¡Ay, Dios mío! Parece que el MOPT sí que nos quiere poner a prueba este año. Anuncian carril reversible en la ruta 27 para todos los domingos de enero, y eso, mis queridos lectores, significa que vamos a tener que prepararnos mentalmente (y tal vez hasta física) para el tráfico. Ya saben cómo va la cosa, pura tensión y bocinas, pero bueno, supongo que es el precio que pagamos por irnos de vacaciones.
Según el MOPT, la idea es ayudar a la gente que se salió de viaje a relajarse un poco en el camino de vuelta. El plan es simple: cuatro caminos de la ruta 27, entre Pozón y el peaje de Cruce a Ciudad Colón, van a funcionar como si fueran en sentido contrario, apuntando hacia San José. Esto debería aliviar un poquito la congestión, especialmente para aquellos que vienen desde Puntarenas y Guanacaste, y también para los que prefieren evitar el Cerro de la Muerte y optar por la Costanera Sur. Pero, díganme, ¿realmente va a solucionar el problema o simplemente lo va a mover a otro lado?
Lo que realmente me preocupa es el horario. Dicen que el carril reversible estará funcionando de 2:00 p.m. a 6:00 p.m., pero añaden que necesitan hacer cierres desde la 1:00 p.m. y las 7:00 p.m. para poderlo implementar. ¡Eso significa dos horas de pura angustia! Imaginen la escena: usted llegando justo a la hora del cierre, tratando de meterse en el carril correcto mientras la gente te clava con la mirada... ¡qué despiche!
Y ni hablar de la velocidad máxima permitida, que será de 60 km/h. En la 27, eso es prácticamente ir andando. Con toda la prisa que tenemos de llegar a casa, vas a querer echarle pié duro, pero ya sabes, los polis andan dando vueltas como perdidos esperando a pillar a alguien. Así que ahí tienes: paciencia, mucha paciencia y tratar de no estresarte demasiado. Porque si te estresas, te sales del carril y luego, ¡qué torta!
Entiendo que la intención del MOPT es buena, buscando facilitar el retorno a la rutina después de unos días de descanso. Pero, honestamente, me da la impresión de que estamos parcheando un problema mucho más grande. La 27 necesita ampliación urgente, y no soluciones temporales como estas. ¿Cuántas veces tendremos que soportar esto antes de que le den solución definitiva a esta vía?
Además, hay que tomar en cuenta que este carril reversible coincide con el regreso al trabajo del sector público, lo que significa aún más carros en la carretera. La combinación de factores es explosiva, mándale fe, porque va a estar complicado. Es como buscar estacionamiento en Escazú un sábado cualquiera; pura pelea y nervios.
Desde la Dirección General de Ingeniería de Tránsito les recuerdan que tienen que respetar las señales verticales. Sí, claro, como si alguien fuera a prestarles atención cuando esté sudando frío por llegar a tiempo. Pero bueno, mejor prevenir que lamentar, así que mantengan la calma, presten atención y eviten cualquier maniobra peligrosa. Recuerden que llegar tarde siempre es mejor que terminar en un accidente, diay.
En fin, parece que enero promete ser un mes movido en la ruta 27. El carril reversible puede ayudar, pero tampoco esperemos milagros. Ahora bien, teniendo en cuenta todas estas medidas, ¿creen que el carril reversible realmente logrará descongestionar la ruta 27, o será solo otro dolor de cabeza para los viajeros?
Según el MOPT, la idea es ayudar a la gente que se salió de viaje a relajarse un poco en el camino de vuelta. El plan es simple: cuatro caminos de la ruta 27, entre Pozón y el peaje de Cruce a Ciudad Colón, van a funcionar como si fueran en sentido contrario, apuntando hacia San José. Esto debería aliviar un poquito la congestión, especialmente para aquellos que vienen desde Puntarenas y Guanacaste, y también para los que prefieren evitar el Cerro de la Muerte y optar por la Costanera Sur. Pero, díganme, ¿realmente va a solucionar el problema o simplemente lo va a mover a otro lado?
Lo que realmente me preocupa es el horario. Dicen que el carril reversible estará funcionando de 2:00 p.m. a 6:00 p.m., pero añaden que necesitan hacer cierres desde la 1:00 p.m. y las 7:00 p.m. para poderlo implementar. ¡Eso significa dos horas de pura angustia! Imaginen la escena: usted llegando justo a la hora del cierre, tratando de meterse en el carril correcto mientras la gente te clava con la mirada... ¡qué despiche!
Y ni hablar de la velocidad máxima permitida, que será de 60 km/h. En la 27, eso es prácticamente ir andando. Con toda la prisa que tenemos de llegar a casa, vas a querer echarle pié duro, pero ya sabes, los polis andan dando vueltas como perdidos esperando a pillar a alguien. Así que ahí tienes: paciencia, mucha paciencia y tratar de no estresarte demasiado. Porque si te estresas, te sales del carril y luego, ¡qué torta!
Entiendo que la intención del MOPT es buena, buscando facilitar el retorno a la rutina después de unos días de descanso. Pero, honestamente, me da la impresión de que estamos parcheando un problema mucho más grande. La 27 necesita ampliación urgente, y no soluciones temporales como estas. ¿Cuántas veces tendremos que soportar esto antes de que le den solución definitiva a esta vía?
Además, hay que tomar en cuenta que este carril reversible coincide con el regreso al trabajo del sector público, lo que significa aún más carros en la carretera. La combinación de factores es explosiva, mándale fe, porque va a estar complicado. Es como buscar estacionamiento en Escazú un sábado cualquiera; pura pelea y nervios.
Desde la Dirección General de Ingeniería de Tránsito les recuerdan que tienen que respetar las señales verticales. Sí, claro, como si alguien fuera a prestarles atención cuando esté sudando frío por llegar a tiempo. Pero bueno, mejor prevenir que lamentar, así que mantengan la calma, presten atención y eviten cualquier maniobra peligrosa. Recuerden que llegar tarde siempre es mejor que terminar en un accidente, diay.
En fin, parece que enero promete ser un mes movido en la ruta 27. El carril reversible puede ayudar, pero tampoco esperemos milagros. Ahora bien, teniendo en cuenta todas estas medidas, ¿creen que el carril reversible realmente logrará descongestionar la ruta 27, o será solo otro dolor de cabeza para los viajeros?