¡Ay, Dios mío, qué vaina! Resulta que el internet entero se le puso patas arriba con la movida de la pensión del ex presidente Carlos Alvarado. Dicen por ahí que él mismo se la tramitó pa’ ayudar a financiar la campaña de su esposa, Claudia Dobles, ¡y eso sí que es despiche! Pero el señor salió a aclarar la polémica a través de su cuenta de X (antes Twitter) y dijo que todo es mentira, pura invención.
Según el comunicado del exmandatario, publicado hace unos días, nunca ha tramitado ninguna pensión de expresidente, ni siquiera recibió el choche de ella. Asegura que todos sus ingresos provienen de su trabajo actual y que lo que dice la página web chota es simplemente un invento. Vamos, que lo niega rotundamente y dice que cualquier medio serio puede verificarlo con el Ministerio de Trabajo. ¡Imagínate el jale! La gente creyendo cualquier cosa que sale en las redes sociales.
Para entender bien la maraña, hay que recordar que Alvarado renunció a ese beneficio desde que terminó su período presidencial en mayo del 2022. Él siempre ha dicho que no quería recibir esa paga, buscando evitar cualquier tipo de sospecha. En otras declaraciones anteriores, incluso expresó su intención de no recibir la pensión, argumentando que prefería trabajar y generar sus propios ingresos. El mae siempre buscando quedar bien, diay.
Pero la historia se complica un poco más, porque parece que aunque Alvarado no la solicitó activamente, el trámite había sido iniciado anteriormente, allá por el 2020, durante su gestión. Al parecer, él mismo alegó que iba a buscar trabajo después de dejar el gobierno, para así evitar cobrar la jubilación. Un intento de “limpiar” la imagen, vamos. Luego, en junio del 2022, ya fuera de Zapote, presentó una carta de renuncia formal al beneficio. Como si fuera fácil escapar de esos asuntos burocráticos.
Las autoridades, aunque intentaron restarle importancia, recordaron que, según los artículos 73 y 74 de la Constitución Política, los derechos laborales son irrenunciables, incluyendo la pensión. O sea, legalmente no podían obligarlo a aceptarla, pero tampoco podían negársela automáticamente. El brete administrativo es complejo, ¿verdad?
Sin embargo, el asunto quedó trabado porque Alvarado nunca proporcionó sus datos bancarios ni los procedimientos necesarios para realizar el pago correspondiente. Parece que nadie sabía dónde iban a mandar el dinero si se lo hubieran dado. Un limbo burocrático que evitó que la situación escalara aún más. Aunque claro, alimenta las especulaciones y el morrocotudo en las redes sociales.
Ahora, con estas aclaraciones de Alvarado, la controversia sigue latente. El Partido Fundado por Rafael Ángel Calderón también le dio su apoyo a la candidatura de Claudia Dobles, agregando otro ingrediente a la sopa política. Y mientras tanto, la oposición aprovecha para atacar y sembrar dudas sobre la transparencia del proceso. Vaya, vaya, qué caldo de cultivo para las próximas elecciones. Uno se pregunta cómo va a salir esto en las encuestas, diay.
Con toda esta movida, uno no sabe qué pensar. ¿Será que realmente Alvarado jamás quiso recibir esa pensión o hubo alguna otra jugada detrás? Después de tanto rodeo y tantos dimes y diretes, me pregunto: ¿creen ustedes que esta polémica afectará significativamente la campaña de Claudia Dobles y cómo podría influir en la decisión de los votantes?
Según el comunicado del exmandatario, publicado hace unos días, nunca ha tramitado ninguna pensión de expresidente, ni siquiera recibió el choche de ella. Asegura que todos sus ingresos provienen de su trabajo actual y que lo que dice la página web chota es simplemente un invento. Vamos, que lo niega rotundamente y dice que cualquier medio serio puede verificarlo con el Ministerio de Trabajo. ¡Imagínate el jale! La gente creyendo cualquier cosa que sale en las redes sociales.
Para entender bien la maraña, hay que recordar que Alvarado renunció a ese beneficio desde que terminó su período presidencial en mayo del 2022. Él siempre ha dicho que no quería recibir esa paga, buscando evitar cualquier tipo de sospecha. En otras declaraciones anteriores, incluso expresó su intención de no recibir la pensión, argumentando que prefería trabajar y generar sus propios ingresos. El mae siempre buscando quedar bien, diay.
Pero la historia se complica un poco más, porque parece que aunque Alvarado no la solicitó activamente, el trámite había sido iniciado anteriormente, allá por el 2020, durante su gestión. Al parecer, él mismo alegó que iba a buscar trabajo después de dejar el gobierno, para así evitar cobrar la jubilación. Un intento de “limpiar” la imagen, vamos. Luego, en junio del 2022, ya fuera de Zapote, presentó una carta de renuncia formal al beneficio. Como si fuera fácil escapar de esos asuntos burocráticos.
Las autoridades, aunque intentaron restarle importancia, recordaron que, según los artículos 73 y 74 de la Constitución Política, los derechos laborales son irrenunciables, incluyendo la pensión. O sea, legalmente no podían obligarlo a aceptarla, pero tampoco podían negársela automáticamente. El brete administrativo es complejo, ¿verdad?
Sin embargo, el asunto quedó trabado porque Alvarado nunca proporcionó sus datos bancarios ni los procedimientos necesarios para realizar el pago correspondiente. Parece que nadie sabía dónde iban a mandar el dinero si se lo hubieran dado. Un limbo burocrático que evitó que la situación escalara aún más. Aunque claro, alimenta las especulaciones y el morrocotudo en las redes sociales.
Ahora, con estas aclaraciones de Alvarado, la controversia sigue latente. El Partido Fundado por Rafael Ángel Calderón también le dio su apoyo a la candidatura de Claudia Dobles, agregando otro ingrediente a la sopa política. Y mientras tanto, la oposición aprovecha para atacar y sembrar dudas sobre la transparencia del proceso. Vaya, vaya, qué caldo de cultivo para las próximas elecciones. Uno se pregunta cómo va a salir esto en las encuestas, diay.
Con toda esta movida, uno no sabe qué pensar. ¿Será que realmente Alvarado jamás quiso recibir esa pensión o hubo alguna otra jugada detrás? Después de tanto rodeo y tantos dimes y diretes, me pregunto: ¿creen ustedes que esta polémica afectará significativamente la campaña de Claudia Dobles y cómo podría influir en la decisión de los votantes?