¡Dígame, mae! La ARESEP nos soltó la bomba: las tarifas de luz van a bajar para el año que viene. Ya saben, esos aumentos que nos sacaban de quicio mes tras mes, parece que por fin vamos a respirar un poco. Esto sí que es buena nota, especialmente cuando uno ya anda pensando si le da pa’ comprarse unos chayotes.
Según la regulación, esta rebaja es producto de dos factores principales: una producción más floja en las plantas termoeléctricas, esas que usan combustibles, y un buen empujón gracias a las exportaciones de energía que hemos logrado hacer al resto de Centroamérica. Imagínate, vendiendo la energía que producimos acá para afuera, ¡eso sí que es negocio!
Y no es chota, la bajada va a afectar a todos los sectores, industrial, comercial y residencial. Obviamente, las diferencias dependen de qué compañía eléctrica te dé servicio, así que hay que echarle ojo a los detalles. Pero lo bueno es que todos los abonados vamos a sentir el cambio, aunque sea poquito a poquito. Lo importante es que se note en el bolsillo, ¿verdad?
Lo que más está dando conversación es que los usuarios de alta tensión van a tener la tarifa más baja en los últimos quince años. Esto significa que las empresas electrointensivas –esas que consumen mucha luz, como las fábricas– van a poder operar con mayor eficiencia y seguir generando empleo. Y eso, compa, es vital para nuestra economía, porque sino ¿qué sería de nosotros?
Para ponerle números a la cosa, miren esto: si tienes un consumo promedio de 250 kilovatios hora mensuales, podrías estar ahorrando unos buenos colones. Un hogar afiliado a la CNFL podría ver una disminución de casi tres mil cuatrocientos colones en la factura. En Coopeguanacaste y Coopesantos, el ahorro ronda los mil setecientos colones. No es una fortuna, pero ayuda a aliviar la carga, ¿no creen?
Todo este panorama es el resultado de cuatro estudios rigurosos que analizaron a fondo la situación. Se revisó el funcionamiento del ICE, la CNFL, el sistema de distribución y el famoso Costo Variable de Generación (CVG). Incluso teniendo en cuenta que el ICE había solicitado un aumento, los resultados terminaron siendo favorables para los consumidores. ¡Una sorpresa agradable, diría yo!
Ahora bien, ese CVG, que es clave en esta historia, tuvo una caída notable del 7,77%. Ese porcentaje refleja directamente la menor dependencia de la generación térmica y el incremento de las exportaciones energéticas. La idea es clara: diversificar nuestras fuentes de energía y aprovechar las oportunidades de vender excedentes al exterior. Aunque claro, siempre hay controversias sobre si es correcto exportar energía cuando aún tenemos gente que lucha por pagar la suya… complicado, diay.
En fin, parece que las cosas van encaminándose hacia mejores días en materia energética. Pero dime, ¿crees que esta rebaja es suficiente para compensar los aumentos anteriores? ¿Deberían buscar formas de reducir aún más el costo de la energía en Costa Rica o estás satisfecho con lo que nos ofrece la ARESEP actualmente?
Según la regulación, esta rebaja es producto de dos factores principales: una producción más floja en las plantas termoeléctricas, esas que usan combustibles, y un buen empujón gracias a las exportaciones de energía que hemos logrado hacer al resto de Centroamérica. Imagínate, vendiendo la energía que producimos acá para afuera, ¡eso sí que es negocio!
Y no es chota, la bajada va a afectar a todos los sectores, industrial, comercial y residencial. Obviamente, las diferencias dependen de qué compañía eléctrica te dé servicio, así que hay que echarle ojo a los detalles. Pero lo bueno es que todos los abonados vamos a sentir el cambio, aunque sea poquito a poquito. Lo importante es que se note en el bolsillo, ¿verdad?
Lo que más está dando conversación es que los usuarios de alta tensión van a tener la tarifa más baja en los últimos quince años. Esto significa que las empresas electrointensivas –esas que consumen mucha luz, como las fábricas– van a poder operar con mayor eficiencia y seguir generando empleo. Y eso, compa, es vital para nuestra economía, porque sino ¿qué sería de nosotros?
Para ponerle números a la cosa, miren esto: si tienes un consumo promedio de 250 kilovatios hora mensuales, podrías estar ahorrando unos buenos colones. Un hogar afiliado a la CNFL podría ver una disminución de casi tres mil cuatrocientos colones en la factura. En Coopeguanacaste y Coopesantos, el ahorro ronda los mil setecientos colones. No es una fortuna, pero ayuda a aliviar la carga, ¿no creen?
Todo este panorama es el resultado de cuatro estudios rigurosos que analizaron a fondo la situación. Se revisó el funcionamiento del ICE, la CNFL, el sistema de distribución y el famoso Costo Variable de Generación (CVG). Incluso teniendo en cuenta que el ICE había solicitado un aumento, los resultados terminaron siendo favorables para los consumidores. ¡Una sorpresa agradable, diría yo!
Ahora bien, ese CVG, que es clave en esta historia, tuvo una caída notable del 7,77%. Ese porcentaje refleja directamente la menor dependencia de la generación térmica y el incremento de las exportaciones energéticas. La idea es clara: diversificar nuestras fuentes de energía y aprovechar las oportunidades de vender excedentes al exterior. Aunque claro, siempre hay controversias sobre si es correcto exportar energía cuando aún tenemos gente que lucha por pagar la suya… complicado, diay.
En fin, parece que las cosas van encaminándose hacia mejores días en materia energética. Pero dime, ¿crees que esta rebaja es suficiente para compensar los aumentos anteriores? ¿Deberían buscar formas de reducir aún más el costo de la energía en Costa Rica o estás satisfecho con lo que nos ofrece la ARESEP actualmente?