¡Patético! Bueno, no tan patético, pero sí bastante predecible. El Banco Central, con toda la calma del mundo, ha decidido dejar la Tasa de Política Monetaria (TPM) tal cual estaba: en ese 3.5% que parece haberse convertido en un chunche pegajoso, difícil de quitar. Después de bajarla en septiembre, pensábamos que quizás, solo quizás, nos darían una sorpresa y la bajarían un poquito más, pero no, ahí va, tranquilos como tortugas, manteniéndola igual.
Para los que no andan muy metidos en esto de las finanzas, la TPM es como el director de orquesta de los intereses. Cuando sube, las cosas se ponen más caras – hipotecas, créditos, todo. Y cuando baja, pues… bueno, supuestamente debería estar más fácil conseguir prestamos, aunque a veces cuesta ver eso reflejado en la calle. Así que, básicamente, el BCCR dice: “Tranquilos, no hacemos nada nuevo”.
Roger Madrigal, el jefe del Banco Central, salió a explicar que todo esto es por el análisis de la inflación y demás cositas técnicas que uno ya pierde la cuenta. Habló de factores internos y externos, de precios internacionales de combustible, de cómo la lluvia puede hacer subir el precio de los alimentos... ¡Un brete! Pero la verdad, uno se queda pensando si realmente están viendo lo que estamos viendo todos en el supermercado. Porque la inflación, mi pana, sigue picando, aunque digan que ya casi está controlada.
Lo que me preocupa es que siempre dicen “esperemos a ver”, “analizamos” y “evaluamos”. Pero mientras tanto, la gente común está luchando para llegar a fin de mes. Con estos intereses altos, comprar una casa se convierte en una quimera para muchos jóvenes. ¡Qué torta! Uno quiere entender cómo se justifica mantener las cosas así, cuando la economía global está dando señales mixtas.
En teoría, el BCCR considera que la TPM está en un punto “neutral”. Dicen que le dan espacio al sistema financiero para que baje sus propias tasas. ¡Pero qué espacio! Parece que les están poniendo vendas en los ojos. Las tasas de los bancos siguen siendo altas, y los clientes seguimos pagando comisiones por respirar. No sé ustedes, pero yo siento que alguien anda durmiendo en el puesto.
Y ni hablar del mercado laboral. Sí, dicen que el desempleo bajó, ¡qué chiva!, pero ahora resulta que mucha gente simplemente dejó de buscar trabajo. Se fueron del radar, como diríamos acá. Ya no los consideran desempleados porque no están activamente buscando. ¿Eso es progreso? A mí me suena a maquillajes de estadísticas. Demasiados jóvenes se van afuera buscando oportunidades y los adultos mayores, agobiados por el costo de vida, se retiran anticipadamente. Un panorama preocupante, diay.
Además, la economía mundial sigue siendo un circo, con Trump amenazando con levantar aranceles a diestra y siniestra. Eso, sin mencionar la incertidumbre geopolítica. El BCCR analiza, analiza, pero ¿realmente tienen el cristal de bola para predecir el futuro? Parece que prefieren esperar a que las cosas sucedan para luego decir: “Ya lo sabíamos”. Mientras tanto, la volatilidad reina y los ahorradores sufren.
Así que llegamos a la conclusión de que, por lo menos hasta diciembre, los intereses se quedarán donde están. Nada nuevo bajo el sol. ¿Ustedes creen que el BCCR está actuando correctamente, manteniendo la TPM en 3.5% ante la incertidumbre económica global y la persistente inflación interna? ¿O deberían estar tomando medidas más audaces para estimular la economía y aliviar la carga financiera de las familias costarricenses?
Para los que no andan muy metidos en esto de las finanzas, la TPM es como el director de orquesta de los intereses. Cuando sube, las cosas se ponen más caras – hipotecas, créditos, todo. Y cuando baja, pues… bueno, supuestamente debería estar más fácil conseguir prestamos, aunque a veces cuesta ver eso reflejado en la calle. Así que, básicamente, el BCCR dice: “Tranquilos, no hacemos nada nuevo”.
Roger Madrigal, el jefe del Banco Central, salió a explicar que todo esto es por el análisis de la inflación y demás cositas técnicas que uno ya pierde la cuenta. Habló de factores internos y externos, de precios internacionales de combustible, de cómo la lluvia puede hacer subir el precio de los alimentos... ¡Un brete! Pero la verdad, uno se queda pensando si realmente están viendo lo que estamos viendo todos en el supermercado. Porque la inflación, mi pana, sigue picando, aunque digan que ya casi está controlada.
Lo que me preocupa es que siempre dicen “esperemos a ver”, “analizamos” y “evaluamos”. Pero mientras tanto, la gente común está luchando para llegar a fin de mes. Con estos intereses altos, comprar una casa se convierte en una quimera para muchos jóvenes. ¡Qué torta! Uno quiere entender cómo se justifica mantener las cosas así, cuando la economía global está dando señales mixtas.
En teoría, el BCCR considera que la TPM está en un punto “neutral”. Dicen que le dan espacio al sistema financiero para que baje sus propias tasas. ¡Pero qué espacio! Parece que les están poniendo vendas en los ojos. Las tasas de los bancos siguen siendo altas, y los clientes seguimos pagando comisiones por respirar. No sé ustedes, pero yo siento que alguien anda durmiendo en el puesto.
Y ni hablar del mercado laboral. Sí, dicen que el desempleo bajó, ¡qué chiva!, pero ahora resulta que mucha gente simplemente dejó de buscar trabajo. Se fueron del radar, como diríamos acá. Ya no los consideran desempleados porque no están activamente buscando. ¿Eso es progreso? A mí me suena a maquillajes de estadísticas. Demasiados jóvenes se van afuera buscando oportunidades y los adultos mayores, agobiados por el costo de vida, se retiran anticipadamente. Un panorama preocupante, diay.
Además, la economía mundial sigue siendo un circo, con Trump amenazando con levantar aranceles a diestra y siniestra. Eso, sin mencionar la incertidumbre geopolítica. El BCCR analiza, analiza, pero ¿realmente tienen el cristal de bola para predecir el futuro? Parece que prefieren esperar a que las cosas sucedan para luego decir: “Ya lo sabíamos”. Mientras tanto, la volatilidad reina y los ahorradores sufren.
Así que llegamos a la conclusión de que, por lo menos hasta diciembre, los intereses se quedarán donde están. Nada nuevo bajo el sol. ¿Ustedes creen que el BCCR está actuando correctamente, manteniendo la TPM en 3.5% ante la incertidumbre económica global y la persistente inflación interna? ¿O deberían estar tomando medidas más audaces para estimular la economía y aliviar la carga financiera de las familias costarricenses?
