¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con movidas judiciales que dan risa y pena a partes iguales. Resulta que José Villalobos López, alias «Boligoma», ya tiene un mes de prisión preventiva dictado por el Juzgado Penal de San José. Este mae, que andaba escondido en Golfito, es el sexto tico que le buscan la visa para que lo entreguen a otro país. ¡Esto se pone interesante!
Según dicen, Boligoma tiene un pasado turbio allá en Panamá, donde lo agarraron metido en cosas raras de narcotráfico en 2016. Pero el muy astuto se escapó, ¿se imaginan? Y ahí se fue a esconderse por la Zona Sur, camuflado como si fuera sombra, durante casi nueve años. ¡Nueve años, chunches! Uno podría haber aprendido a cocinar gallo pinto decente en ese tiempo.
Ahora, la Policía del OIJ, con la ayuda de Interpol, lo sacaron de su guarida. El pobre mae debió pensar que ya estaba libre de tanto problema. Pero claro, la justicia llega, aunque tarde. Lo que sí da que pensar es cómo pudo desaparecer así por tantos años en medio de nosotros, sin que nadie lo pillara. Hay que estar pendientes, ¿eh?
Este rollo de la extradición es un brete complicado. Primero va la prisión preventiva, que es pa’ asegurar que no se vaya a mudar a otro lado antes de que los abogados de los otros países puedan pedirlo. Luego, el Ministerio Público y los jueces tienen que ver si realmente hay motivos pa’ entregarlo. Se rumora que quieren llevarlo a Estados Unidos, igual que pasó con los otros casos. Ya saben cómo van las cosas por acá… pero bueno, al menos muestran que estamos combatiendo el narco con uñas y dientes.
La reforma constitucional que permitió la extradición de ciudadanos costarricenses ha sido un cambio importante, muchos lo ven como una herramienta clave en la guerra contra el narcotráfico. Con razón el gobierno anda dando palmaditas en la espalda, diciendo que estamos colaborando con nuestros vecinos para hacerle la vida imposible a estos delincuentes. Aunque algunos critican la medida, dicen que puede afectar los derechos humanos... pero a ver, ¿qué esperan de un tipo que huyó de la justicia?
Y hablando de seguridad, recuerden que en Puerto Caldera están instalando unos escáneres nuevos, ¡de esos bien chingones!, que cuestan unos veinte millones de dólares. Pilar Cisneros, la ministra, ya le tiró caña a los traficantes, diciéndoles que les espera un destino amargo. ¡Vaya! Parece que vamos en serio con esto de ponerle candado al país.
También tenemos otros temas en la mesa, como el caso del ministro Zamora, que sigue escalando. Ahora lo están acusando de revelar información confidencial sobre un periodista. ¡Qué lío! Y ni hablar de la noticia de que van a hacer una versión tica de “La Casa de los Famosos”. Eso promete mucho drama y chiripas, ¡ya quiero ver quiénes son los participantes!
Con todo este panorama, me pregunto qué piensan ustedes: ¿Es justo que un ciudadano costarricense pueda ser extraditado a otro país, incluso si cometió delitos en el extranjero? ¿Y creen que estas medidas drásticas son efectivas para combatir el narcotráfico o simplemente están pintando la China?
Según dicen, Boligoma tiene un pasado turbio allá en Panamá, donde lo agarraron metido en cosas raras de narcotráfico en 2016. Pero el muy astuto se escapó, ¿se imaginan? Y ahí se fue a esconderse por la Zona Sur, camuflado como si fuera sombra, durante casi nueve años. ¡Nueve años, chunches! Uno podría haber aprendido a cocinar gallo pinto decente en ese tiempo.
Ahora, la Policía del OIJ, con la ayuda de Interpol, lo sacaron de su guarida. El pobre mae debió pensar que ya estaba libre de tanto problema. Pero claro, la justicia llega, aunque tarde. Lo que sí da que pensar es cómo pudo desaparecer así por tantos años en medio de nosotros, sin que nadie lo pillara. Hay que estar pendientes, ¿eh?
Este rollo de la extradición es un brete complicado. Primero va la prisión preventiva, que es pa’ asegurar que no se vaya a mudar a otro lado antes de que los abogados de los otros países puedan pedirlo. Luego, el Ministerio Público y los jueces tienen que ver si realmente hay motivos pa’ entregarlo. Se rumora que quieren llevarlo a Estados Unidos, igual que pasó con los otros casos. Ya saben cómo van las cosas por acá… pero bueno, al menos muestran que estamos combatiendo el narco con uñas y dientes.
La reforma constitucional que permitió la extradición de ciudadanos costarricenses ha sido un cambio importante, muchos lo ven como una herramienta clave en la guerra contra el narcotráfico. Con razón el gobierno anda dando palmaditas en la espalda, diciendo que estamos colaborando con nuestros vecinos para hacerle la vida imposible a estos delincuentes. Aunque algunos critican la medida, dicen que puede afectar los derechos humanos... pero a ver, ¿qué esperan de un tipo que huyó de la justicia?
Y hablando de seguridad, recuerden que en Puerto Caldera están instalando unos escáneres nuevos, ¡de esos bien chingones!, que cuestan unos veinte millones de dólares. Pilar Cisneros, la ministra, ya le tiró caña a los traficantes, diciéndoles que les espera un destino amargo. ¡Vaya! Parece que vamos en serio con esto de ponerle candado al país.
También tenemos otros temas en la mesa, como el caso del ministro Zamora, que sigue escalando. Ahora lo están acusando de revelar información confidencial sobre un periodista. ¡Qué lío! Y ni hablar de la noticia de que van a hacer una versión tica de “La Casa de los Famosos”. Eso promete mucho drama y chiripas, ¡ya quiero ver quiénes son los participantes!
Con todo este panorama, me pregunto qué piensan ustedes: ¿Es justo que un ciudadano costarricense pueda ser extraditado a otro país, incluso si cometió delitos en el extranjero? ¿Y creen que estas medidas drásticas son efectivas para combatir el narcotráfico o simplemente están pintando la China?