¡Ay, Dios mío! Esto sí que cayó del cielo... literalmente. La noche del viernes, varios cartagineses quedaron boquiabiertos viendo unas luces raras moviéndose por el firmamento. Las redes sociales explotaron con videos y especulaciones, desde aliens hasta apariciones divinas. Pero tranquilos, porque la cosa no es tan espeluznante como parece, aunque igual da un cosquillecito en el estómago, ¿verdad?
Como bien saben, Cartago siempre ha tenido su magia, entre volcanes y leyendas. Pero esta vez, la explicación tiene que ver con algo un poquito más… moderno. La onda es que, según los expertos del Planetario de la UCR, lo que vimos no era un OVNI ni tampoco un espectáculo celestial inusual. Se trata de basura espacial, ¡sí, así como escuchamos!, restos de un cohete que se estaba descomponiendo en la atmósfera.
El tipo que nos aclará todo esto es Eric Sánchez, un maestro del Planetario. Él dice que los videos grabados por los vecinos muestran clarísimamente cómo pedazos de un cohete se estaban deshaciendo mientras pasaban por arriba de nuestras cabezas. Según él, estas cosas ya les han pasado antes, e inclusive, hace un par de años, vimos algo parecido pasando por la misma zona. ¡Imagínate la bronca de tener que explicarle a la gente que lo que vieron no eran extraterrestres!
Ahora, algunos pensarán: ¿y por qué no vimos esto antes? Pues resulta que los meteoritos, esos que realmente caen del cielo, van rapidísimo y casi no te dan tiempo a reaccionar. Con esta basura espacial, la cosa es diferente: va más lento, se puede observar por unos segundos, y ahí tienes el show. Una verdadera lástima que no le prendimos la cámara a un cometa de verdad, diay.
Pero, ¿existe peligro, mae? Aquí viene la buena noticia: estos objetos se desintegran a unos 50 o 60 kilómetros de altura, ¡eso está bastante alto! Ni siquiera los aviones llegan a esas alturas. Además, si llegaran a caer pedacitos, serían muy pequeñitos y dispersos. Lo más seguro es que cualquier residuo haya terminado directo al mar Caribe, gracias a la trayectoria que se pudo apreciar. Así que, podemos respirar tranquilos, por ahora. Aunque, claro, siempre hay que estar alertas.
Lo que sí preocupa es que esta basura espacial no deja de aumentar. Cada vez que lanzamos un cohete o ponemos un nuevo satélite en órbita, estamos generando más desechos. Estos andan dando vueltas por ahí, esperando el momento oportuno para hacernos una visita inesperada. No es para poner alarmas, pero sí es importante que le demos importancia al tema y busquemos soluciones, pa’ que no nos lluevan los trozos de cohete encima. Ya sabemos cómo son las cosas por acá, ¡siempre buscando la manera de meterle un clavazo al planeta!
Y hablando de cosas que vemos en el cielo, Sánchez comentó que también reciben muchas preguntas sobre otros brillos que han visto la gente. Resulta que muchos son aviones, drones o incluso objetos pequeños movidos por el viento. ¡Cada quien con su interpretación! A veces, la imaginación vuela más alto que cualquier cohete, ¿no creen? A veces uno quiere creer que hay algo más allá, pero luego te recuerdan que es pura basura espacial… ¡Qué pena!
Así que, después de aclarar este misterio celeste, la pregunta que nos queda es: ¿cree usted que deberíamos invertir más recursos en limpiar el espacio de basura espacial, o es un problema que simplemente debemos aceptar como parte de nuestra relación con la tecnología? Déjenos sus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensa nuestro público!
Como bien saben, Cartago siempre ha tenido su magia, entre volcanes y leyendas. Pero esta vez, la explicación tiene que ver con algo un poquito más… moderno. La onda es que, según los expertos del Planetario de la UCR, lo que vimos no era un OVNI ni tampoco un espectáculo celestial inusual. Se trata de basura espacial, ¡sí, así como escuchamos!, restos de un cohete que se estaba descomponiendo en la atmósfera.
El tipo que nos aclará todo esto es Eric Sánchez, un maestro del Planetario. Él dice que los videos grabados por los vecinos muestran clarísimamente cómo pedazos de un cohete se estaban deshaciendo mientras pasaban por arriba de nuestras cabezas. Según él, estas cosas ya les han pasado antes, e inclusive, hace un par de años, vimos algo parecido pasando por la misma zona. ¡Imagínate la bronca de tener que explicarle a la gente que lo que vieron no eran extraterrestres!
Ahora, algunos pensarán: ¿y por qué no vimos esto antes? Pues resulta que los meteoritos, esos que realmente caen del cielo, van rapidísimo y casi no te dan tiempo a reaccionar. Con esta basura espacial, la cosa es diferente: va más lento, se puede observar por unos segundos, y ahí tienes el show. Una verdadera lástima que no le prendimos la cámara a un cometa de verdad, diay.
Pero, ¿existe peligro, mae? Aquí viene la buena noticia: estos objetos se desintegran a unos 50 o 60 kilómetros de altura, ¡eso está bastante alto! Ni siquiera los aviones llegan a esas alturas. Además, si llegaran a caer pedacitos, serían muy pequeñitos y dispersos. Lo más seguro es que cualquier residuo haya terminado directo al mar Caribe, gracias a la trayectoria que se pudo apreciar. Así que, podemos respirar tranquilos, por ahora. Aunque, claro, siempre hay que estar alertas.
Lo que sí preocupa es que esta basura espacial no deja de aumentar. Cada vez que lanzamos un cohete o ponemos un nuevo satélite en órbita, estamos generando más desechos. Estos andan dando vueltas por ahí, esperando el momento oportuno para hacernos una visita inesperada. No es para poner alarmas, pero sí es importante que le demos importancia al tema y busquemos soluciones, pa’ que no nos lluevan los trozos de cohete encima. Ya sabemos cómo son las cosas por acá, ¡siempre buscando la manera de meterle un clavazo al planeta!
Y hablando de cosas que vemos en el cielo, Sánchez comentó que también reciben muchas preguntas sobre otros brillos que han visto la gente. Resulta que muchos son aviones, drones o incluso objetos pequeños movidos por el viento. ¡Cada quien con su interpretación! A veces, la imaginación vuela más alto que cualquier cohete, ¿no creen? A veces uno quiere creer que hay algo más allá, pero luego te recuerdan que es pura basura espacial… ¡Qué pena!
Así que, después de aclarar este misterio celeste, la pregunta que nos queda es: ¿cree usted que deberíamos invertir más recursos en limpiar el espacio de basura espacial, o es un problema que simplemente debemos aceptar como parte de nuestra relación con la tecnología? Déjenos sus opiniones en los comentarios, ¡queremos saber qué piensa nuestro público!