¡Ay, Dios mío, qué chin nos cayó encima a los ahorradores de la Caja de Ande! Resulta que la Sugef, esa entidad que siempre anda revisando cómo vamos, le bajó el dedo duro a nuestra caja de ahorro, calificándola como Irregularidad I. O sea, casi pa’ mandar la cosa al traste, ¿me entienden?
Para los que no andamos ganzuados en temas financieros, esto significa que la Caja de Ande no está cumpliendo con las normas establecidas. No es que se hayan ido a robar, pero sí hay algunas cositas que no andan bien encaminadas. Según parece, todo empezó con un estudio que le hicieron en mayo pasado, evaluando cómo manejan los créditos de consumo y vivienda, pero también cómo funciona la junta directiva, si manejan bien los riesgos y si cumplen con toda la ley.
Y ahí salió la vaina: encontraron que varios aspectos no estaban como deberían. Dicen que la junta directiva no está tomando decisiones tan acertadas y que la auditoría interna, en lugar de ponerle el ojo avizor a las cosas, anda dormida. Parece que no se fijan en los riesgos más importantes de la caja. ¡Imagínate!, hasta los lineamientos para hacer las auditorías están venidos a menos. Eso sí que es irse al traste, ¿verdad?
El informe, que filtraron (porque en estos casos siempre hay alguien que quiere echar leña al fuego), dice que la auditoría interna no tiene un método claro para hacer su trabajo. Como si estuvieran buscando el chunche a ciegas. Ponderan los riesgos igual, aunque algunos sean más graves que otros. Además, solo se enfocan en estudiar el cobro de los préstamos, dejando de lado otras áreas importantes como la gestión de riesgos, el cumplimiento de leyes y hasta la unidad de control interno. ¡Un brete eso!
La Sugef, con toda su formalidad, señala que la caja no tiene herramientas automatizadas para facilitar el trabajo de la auditoría. Imaginen tener que buscar información en montañas de papel... ¡qué torta! Eso implica que existe un mayor riesgo de cometer errores y de pasar por alto alguna irregularidad. Uno piensa, ¿será que todavía usan máquina de escribir por allá?
Ahora, la junta directiva de la Caja de Ande, pa' quedar bien, sacó un comunicado diciendo que están trabajando en solucionar el problema con las autoridades correspondientes. Pero bueno, ya sabemos cómo va la cosa: siempre prometen y luego… ya saben. Esperemos que esta vez sí hagan algo concreto antes de que la situación se complique aún más. Porque si la Sugef decide tomar medidas más drásticas, podríamos estar viendo cambios significativos en la administración de la caja.
Este asunto plantea varias preguntas importantes. ¿Es posible que la Caja de Ande haya estado manejándose con poca transparencia? ¿Habrá habido negligencia por parte de la junta directiva y de la auditoría interna? Y lo más importante: ¿cómo afectará esto a los miles de educadores, jubilados y pensionados que tienen sus ahorros y créditos en esta institución?
Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la Caja de Ande podrá salir adelante de este apuro o será mejor que empecemos a mover nuestros ahorros a otro lado? ¿Están tranquilos con sus fondos invertidos en la Caja, o les preocupa esta reciente clasificación de la Sugef? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan!
Para los que no andamos ganzuados en temas financieros, esto significa que la Caja de Ande no está cumpliendo con las normas establecidas. No es que se hayan ido a robar, pero sí hay algunas cositas que no andan bien encaminadas. Según parece, todo empezó con un estudio que le hicieron en mayo pasado, evaluando cómo manejan los créditos de consumo y vivienda, pero también cómo funciona la junta directiva, si manejan bien los riesgos y si cumplen con toda la ley.
Y ahí salió la vaina: encontraron que varios aspectos no estaban como deberían. Dicen que la junta directiva no está tomando decisiones tan acertadas y que la auditoría interna, en lugar de ponerle el ojo avizor a las cosas, anda dormida. Parece que no se fijan en los riesgos más importantes de la caja. ¡Imagínate!, hasta los lineamientos para hacer las auditorías están venidos a menos. Eso sí que es irse al traste, ¿verdad?
El informe, que filtraron (porque en estos casos siempre hay alguien que quiere echar leña al fuego), dice que la auditoría interna no tiene un método claro para hacer su trabajo. Como si estuvieran buscando el chunche a ciegas. Ponderan los riesgos igual, aunque algunos sean más graves que otros. Además, solo se enfocan en estudiar el cobro de los préstamos, dejando de lado otras áreas importantes como la gestión de riesgos, el cumplimiento de leyes y hasta la unidad de control interno. ¡Un brete eso!
La Sugef, con toda su formalidad, señala que la caja no tiene herramientas automatizadas para facilitar el trabajo de la auditoría. Imaginen tener que buscar información en montañas de papel... ¡qué torta! Eso implica que existe un mayor riesgo de cometer errores y de pasar por alto alguna irregularidad. Uno piensa, ¿será que todavía usan máquina de escribir por allá?
Ahora, la junta directiva de la Caja de Ande, pa' quedar bien, sacó un comunicado diciendo que están trabajando en solucionar el problema con las autoridades correspondientes. Pero bueno, ya sabemos cómo va la cosa: siempre prometen y luego… ya saben. Esperemos que esta vez sí hagan algo concreto antes de que la situación se complique aún más. Porque si la Sugef decide tomar medidas más drásticas, podríamos estar viendo cambios significativos en la administración de la caja.
Este asunto plantea varias preguntas importantes. ¿Es posible que la Caja de Ande haya estado manejándose con poca transparencia? ¿Habrá habido negligencia por parte de la junta directiva y de la auditoría interna? Y lo más importante: ¿cómo afectará esto a los miles de educadores, jubilados y pensionados que tienen sus ahorros y créditos en esta institución?
Ahora me pregunto, ¿creen ustedes que la Caja de Ande podrá salir adelante de este apuro o será mejor que empecemos a mover nuestros ahorros a otro lado? ¿Están tranquilos con sus fondos invertidos en la Caja, o les preocupa esta reciente clasificación de la Sugef? ¡Den su opinión en el foro, quiero saber qué piensan!
