¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con los mismos problemas, parece que nunca vamos a salir del brete. Una caravana de casi mil quinientos migrantes, gente buscando un respiro, salió de Tapachula camino a la Ciudad de México exigiendo que les saquen los papeles. Imagínate, miles de personas arrastrándose por la carretera con la esperanza de encontrar algo decente, mientras tanto, nuestros políticos andan haciendo pura vaca.
La verdad, esto no es nuevo, ¿eh? Desde que Donaldo Trump agarró vuelo otra vez a la Casa Blanca, México se ha convertido en el patio trasero de muchos que huyen de situaciones peores. Ya nadie quiere arriesgarse a cruzar la frontera como antes, porque ahora te reciben con ganas de hacerte cosquillas hasta que te rindas. Por eso, estos mae’s buscan quedarse aquí, pero claro, para eso necesitan estar legales, y ahí es donde empieza la torta.
Según información de las agencias, los migrantes cargan con pancartas diciendo “Con papeles podemos aportar más a México”. ¡Qué razón tienen! Estos mae’s no vienen a robarle el trabajo a nadie, sino a echarle ganas y contribuir a la economía del país. Pero nuestra burocracia, diay, siempre encuentra la forma de ponerle piedras al río. ¿Cómo quieren que prosperemos si tratamos así a la gente que busca una oportunidad?
Jorge Luis Rivera, un cubano de 56 años, le contó a la AFP que ya ni sueña con llegar a Estados Unidos. Ahora quiere echar raíces aquí en México, construir una vida digna, “que nos reciban y nos ayuden para tener la residencia”, dice. Y Rebeca García, también cubana, expresa la frustración de muchos: “No nos dan papeles, no nos dan legalidad y no tenemos trabajo.” Parece que estamos condenados a repetir la misma película una y otra vez.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anda sacando pecho diciendo que más de dos millones de migrantes se fueron de allá, voluntariamente o a empujones. Claramente, es un intento de mostrar que Trump cumple con sus promesas, pero a costa de la dignidad humana. ¿Acaso no entienden que detrás de cada número hay una historia de dolor y desesperación?
Aquí en México, la situación tampoco es fácil. Nuestros funcionarios se esconden detrás de leyes y regulaciones, olvidándose de que estamos hablando de seres humanos, no de números en una hoja de cálculo. El problema no es la migración en sí misma, sino cómo la manejamos. Si fuéramos capaces de crear oportunidades reales para todos, tal vez no tendríamos que lidiar con estas caravanas. Diay, qué complicada está la vara.
Es evidente que la política migratoria actual necesita un cambio radical. Necesitamos políticas humanitarias, flexibles y eficientes que permitan integrar a los migrantes a la sociedad mexicana. No podemos seguir cerrando los ojos ante la realidad. Estos maes’ no son una amenaza, son una oportunidad para enriquecer nuestra cultura y fortalecer nuestra economía. Lo que necesitamos es abrirles las puertas y darles la bienvenida de verdad, no con discursos vacíos y trámites interminables. Esto no es un chunche, es una cuestión de humanidad.
Ahora bien, ¿ustedes qué opinan? ¿Cree que el gobierno mexicano debería priorizar la regularización de estos migrantes o cree que deberíamos mantener la postura actual? ¿Deberíamos enfocarnos en enviarles de vuelta a sus países de origen o apostarle a integrarlos en nuestra sociedad? Déjenme sus opiniones abajo en el foro, quiero leer qué piensan mis compas sobre este tema tan importante. ¡A ver si encontramos una solución a esta torta!
La verdad, esto no es nuevo, ¿eh? Desde que Donaldo Trump agarró vuelo otra vez a la Casa Blanca, México se ha convertido en el patio trasero de muchos que huyen de situaciones peores. Ya nadie quiere arriesgarse a cruzar la frontera como antes, porque ahora te reciben con ganas de hacerte cosquillas hasta que te rindas. Por eso, estos mae’s buscan quedarse aquí, pero claro, para eso necesitan estar legales, y ahí es donde empieza la torta.
Según información de las agencias, los migrantes cargan con pancartas diciendo “Con papeles podemos aportar más a México”. ¡Qué razón tienen! Estos mae’s no vienen a robarle el trabajo a nadie, sino a echarle ganas y contribuir a la economía del país. Pero nuestra burocracia, diay, siempre encuentra la forma de ponerle piedras al río. ¿Cómo quieren que prosperemos si tratamos así a la gente que busca una oportunidad?
Jorge Luis Rivera, un cubano de 56 años, le contó a la AFP que ya ni sueña con llegar a Estados Unidos. Ahora quiere echar raíces aquí en México, construir una vida digna, “que nos reciban y nos ayuden para tener la residencia”, dice. Y Rebeca García, también cubana, expresa la frustración de muchos: “No nos dan papeles, no nos dan legalidad y no tenemos trabajo.” Parece que estamos condenados a repetir la misma película una y otra vez.
El Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos anda sacando pecho diciendo que más de dos millones de migrantes se fueron de allá, voluntariamente o a empujones. Claramente, es un intento de mostrar que Trump cumple con sus promesas, pero a costa de la dignidad humana. ¿Acaso no entienden que detrás de cada número hay una historia de dolor y desesperación?
Aquí en México, la situación tampoco es fácil. Nuestros funcionarios se esconden detrás de leyes y regulaciones, olvidándose de que estamos hablando de seres humanos, no de números en una hoja de cálculo. El problema no es la migración en sí misma, sino cómo la manejamos. Si fuéramos capaces de crear oportunidades reales para todos, tal vez no tendríamos que lidiar con estas caravanas. Diay, qué complicada está la vara.
Es evidente que la política migratoria actual necesita un cambio radical. Necesitamos políticas humanitarias, flexibles y eficientes que permitan integrar a los migrantes a la sociedad mexicana. No podemos seguir cerrando los ojos ante la realidad. Estos maes’ no son una amenaza, son una oportunidad para enriquecer nuestra cultura y fortalecer nuestra economía. Lo que necesitamos es abrirles las puertas y darles la bienvenida de verdad, no con discursos vacíos y trámites interminables. Esto no es un chunche, es una cuestión de humanidad.
Ahora bien, ¿ustedes qué opinan? ¿Cree que el gobierno mexicano debería priorizar la regularización de estos migrantes o cree que deberíamos mantener la postura actual? ¿Deberíamos enfocarnos en enviarles de vuelta a sus países de origen o apostarle a integrarlos en nuestra sociedad? Déjenme sus opiniones abajo en el foro, quiero leer qué piensan mis compas sobre este tema tan importante. ¡A ver si encontramos una solución a esta torta!