Bueno, pues llegó la bomba. Resulta que el 2026 no va a ser el año de oro que tanto esperábamos económicamente. El Centro de Investigación del Cinpe de la U, esos muchachos que siempre nos traen datos interesantes, soltaron la data de que el crecimiento va a caerse como fruta verde, de un 4,2% este año a apenas un 3,5% el año que viene. ¡Qué pena!
Parece que el asunto no es tan sencillo como “la economía anda bien”. La cosa es que varios sectores clave andan arrastrando el pie. No todo es color de rosa, diay. Según los expertos, hay negocios que ya ni crecen, algunos ni siquiera mantienen sus números, y otros directamente van perdiendo terreno. ¡Un brío!
Ivannia Bolaños, la investigadora del Cinpe, nos explicó que los que más están batallando son la construcción, el campo, la administración pública y hasta la enseñanza y la salud. Esto último duele porque hablamos de temas esenciales para el país. La construcción, por ejemplo, lleva atascados los mismos niveles de empleo desde el 2022, con casi 140.000 personas trabajando. Eso es mucho talento parándose.
Pero ojo, que el problema es más profundo que eso. El sector agrícola, que es importantísimo para nosotros, ha perdido un 10% de las tierras sembradas. ¡Una barbaridad! Y esto se traduce directamente en menos empleos y menos producción. Pasamos de tener alrededor de 217.000 trabajadores en el campo a apenas 200.000 el año pasado. ¡Eso sí que es apuro!
Ahora, muchos se preguntarán qué pasó con los otros sectores. Pues resulta que ahí tampoco hubo mucha magia. Sus crecimientos fueron mínimos, casi imperceptibles. Así que la suma final, la contribución al crecimiento general, se quedó en cero, prácticamente. Es como si estuvieras empujando una pared, ¡qué esfuerzo inútil!
Lo que preocupa es que esto puede afectar a todos lados, mae. Menos inversión significa menos oportunidades laborales, menos plata circulando y, en última instancia, menos bienestar para la gente. Hablamos de familias que dependen de estos trabajos para llegar a fin de mes, de emprendedores que luchan por sacar adelante sus negocios... ¡Es un panorama complicado!
Claro, el gobierno dice que están haciendo lo posible, que tienen planes y estrategias… Pero a veces da la impresión de que están peleando contra molinos de viento. Se necesita una visión clara, medidas efectivas y, sobre todo, escuchar a la gente que realmente sabe cómo funciona la economía del país. Porque, díganlo claro, la teoría es bonita, pero la realidad es otra cosa.
En fin, parece que nos toca apretarnos el cinturón por un buen rato. El 2026 no será el año de las fiestas, sino de trabajar duro para salir de este brete. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno está tomando las medidas correctas para reactivar la economía y evitar que esta situación se agrave aún más, o estamos camino a irnos al traste?
Parece que el asunto no es tan sencillo como “la economía anda bien”. La cosa es que varios sectores clave andan arrastrando el pie. No todo es color de rosa, diay. Según los expertos, hay negocios que ya ni crecen, algunos ni siquiera mantienen sus números, y otros directamente van perdiendo terreno. ¡Un brío!
Ivannia Bolaños, la investigadora del Cinpe, nos explicó que los que más están batallando son la construcción, el campo, la administración pública y hasta la enseñanza y la salud. Esto último duele porque hablamos de temas esenciales para el país. La construcción, por ejemplo, lleva atascados los mismos niveles de empleo desde el 2022, con casi 140.000 personas trabajando. Eso es mucho talento parándose.
Pero ojo, que el problema es más profundo que eso. El sector agrícola, que es importantísimo para nosotros, ha perdido un 10% de las tierras sembradas. ¡Una barbaridad! Y esto se traduce directamente en menos empleos y menos producción. Pasamos de tener alrededor de 217.000 trabajadores en el campo a apenas 200.000 el año pasado. ¡Eso sí que es apuro!
Ahora, muchos se preguntarán qué pasó con los otros sectores. Pues resulta que ahí tampoco hubo mucha magia. Sus crecimientos fueron mínimos, casi imperceptibles. Así que la suma final, la contribución al crecimiento general, se quedó en cero, prácticamente. Es como si estuvieras empujando una pared, ¡qué esfuerzo inútil!
Lo que preocupa es que esto puede afectar a todos lados, mae. Menos inversión significa menos oportunidades laborales, menos plata circulando y, en última instancia, menos bienestar para la gente. Hablamos de familias que dependen de estos trabajos para llegar a fin de mes, de emprendedores que luchan por sacar adelante sus negocios... ¡Es un panorama complicado!
Claro, el gobierno dice que están haciendo lo posible, que tienen planes y estrategias… Pero a veces da la impresión de que están peleando contra molinos de viento. Se necesita una visión clara, medidas efectivas y, sobre todo, escuchar a la gente que realmente sabe cómo funciona la economía del país. Porque, díganlo claro, la teoría es bonita, pero la realidad es otra cosa.
En fin, parece que nos toca apretarnos el cinturón por un buen rato. El 2026 no será el año de las fiestas, sino de trabajar duro para salir de este brete. Ahora me pregunto, ¿cree usted que el gobierno está tomando las medidas correctas para reactivar la economía y evitar que esta situación se agrave aún más, o estamos camino a irnos al traste?
