¡Ay, mi gente! Aquí les va la bronca que se armó en el PLN, porque parece que el tiempo no perdona a nadie ni siquiera a los políticos. Resulta que Álvaro Ramos, buscando renovar la imagen del partido, sacó a relucir su pasado “No” al TLC, y eso encendió las alarmas de Don Antonio Álvarez, que no se quedó callado ni un segundo. Esto se puso más caliente que gallina pochada, ¡díganle!
Todo empezó cuando Ramos, en una entrevista pa’ Quince UCR, quiso marcar distancia con figuras históricas del PLN, como el mismísimo Don Óscarlos Arias, usando el famoso TLC como bandera. Dijo textualmente, “yo estaba en el no al TLC, don Oscar dijo que sí, soy una persona diferente, esta es una Liberación diferente”. Pues ahí fue donde Álvarez explotó, porque para él, el TLC fue un hito importantísimo para el país.
Don Antonio, sin pelos en la lengua, le soltó unas verdades a Ramos que resonaron como bomba en el corazón del partido. Según Álvarez, las declaraciones de Ramos demuestran “un desconocimiento muy grande de la realidad nacional e internacional”. No se anduvo con rodeos, le dijo que defender el TLC fue una tarea “visionaria y titánica”, y que gracias a él llegó la inversión extranjera, crecieron las zonas francas y las exportaciones. Vamos, que le echó toda la carne al asador, mae.
Y para rematar, Álvarez lanzó una frase que dejó a más de uno boquiabierto: “Si hubiera progresado el NO, nuestro país estaría más cerca de la situación de Venezuela”. ¡Imagínate la chincha! Eso sí que puso a temblar a los liberacionistas más conservadores. Se nota que el tipo conoce la materia y no se anda con jueguitos.
Pero lo que realmente molestó a Álvarez no fue tanto la postura del pasado de Ramos, sino su orgullo por haber estado del lado del “No”. Ahí fue donde soltó la joyita: “Lo que más me sorprende no es que don Álvaro estuviera con el NO, sino que siga orgulloso de ello”. ¡Duro, eh! Parecía que le ardía la sangre, y con razón, pues hay mucho en juego en estas elecciones.
“Más malo que equivocarse es empeñarse en seguir equivocado”, sentenció Álvarez, reiterando que el TLC fue un “gran logro” para el país. Claramente, él cree firmemente en la visión de Arias y considera que cualquier cuestionamiento al respecto es un ataque a la historia del PLN. Se nota que tiene principios bien arraigados, ¡y eso se respeta, aunque no estés de acuerdo!
Esta disputa interna en el PLN pone de manifiesto las tensiones generacionales y las diferentes visiones sobre el rumbo que debe tomar el partido hacia las elecciones del 2026. Por un lado, tenemos a Ramos, tratando de atraer a votantes jóvenes con discursos de cambio y renovación; por otro, a Álvarez, defendiendo los valores y logros del pasado. ¡Esto pinta pa' novela, mis panas!
En fin, esta pelea entre dos pesos pesados del PLN nos deja pensando: ¿Debería un político costarricense renegar de sus decisiones pasadas para congraciarse con nuevos votantes, o es importante mantener la coherencia ideológica, aunque esto signifique perder apoyo popular? ¡Compas, díganme qué piensan ustedes! ¿Es más importante adaptarse a los tiempos o aferrarse a los principios?
Todo empezó cuando Ramos, en una entrevista pa’ Quince UCR, quiso marcar distancia con figuras históricas del PLN, como el mismísimo Don Óscarlos Arias, usando el famoso TLC como bandera. Dijo textualmente, “yo estaba en el no al TLC, don Oscar dijo que sí, soy una persona diferente, esta es una Liberación diferente”. Pues ahí fue donde Álvarez explotó, porque para él, el TLC fue un hito importantísimo para el país.
Don Antonio, sin pelos en la lengua, le soltó unas verdades a Ramos que resonaron como bomba en el corazón del partido. Según Álvarez, las declaraciones de Ramos demuestran “un desconocimiento muy grande de la realidad nacional e internacional”. No se anduvo con rodeos, le dijo que defender el TLC fue una tarea “visionaria y titánica”, y que gracias a él llegó la inversión extranjera, crecieron las zonas francas y las exportaciones. Vamos, que le echó toda la carne al asador, mae.
Y para rematar, Álvarez lanzó una frase que dejó a más de uno boquiabierto: “Si hubiera progresado el NO, nuestro país estaría más cerca de la situación de Venezuela”. ¡Imagínate la chincha! Eso sí que puso a temblar a los liberacionistas más conservadores. Se nota que el tipo conoce la materia y no se anda con jueguitos.
Pero lo que realmente molestó a Álvarez no fue tanto la postura del pasado de Ramos, sino su orgullo por haber estado del lado del “No”. Ahí fue donde soltó la joyita: “Lo que más me sorprende no es que don Álvaro estuviera con el NO, sino que siga orgulloso de ello”. ¡Duro, eh! Parecía que le ardía la sangre, y con razón, pues hay mucho en juego en estas elecciones.
“Más malo que equivocarse es empeñarse en seguir equivocado”, sentenció Álvarez, reiterando que el TLC fue un “gran logro” para el país. Claramente, él cree firmemente en la visión de Arias y considera que cualquier cuestionamiento al respecto es un ataque a la historia del PLN. Se nota que tiene principios bien arraigados, ¡y eso se respeta, aunque no estés de acuerdo!
Esta disputa interna en el PLN pone de manifiesto las tensiones generacionales y las diferentes visiones sobre el rumbo que debe tomar el partido hacia las elecciones del 2026. Por un lado, tenemos a Ramos, tratando de atraer a votantes jóvenes con discursos de cambio y renovación; por otro, a Álvarez, defendiendo los valores y logros del pasado. ¡Esto pinta pa' novela, mis panas!
En fin, esta pelea entre dos pesos pesados del PLN nos deja pensando: ¿Debería un político costarricense renegar de sus decisiones pasadas para congraciarse con nuevos votantes, o es importante mantener la coherencia ideológica, aunque esto signifique perder apoyo popular? ¡Compas, díganme qué piensan ustedes! ¿Es más importante adaptarse a los tiempos o aferrarse a los principios?
