¡Ay, Dios mío! Pa' qué les cuento, la movida en Medio Oriente se puso más turbia que café agrio. Resulta que el Don Trump, que anda medio revolucionado últimamente, soltó un ultimátum pa' Hamás hace poquito, amenazando con echarle un chapuzón de fuego que ni usted cree. Pues bien, parece que el aviso les llegó, porque ahora dicen que aceptaron liberar a los rehenes. ¡Una voltereta tremenda!
La verdad es que uno se queda pensando cómo es posible semejante cambio de rumbo. Apenas el domingo pasado, Trump estaba prometiendo apagarles las luces a diestra y siniestra si no hacían caso. Ahora, de repente, pide que detengan los bombardeos en Gaza pa' poder sacar a los secuestrados sanos y salvos. No sé yo, parece sacado de novela.
Según los reportes desde Washington, la ONU se puso contenta con el giro de los acontecimientos. El Secretario General, António Guterres, expresó su alivio por la aceptación de Hamás a la propuesta de paz. Pero claro, entre contento y contento hay un abismo, porque todavía quedan mil cosas por resolver. El brete es grande, mángel.
Y hablando de planes de paz, la jugada de Trump parece haber tomado por sorpresa a varios analistas políticos. Algunos aseguran que busca capital político aprovechándose de la crisis, otros creen que realmente quiere ponerle fin al conflicto. Lo cierto es que el tipo tiene un olfato pa' estas cosas, aunque a veces te dé un susto con sus declaraciones.
Ahora, miren este detalle: mientras tanto, acá en Costa Rica la gente está comentando el asunto en redes sociales, como siempre. Hay quienes apoyan la iniciativa de Trump, otros critican su estrategia agresiva previa, y unos pocos, sinceramente, parecen más preocupados por la receta del gallo pinto que por la guerra en Gaza. ¡Pero bueno, así somos nosotros, relajados!
Lo que sí me preocupa es cómo esta escalada afecta la economía global. El precio del petróleo ya empieza a subir, la inflación amenaza con volver a crecer... y nos toca pagar la cuenta, como siempre. Además, imagínense el impacto humanitario en Gaza, donde miles de personas viven en condiciones deplorables. ¡Qué torta!
La pregunta clave ahora es: ¿realmente Hamás cumplirá su promesa de liberar a los rehenes? ¿O esto será solo una táctica pa' ganar tiempo y rearmarse? Y lo más importante, ¿cómo va a afectar esto a la diplomacia internacional y al equilibrio de poder en la región? Parece que estamos ante un nuevo capítulo lleno de incertidumbre, y créanme, ¡uno necesita tomarse un chorroloco pa' digerirlo todo!
En fin, señores y señoras, la cosa está que arde, y nos toca estar pendientes de cómo se desarrolla esta telenovela. Pero díganme, ustedes qué piensan: ¿creen que Trump logrará finalmente establecer una paz duradera en Medio Oriente, o esto terminará siendo otra decepción más?
La verdad es que uno se queda pensando cómo es posible semejante cambio de rumbo. Apenas el domingo pasado, Trump estaba prometiendo apagarles las luces a diestra y siniestra si no hacían caso. Ahora, de repente, pide que detengan los bombardeos en Gaza pa' poder sacar a los secuestrados sanos y salvos. No sé yo, parece sacado de novela.
Según los reportes desde Washington, la ONU se puso contenta con el giro de los acontecimientos. El Secretario General, António Guterres, expresó su alivio por la aceptación de Hamás a la propuesta de paz. Pero claro, entre contento y contento hay un abismo, porque todavía quedan mil cosas por resolver. El brete es grande, mángel.
Y hablando de planes de paz, la jugada de Trump parece haber tomado por sorpresa a varios analistas políticos. Algunos aseguran que busca capital político aprovechándose de la crisis, otros creen que realmente quiere ponerle fin al conflicto. Lo cierto es que el tipo tiene un olfato pa' estas cosas, aunque a veces te dé un susto con sus declaraciones.
Ahora, miren este detalle: mientras tanto, acá en Costa Rica la gente está comentando el asunto en redes sociales, como siempre. Hay quienes apoyan la iniciativa de Trump, otros critican su estrategia agresiva previa, y unos pocos, sinceramente, parecen más preocupados por la receta del gallo pinto que por la guerra en Gaza. ¡Pero bueno, así somos nosotros, relajados!
Lo que sí me preocupa es cómo esta escalada afecta la economía global. El precio del petróleo ya empieza a subir, la inflación amenaza con volver a crecer... y nos toca pagar la cuenta, como siempre. Además, imagínense el impacto humanitario en Gaza, donde miles de personas viven en condiciones deplorables. ¡Qué torta!
La pregunta clave ahora es: ¿realmente Hamás cumplirá su promesa de liberar a los rehenes? ¿O esto será solo una táctica pa' ganar tiempo y rearmarse? Y lo más importante, ¿cómo va a afectar esto a la diplomacia internacional y al equilibrio de poder en la región? Parece que estamos ante un nuevo capítulo lleno de incertidumbre, y créanme, ¡uno necesita tomarse un chorroloco pa' digerirlo todo!
En fin, señores y señoras, la cosa está que arde, y nos toca estar pendientes de cómo se desarrolla esta telenovela. Pero díganme, ustedes qué piensan: ¿creen que Trump logrará finalmente establecer una paz duradera en Medio Oriente, o esto terminará siendo otra decepción más?