¡Ay, Dios mío, qué movida la que está armando Luis Amador! El exministro, que anda más perdido que bola en hilo en las encuestas, soltó tamaña descarga contra Laura Fernández y las casas encuestadoras que hasta el propio Rodriguito estaría sacando humo. Con menos votos que un mosquito en invierno, decidió meter baza y poner a temblar a todo el mundo político.
Resulta que Don Luis, hablando claro como agua tibia, acusó a la candidata de Pueblo Soberano de estar haciendo un “brete” con la figura de Rodrigo Chaves. Según él, la única razón por la que Laura anda encabezando las encuestas es porque ha prometido mantener al otrora presidente en el poder, incluso insinuando que podría designarlo como Ministro de la Presidencia. ¡Imagínense la bronca si eso pasara!
Pero eso no es todo, amigos. Amador también explotó con una denuncia tremenda sobre las encuestas. Dice que le ofrecieron dinero –entre tres mil y cinco mil dólares por punto– para manipular los resultados y maquillar su imagen. Un verdadero escándalo, si esto fuera cierto. ¡Y vaya que sí suena salado!
“Me han contactado para que pague entre $3.000 y $5.000 para que le pongan el margen de error o le suban un punto”, declaró Amador, negándose rotundamente a participar en semejante chorizo. “Yo nunca voy a pagar un cinco por esas cosas”. Ya se sabe, el hombre prefiere irse al traste antes que comprarse unos cuantos puntos artificiales, diay.
Y ahí no paró, porque fue directo al grano con quienes, según él, están financiando la campaña de Fernández. Pintó un cuadro bien juguetón con tres personajes poderosos: “Un dueño de un canal que lo utiliza para canalizar todo hacia ella”, “el que tenía un negocio de pollos… después unas líneas aéreas y que está metido en Caldera”, y otro más que prefirió mantener en el anonimato. ¡De una, el tipo golpeó fuerte!
Para dimensionar la magnitud de la situación, miren los números. Amador anda dando tumbos en las encuestas: 0.64% en OPol, 0.3% en Idespo y ni rastro en el CIEP. Parece que su estrategia es pura confrontación para intentar captar aunque sea un poquito de atención en medio del tsunami mediático que genera el oficialismo liderado por Chaves. El pobre hombre, buscando desesperadamente una vara que lo saque del pozo.
Muchos se preguntan si esta táctica funcionará. ¿Podrá Amador, con estas arengas y acusaciones, conseguir conectar con algún sector del electorado? Algunos analistas creen que está desperdiciando su tiempo y energía, mientras que otros ven en su actitud rebelde un intento genuino de romper con el sistema. Sea cual sea la verdad, la cosa está más caliente que frijoles con chile.
En fin, la campaña se puso más picante que salsa Lizano, y con estos dardos venenosos, la carrera presidencial promete ser de las más interesantes que hemos visto en años. Ahora les pregunto, ¿creen que las acusaciones de Luis Amador tienen fundamento, o simplemente es un intento desesperado por llamar la atención en una contienda que ya está prácticamente decidida?
Resulta que Don Luis, hablando claro como agua tibia, acusó a la candidata de Pueblo Soberano de estar haciendo un “brete” con la figura de Rodrigo Chaves. Según él, la única razón por la que Laura anda encabezando las encuestas es porque ha prometido mantener al otrora presidente en el poder, incluso insinuando que podría designarlo como Ministro de la Presidencia. ¡Imagínense la bronca si eso pasara!
Pero eso no es todo, amigos. Amador también explotó con una denuncia tremenda sobre las encuestas. Dice que le ofrecieron dinero –entre tres mil y cinco mil dólares por punto– para manipular los resultados y maquillar su imagen. Un verdadero escándalo, si esto fuera cierto. ¡Y vaya que sí suena salado!
“Me han contactado para que pague entre $3.000 y $5.000 para que le pongan el margen de error o le suban un punto”, declaró Amador, negándose rotundamente a participar en semejante chorizo. “Yo nunca voy a pagar un cinco por esas cosas”. Ya se sabe, el hombre prefiere irse al traste antes que comprarse unos cuantos puntos artificiales, diay.
Y ahí no paró, porque fue directo al grano con quienes, según él, están financiando la campaña de Fernández. Pintó un cuadro bien juguetón con tres personajes poderosos: “Un dueño de un canal que lo utiliza para canalizar todo hacia ella”, “el que tenía un negocio de pollos… después unas líneas aéreas y que está metido en Caldera”, y otro más que prefirió mantener en el anonimato. ¡De una, el tipo golpeó fuerte!
Para dimensionar la magnitud de la situación, miren los números. Amador anda dando tumbos en las encuestas: 0.64% en OPol, 0.3% en Idespo y ni rastro en el CIEP. Parece que su estrategia es pura confrontación para intentar captar aunque sea un poquito de atención en medio del tsunami mediático que genera el oficialismo liderado por Chaves. El pobre hombre, buscando desesperadamente una vara que lo saque del pozo.
Muchos se preguntan si esta táctica funcionará. ¿Podrá Amador, con estas arengas y acusaciones, conseguir conectar con algún sector del electorado? Algunos analistas creen que está desperdiciando su tiempo y energía, mientras que otros ven en su actitud rebelde un intento genuino de romper con el sistema. Sea cual sea la verdad, la cosa está más caliente que frijoles con chile.
En fin, la campaña se puso más picante que salsa Lizano, y con estos dardos venenosos, la carrera presidencial promete ser de las más interesantes que hemos visto en años. Ahora les pregunto, ¿creen que las acusaciones de Luis Amador tienen fundamento, o simplemente es un intento desesperado por llamar la atención en una contienda que ya está prácticamente decidida?
