¡Ay, Dios mío! Ya estamos en diciembre y eso significa una cosa: aguinaldo. Pa’ muchos, es la salvación; pa’ otros, una tentación tremenda que los puede meter en un brete gordo. El MEIC, consciente de esto, ha soltado unos consejos pa’ que no vayamos todos perdiendo la cabeza con el dinerito extra y terminemos llorando en enero.
Como sabemos, la época de aguinaldos es pura movida. Una ansiedad que te come vivo, con anuncios por to' lao’, ofertas que brillan más que el sol de Tarrazú y, claro, la presión del comercio apremiándote pa’ gastar. Pero, ¡ojo!, porque si no tienes un plan bien definido, puedes terminar más endeudado que un político en campaña electoral.
Cynthia Zapata, la directora del DAC del MEIC, nos recuerda que antes de salir corriendo a comprar chunches innecesarios, hay que saldar esas deudas que quedaron colgando del año anterior. ¡La verdad! Es lo primero que debemos hacer. Después, organizar bien los gastos habituales, incluyendo esa “cuesta” de enero que siempre nos pega como ladrillo. Porque, díganlo en voz alta, enero siempre es duro.
Y aquí viene el consejo clave: suma todos tus gastos mensuales, desde la renta hasta el café de la mañana. Eso es lo mínimo que necesitas pa’ sobrevivir cada mes. A partir de ahí, decide qué parte del aguinaldo puedes dedicar a fortalecer tu reserva financiera. Un buen colchón pa’l 2026 nunca está de más, especialmente con la economía dando vueltas como trompo.
Pero atención, mae, porque no todo son alegrías. Grupo Mutual nos avisa que el incremento en transacciones online y retiros en cajeros automáticos en diciembre también atrae a los delincuentes cibernéticos. ¡Un salado! Estos tipos aprovechan que estás distraído pensando en los regalos pa’ robarte la poca plata que te queda. Así que, redobla la seguridad, chepa. No compartas claves ni tokens, verifica cada enlace, usa solo apps oficiales y, por favor, evita retirar dinero en cajeros solitarios o de noche. Mejor pide prestado a tu vecino, ¡más seguro!
En resumen, el aguinaldo es una bendición, sí, pero también puede ser una torta si no sabes manejarlo. Piensa bien antes de gastar, prioriza tus deudas y construye esa reserva financiera que te dará tranquilidad en el futuro. No caigas en la trampa del consumismo desenfrenado, que al final solo te dejará con dolor de cabeza y el bolsillo vacío. ¡Que no se les vaya al traste el aguinaldo a nadie!
Además, considera invertir parte de ese dinerito en proyectos personales o educativos. Tal vez puedas tomar un curso para mejorar tus habilidades laborales o empezar ese negocio que siempre has soñado. ¡Ahora es el momento perfecto para darle una vuelta a la vida! Hay tantas oportunidades disponibles, solo tienes que estar dispuesto a aprovecharlas. Y recuerda, el ahorro es fundamental para construir un futuro sólido y próspero.
Así que ya lo saben, mis queridos lectores: disfruten del aguinaldo, pero con responsabilidad y planificación. Que no les agarre la ansiedad y que no se dejen llevar por los impulsos. Ahora, me pregunto… ¿Ustedes prefieren gastar el aguinaldo en pagar deudas o invertirlo en algo que les genere ingresos extras a largo plazo?
Como sabemos, la época de aguinaldos es pura movida. Una ansiedad que te come vivo, con anuncios por to' lao’, ofertas que brillan más que el sol de Tarrazú y, claro, la presión del comercio apremiándote pa’ gastar. Pero, ¡ojo!, porque si no tienes un plan bien definido, puedes terminar más endeudado que un político en campaña electoral.
Cynthia Zapata, la directora del DAC del MEIC, nos recuerda que antes de salir corriendo a comprar chunches innecesarios, hay que saldar esas deudas que quedaron colgando del año anterior. ¡La verdad! Es lo primero que debemos hacer. Después, organizar bien los gastos habituales, incluyendo esa “cuesta” de enero que siempre nos pega como ladrillo. Porque, díganlo en voz alta, enero siempre es duro.
Y aquí viene el consejo clave: suma todos tus gastos mensuales, desde la renta hasta el café de la mañana. Eso es lo mínimo que necesitas pa’ sobrevivir cada mes. A partir de ahí, decide qué parte del aguinaldo puedes dedicar a fortalecer tu reserva financiera. Un buen colchón pa’l 2026 nunca está de más, especialmente con la economía dando vueltas como trompo.
Pero atención, mae, porque no todo son alegrías. Grupo Mutual nos avisa que el incremento en transacciones online y retiros en cajeros automáticos en diciembre también atrae a los delincuentes cibernéticos. ¡Un salado! Estos tipos aprovechan que estás distraído pensando en los regalos pa’ robarte la poca plata que te queda. Así que, redobla la seguridad, chepa. No compartas claves ni tokens, verifica cada enlace, usa solo apps oficiales y, por favor, evita retirar dinero en cajeros solitarios o de noche. Mejor pide prestado a tu vecino, ¡más seguro!
En resumen, el aguinaldo es una bendición, sí, pero también puede ser una torta si no sabes manejarlo. Piensa bien antes de gastar, prioriza tus deudas y construye esa reserva financiera que te dará tranquilidad en el futuro. No caigas en la trampa del consumismo desenfrenado, que al final solo te dejará con dolor de cabeza y el bolsillo vacío. ¡Que no se les vaya al traste el aguinaldo a nadie!
Además, considera invertir parte de ese dinerito en proyectos personales o educativos. Tal vez puedas tomar un curso para mejorar tus habilidades laborales o empezar ese negocio que siempre has soñado. ¡Ahora es el momento perfecto para darle una vuelta a la vida! Hay tantas oportunidades disponibles, solo tienes que estar dispuesto a aprovecharlas. Y recuerda, el ahorro es fundamental para construir un futuro sólido y próspero.
Así que ya lo saben, mis queridos lectores: disfruten del aguinaldo, pero con responsabilidad y planificación. Que no les agarre la ansiedad y que no se dejen llevar por los impulsos. Ahora, me pregunto… ¿Ustedes prefieren gastar el aguinaldo en pagar deudas o invertirlo en algo que les genere ingresos extras a largo plazo?
