácima, tuvieron que modificar sus recorridos o esperar largas filas para poder avanzar. Se reportaron retrasos considerables y algunos pasajeros optaron por bajar y tomar taxis, aunque eso implicaba un gasto extra.
Según información proporcionada por la Dirección General de Tránsito, los efectos del bloqueo se extendieron incluso a zonas aledañas, como Alajuelita, Lagunilla de Heredia, Desamparados, Aserrí, Curridabat, Zapote, Guadalupe y Moravia, todas ellas interconectadas a través de las vías principales. Muchos conductores denunciaron haber perdido más de una hora en sus trayectos habituales, una verdadera torta.
En fin, un día complicado para todos aquellos que tuvimos que transitar por el centro de San José. Ahora nos queda preguntarnos: ¿Será que el gobierno escuchará las demandas de los trabajadores públicos y ofrecerá una solución viable a este conflicto, o seguiremos viendo manifestaciones similares en el futuro?