¡Qué bronca, pura bronca! Los usuarios del Banco de Costa Rica (BCR) estamos hasta las cachas porque la app móvil está más lenta que perezoso en domingo. Desde temprano este lunes, la red social del banco se ha inundado de quejas de gente desesperada por pagar facturas, consultar saldos o simplemente echarle un vistazo al chunche que tienen guardado. ¡Parece que nos quieren mandar al brete!
La situación empezó a complicarse alrededor de las ocho de la mañana, y desde entonces, muchos han tenido que esperar horas para que la aplicación reaccione. Algunos juran que pasaron cinco horas intentando hacer una transacción sencilla, y eso, como dicen por ahí, ¡es pa’ darle urticaria a cualquiera! Muchos se preguntan si el problema es generalizado o si les pasa solo a unos pocos desafortunados.
Según los reportes en redes sociales, la app se congela, da mensajes de error rarísimos, o directamente no abre. Y claro, la frustración va creciendo exponencialmente, especialmente para aquellos que necesitan realizar pagos urgentes o verificar si llegó el aguinaldo que tanto andamos esperando. ¡Imagínate, el mae necesitándose sacar colones pa’ el almuerzo y la app le tira una! ¡Qué torta!
Ante el revuelo, el BCR emitió un comunicado bastante parco, diciendo que hay “una intermitencia” en la app y que “los especialistas ya están trabajando”. También nos tranquilizan diciéndonos que la página web, las oficinas físicas y los cajeros automáticos siguen funcionando normal, así que, aparentemente, todavía tenemos opciones para mover la plata. Pero, dígame usted, ¿quién quiere ir a la fila del banco cuando puede hacerlo cómodamente desde casa?
Lo cierto es que este tipo de situaciones generan mucha incertidumbre y desconfianza. No es la primera vez que la app del BCR presenta problemas, y aunque siempre prometen soluciones rápidas, la verdad es que los usuarios hemos perdido la fe. Parece que la tecnología avanza a pasos agigantados, pero el sistema bancario tico todavía tiene algunos resabios de otra época. A veces pienso que deberían contratar a esos programadores jóvenes que andan buscando trabajo, ¡seguro le dan una vuelta a la cosa y todo funciona a mil maravillas!
Algunos expertos sugieren que podría tratarse de un ataque cibernético, mientras que otros apuntan a fallas en el software o incluso a problemas de infraestructura en los servidores del banco. Sea cual sea la causa, lo importante ahora es que el BCR solucione el problema lo antes posible, porque la paciencia de los usuarios tiene un límite. Dejar a la gente tirada con la app inoperativa es una falta de respeto y un golpe duro a la confianza pública.
Mientras tanto, la gente busca alternativas. Muchos optan por ir a las oficinas del banco o utilizar los cajeros automáticos, pero eso implica tiempo, filas y gastos adicionales. Otros recurren a aplicaciones de pago móvil de otras instituciones financieras, aunque eso conlleva comisiones y trámites engorrosos. En fin, ¡qué diay! Uno trata de modernizarse y termina más complicado que antes. Y ni hablar de la gente mayor, que se siente totalmente perdida sin poder acceder a sus cuentas desde el celular. Eso sí que es una mala vara.
Y ahora, mi estimado lector, permítame lanzarles la pregunta grande: ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el BCR debería invertir más en mejorar su plataforma digital o sería mejor volver a las raíces y apostar por las ventanillas físicas? ¡Compartan sus ideas y experiencias en los comentarios!
La situación empezó a complicarse alrededor de las ocho de la mañana, y desde entonces, muchos han tenido que esperar horas para que la aplicación reaccione. Algunos juran que pasaron cinco horas intentando hacer una transacción sencilla, y eso, como dicen por ahí, ¡es pa’ darle urticaria a cualquiera! Muchos se preguntan si el problema es generalizado o si les pasa solo a unos pocos desafortunados.
Según los reportes en redes sociales, la app se congela, da mensajes de error rarísimos, o directamente no abre. Y claro, la frustración va creciendo exponencialmente, especialmente para aquellos que necesitan realizar pagos urgentes o verificar si llegó el aguinaldo que tanto andamos esperando. ¡Imagínate, el mae necesitándose sacar colones pa’ el almuerzo y la app le tira una! ¡Qué torta!
Ante el revuelo, el BCR emitió un comunicado bastante parco, diciendo que hay “una intermitencia” en la app y que “los especialistas ya están trabajando”. También nos tranquilizan diciéndonos que la página web, las oficinas físicas y los cajeros automáticos siguen funcionando normal, así que, aparentemente, todavía tenemos opciones para mover la plata. Pero, dígame usted, ¿quién quiere ir a la fila del banco cuando puede hacerlo cómodamente desde casa?
Lo cierto es que este tipo de situaciones generan mucha incertidumbre y desconfianza. No es la primera vez que la app del BCR presenta problemas, y aunque siempre prometen soluciones rápidas, la verdad es que los usuarios hemos perdido la fe. Parece que la tecnología avanza a pasos agigantados, pero el sistema bancario tico todavía tiene algunos resabios de otra época. A veces pienso que deberían contratar a esos programadores jóvenes que andan buscando trabajo, ¡seguro le dan una vuelta a la cosa y todo funciona a mil maravillas!
Algunos expertos sugieren que podría tratarse de un ataque cibernético, mientras que otros apuntan a fallas en el software o incluso a problemas de infraestructura en los servidores del banco. Sea cual sea la causa, lo importante ahora es que el BCR solucione el problema lo antes posible, porque la paciencia de los usuarios tiene un límite. Dejar a la gente tirada con la app inoperativa es una falta de respeto y un golpe duro a la confianza pública.
Mientras tanto, la gente busca alternativas. Muchos optan por ir a las oficinas del banco o utilizar los cajeros automáticos, pero eso implica tiempo, filas y gastos adicionales. Otros recurren a aplicaciones de pago móvil de otras instituciones financieras, aunque eso conlleva comisiones y trámites engorrosos. En fin, ¡qué diay! Uno trata de modernizarse y termina más complicado que antes. Y ni hablar de la gente mayor, que se siente totalmente perdida sin poder acceder a sus cuentas desde el celular. Eso sí que es una mala vara.
Y ahora, mi estimado lector, permítame lanzarles la pregunta grande: ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el BCR debería invertir más en mejorar su plataforma digital o sería mejor volver a las raíces y apostar por las ventanillas físicas? ¡Compartan sus ideas y experiencias en los comentarios!