¡Uy, uy, uy! Esto se puso caliente en el Hospital San Juan de Dios. Resulta que unos cuantos doctores, según la denuncia, andaban más relajados que chancla en la playa durante sus guardias. Parece que la cosa llegó a tal punto que la Procuraduría de la Ética Pública tuvo que meter la cuchara y pasarle el balón a la Auditoría de la CCSS para que investiguen qué pasó realmente.
Al parecer, la bronca viene desde hace rato, y el Servivio de Anatomía Patológica ha sido el epicentro del problemón. Según la información que cayó, algunos médicos estaban marcando asistencia y desapareciendo como humo durante sus turnos nocturnos, dejando a sus compañeros con el brete de cubrirles el trabajo. Imagínate la bronca si te toca curar pacientes y además tener que cuidar la consulta de otro... ¡Qué torta!
La denuncia, que llegó a la Procuraduría hace meses, pinta feo. No solo hablan de abandono de funciones, sino también de una posible extralimitación de funciones por parte de una oficinista, quien aparentemente anda dando vueltas y metiéndose donde no la llaman. Dicen que hasta estaba haciendo entrevistas para nombrar gente interina, ¡y encima, con malas ondas! Algunos candidatos aseguran haber recibido comentarios fuertes y amenazantes, así que la cosa se puso bien fea.
Y ojo, porque la jugada no se queda ahí. También se menciona que el jefe del servicio, al tanto de todo este tinglado, ha estado haciendo dedo de oreja, ignorando las quejas del personal y permitiendo que la situación siga así. ¡Imagínate! Un mae que debería estar poniendo orden y en cambio, parece que le da igual todo. Eso sí que es irse al traste como institución.
Para que se hagan una idea, un médico asistente habría abandonado el hospital en ¡ocho oportunidades! Después de marcar entrada, se largaba a pasear sin más ni más, volviendo recién a la hora de salida al día siguiente. Otra médica asistente, según la denuncia, se escabullía durante gran parte de su turno y solo volvía a aparecer “para dormir alrededor de las 10:00 p.m.” ¡Qué falta de respeto al paciente, diay!
Pero no todo es abandono de trabajo, también hay rollo con la gestión del personal. Al parecer, esta oficinista está manejando temas de permisos, ascensos interinos y vacaciones sin seguir ningún criterio claro, favoreciendo a algunos y perjudicando a otros. Dicen que toma decisiones caprichosas y con tratos injustos. Es evidente que algo anda mal en la forma en que se manejan los recursos humanos en este hospital.
La Auditoría Interna de la CCSS ahora tendrá el encargo de destapar toda esta vaina y ver quiénes son los responsables de estas irregularidades. Esperemos que hagan un trabajo a conciencia y que no dejen piedra sobre piedra. Porque esto afecta la salud pública, el bolsillo de todos los costarricenses y la confianza en nuestras instituciones.
Este escándalo nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo podemos garantizar que los profesionales de la salud estén comprometidos con su labor y que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente? ¿Ustedes creen que la CCSS debería implementar medidas más estrictas para controlar la asistencia y el desempeño de sus empleados?
Al parecer, la bronca viene desde hace rato, y el Servivio de Anatomía Patológica ha sido el epicentro del problemón. Según la información que cayó, algunos médicos estaban marcando asistencia y desapareciendo como humo durante sus turnos nocturnos, dejando a sus compañeros con el brete de cubrirles el trabajo. Imagínate la bronca si te toca curar pacientes y además tener que cuidar la consulta de otro... ¡Qué torta!
La denuncia, que llegó a la Procuraduría hace meses, pinta feo. No solo hablan de abandono de funciones, sino también de una posible extralimitación de funciones por parte de una oficinista, quien aparentemente anda dando vueltas y metiéndose donde no la llaman. Dicen que hasta estaba haciendo entrevistas para nombrar gente interina, ¡y encima, con malas ondas! Algunos candidatos aseguran haber recibido comentarios fuertes y amenazantes, así que la cosa se puso bien fea.
Y ojo, porque la jugada no se queda ahí. También se menciona que el jefe del servicio, al tanto de todo este tinglado, ha estado haciendo dedo de oreja, ignorando las quejas del personal y permitiendo que la situación siga así. ¡Imagínate! Un mae que debería estar poniendo orden y en cambio, parece que le da igual todo. Eso sí que es irse al traste como institución.
Para que se hagan una idea, un médico asistente habría abandonado el hospital en ¡ocho oportunidades! Después de marcar entrada, se largaba a pasear sin más ni más, volviendo recién a la hora de salida al día siguiente. Otra médica asistente, según la denuncia, se escabullía durante gran parte de su turno y solo volvía a aparecer “para dormir alrededor de las 10:00 p.m.” ¡Qué falta de respeto al paciente, diay!
Pero no todo es abandono de trabajo, también hay rollo con la gestión del personal. Al parecer, esta oficinista está manejando temas de permisos, ascensos interinos y vacaciones sin seguir ningún criterio claro, favoreciendo a algunos y perjudicando a otros. Dicen que toma decisiones caprichosas y con tratos injustos. Es evidente que algo anda mal en la forma en que se manejan los recursos humanos en este hospital.
La Auditoría Interna de la CCSS ahora tendrá el encargo de destapar toda esta vaina y ver quiénes son los responsables de estas irregularidades. Esperemos que hagan un trabajo a conciencia y que no dejen piedra sobre piedra. Porque esto afecta la salud pública, el bolsillo de todos los costarricenses y la confianza en nuestras instituciones.
Este escándalo nos lleva a preguntarnos: ¿Cómo podemos garantizar que los profesionales de la salud estén comprometidos con su labor y que los recursos públicos sean utilizados de manera eficiente y transparente? ¿Ustedes creen que la CCSS debería implementar medidas más estrictas para controlar la asistencia y el desempeño de sus empleados?
